Sorpresivamente, la líder de Aqours y la tierna cachorra del grupo adoptaron a una pequeña y hermosa bebé, ¿qué es lo peor que puede ocurrir con unas madres y tías tan peculiares?.
La pequeña Akira había llegado finalmente al hogar Inami Saito, a pesar de la insistencia de Shuka por querer llamar a sus amigas e invitarlas a que vieran a su nueva hija, Anju le propuso esperar a que su pequeña estuviera bien acostumbrada a su nuevo terreno, y a que ellas estuvieran acostumbradas al cambio de rutina que ese bebé traería consigo.
-Ya llegamos pequeña, dile "hola" a tu nuevo hogar- alzó a la bebé en el aire, girandola lentamente para que tuviera una buena vista de toda la sala, la pequeña reía y agitaba sus diminutas manos ante la divertida acción.
-¡Shuka!, ¡no hagas eso! - ordenó, haciendo que la nombrada se detuviera para verla, solo para contemplar como su pareja le robaba a su bebé- es peligroso para una bebé tan pequeña- abrazó a su hija protectoramente, dejando un ligero beso en su frente.
-No me digas que vas a ser una de esas madres que no dejan que sus niños hagan nada que consideren peligroso- sonrió de forma burlona.
-No lo seré, solo te estoy diciendo que tengas cuidado, Akira no es un juguete- formó un puchero fruncido dirigido a su pareja, uno que las manos de su bebé aplastando sus mejillas se encargó de desarmar.
-Mm~, y eras tú la que no quería tener hijos- dio media vuelta con una sonrisa triunfal, yendo hacia la habitación de Akira para terminar de arreglarla.
-¡Escuché eso!.
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La familia se encontraba en la nueva habitación del hogar, el área de Akira. Las tres estaban sobre un suelo de espuma mientras las mayores le enseñaban a su bebé como usar los juguetes que le habían comprado, ella disfrutaba de agitar un sonajero azul y abrazar un suave y felpudo conejo rosa, aparentemente habían sido sus juguetes favoritos.
-Mira Akira, es una pequeña licuadora, el señor conejo puede usarla- Anju le mostraba el juguete mientras hablaba con un tono suave, el mismo que usaba cuando Shuka estaba sensible.
La pequeña tomó el instrumento con curiosidad y lo dejó en el suelo, para después poner a su nuevo peluche sentado sobre la licuadora. Presionó un botón en la parte inferior y dentro del vaso comenzaron a verse un par de luces acompañados de los sonidos característicos de dicho aparato. La bebé comenzó a reír y agitar su peluche con felicidad.
Las mayores sonrieron enternecidas, Akira se movió casi arrastrándose hasta tomar una tostadora de juguete para seguir con su juego de cocina, puso a su acompañante rosado a su costado y bajó una palanca, se percibió un ligero "tic tac" salir de el, la bebé esperó cualquier cosa que pudiera aparecer de ese instrumento, cuando el "tic tac" terminó y la palanca volvió a su lugar, la bebé dio un salto del susto. Su ceño se frunció y por un momento las mayores pensaron que lloraría, pero en su lugar tomó la tostadora en sus manos y comenzó a agitarla con fuerza y aparentemente molestia.
Shuka reía alegremente, parece que a su hija tampoco le gustan las tostadoras. Por estar riendose de la situación, la de cabello corto no se percató del momento en el que la tostadora de juguete salió volando de las manos de Akira, solamente sintió el impacto de algo duro golpear su frente.
-Parece que las tostadoras tienes algo con ese lado de la familia- ahora era Anju quien reía mientras con un brazo abrazaba a su pequeña y con el otro abrazaba a su hija.
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