buen corazón

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Los días pasaron y ya hacia más de una semana de lo sucedido. Las cosas en mi casa cada vez estaban peor, mi mamá no para de discutir con su esposo por mi hermano y yo ya no podía seguir faltando al colegio ya que había utilizado todas mis faltas permitidas por lo cuál estoy totalmente obligado a ir.

—Hey, hermano ¿Cómo estas?—Me saludó Zee chocando sus manos con las mías.

—Nisiquiera paso la segunda hora de clases pero ya me quiero ir, ¿Tú? —Respondí desinteresado mietras caminaba por un pasillo.

—También me quiero ir ¿Nos escapamos? La profesora de Química dejó tarea la semana pasada y como ya imaginarás, nisiquiera la entendí y mucho menos la hice. Vamos por ahí, ¿Quieres? Busquemos a Amy y vamonos.

Aunque no lo parezca, soy alguien aplicado en mis estudios y aunque también sé que por mi situación económica es muy probable que no pueda ir a la universidad, la verdad me encantaría ir, pero sé que no podré hacerlo.

—Yo si hice la tarea, no puedo irme.

—Oh, vamos hermano ¿Vas a dejarme solo? Eso no es nada genial—Dijo mientras me tomaba del brazo.

—Lo sé lo sé, pero si quieres esta noche vamos por unas cervezas...

—Mmm, no es lo mismo pero me conformó.

La campana sonó anunciando que era tiempo de entrar a la segunda clase.

—Bueno...Entoces yo voy a pasar la hora de clases en el baño y quizas fumando un poco. Más te vale que te escapes aunque sea diez minutos en medio de la clase para verme, estudia mucho y que te diviertas en el laboratorio MewMew—Dijo Zee en un tono burlón.

—Por lo menos entiendo química tarado, adiós.

Zee es mi mejor amigo de toda mi vida, lo conozco desde que tengo nueve años ya que antes eramos vecinos y ahora asistimos a la misma secundaria, Zee para mi es como un hermano más y realmente lo quiero mucho.

Luego de eso, caminé hacía el laboratorio y me senté en los asientos del fondo ya que no me gusta estar adelante.
La clase fue relativamente sencilla, pero si se me hizo demasiado larga por lo cual a mitad de la clase pedí permiso para ir al baño a ver a Zee quien de seguro estaría fumando.
Una vez la profesora me dio el permiso para salir alí y me dirigí hacia el baño.

—Sí viniste a verme, eres el mejor.

—Ya lo sé.

—¿Quieres? —Dijo extendiendome su cigarrillo.

—Está bien.

Estuvimos diez minutos hablando un poco más sobre qué es lo que hariamos a la noche cuando escuchamos un grito proveniente del pasillo. Rápidamente apagamos el cigarrillo y salimos a ver que es lo que ocurría.

—¡El laboratorio de química se incendia!—Gritó estéticamente y con pánico un profesor.

Literalmente, el pasillo junto a todo el laboratorio estaba prendido fuego. Mis compañeros con los que estaban en el laboratorio rápidamente salieron corriendo junto a la profesora hasta la salida principal que gracias al cielo todavía no había llegado el fuego.

—¡Chicos! ¡Falta la sala de profesores al último! ¡Ellos no pudieron salir! —Dijo con preocupación mi amiga, Amy quien seguramente también estuvo que a ver estado en el baño de mujeres.

—¡Mierda hermano! ¡Todo se incendia!  ¡¿Que carajo hacemos?!

—¿Cómo sabes que los profesores siguen? —Me apresure en decir ya que literalmente estábamos en un incendio.

mejor que el alcohol Donde viven las historias. Descúbrelo ahora