VI

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CLAERE

La semana pasó volando sin darme cuenta y aquí estaba metida en el cuarto para comenzar la pelea, solo bastaba que digan mi apodo para salir a pelear. Me enteré por basthian que mi contricante era un hombre de dos metros, cosa que el no sabía y me lo dijo asustado ya que cometió un error al anotarme sin culpa en la que no era.

Pero no importaba esta era una prueba y la superaremos verdad otra yo?? No ubo respuesta. Maldita cobarde.

- lo siento saltamontes espero que no te toque un pelo o estaremos en graves problemas.-

- tranquilo si me toca aparecerá la bestia-

- solo no dejes que salga si? Después no podré anotarte más en una pelea de estas-

-pero que dices si por eso existen estas peleas. Si matas no queda registrada. Y por eso me gustan-

- aveces pienso como es que eres mi amiga-

Me mira haciendo una mueca chistosa y yo no aguanto la risa así que me rio estruendosamente con carcajadas que parecen piscos.

Escuchaba las altavoces como el presentador daba su discurso. Uno tétrico pero que emocionada la guerrera que había en mi interior.

- Es momento de la lucha, es momento de derramar sangre, es momento de pelear por el triunfo, es momento de dejar la princesa o príncipe dentro de la oscuridad y que salga la bestia que tienes dentro, por que aquí señores y señoras no es paz, no es guerra, es la batalla que se arma para salvar tu vida dejando tus huellas en cada golpe y en cada derrame de tu sangre, aquí público presente es la batalla de las bestias para salvar tu dignidad y dejar en alto el nombre por quien te llamen.

- me encanta- sonrio de forma macabra
- raritos- me mira sonriendo
- lista- aplaudo
- listos- aplaude

- ARMIDA-

ESCUCHO MI NOMBRE POR LOS ALTABOCES. Cierro los ojos y los abro. Respiro, me pongo el protector de cara para que no se vea mi rostro y vestida en solo licra, top, vendas en las manos dejando los dedos al aire, y los pies descalzos solo con vendas dejando el tobillo y los dedos al aire salgo a enfrentar al publico y a mi enemigo.

NARRADOR

En medio del cuadrado con reja se encontraba un gigante llamado Freer quien miraba con desgano a su contricante y bostezaba porque para el ya había ganado la pelea y en una esquina a una mujer menuda de metro sesenta estaba mirando su contricante de arriba abajo, analizándolo, sabiendo que muy pronto iba a dar su primer golpe. Se veía aburrido seguro pensaba que iba a salir victorioso.

El público estaba en júbilo, algunos desganados porque pensaban que sería una pelea rápida y sencilla.

Arthur el hombre de traje sentado en la habitación vip con ventanales gigantes donde se podría ver todo, pensaba que la pobre mujer que estaba enfrente del mastodonte iba a terminar sin la cabeza, era una pena, era sexy, le daba curiosidad su rostro quisiera poder ver su rostro, sería igual de sexy o solo bonita.

Arthur estaba aburrido ya quería que dieran el primer golpe, junto con su trago bebiendo poco a poco miraba como el hombre daba el primero y la chica lo esquivaba fácilmente, para el era fácil predecir cada movimiento del hombre y pensó que igual para la chica pero se equivocaba con cada minuto que pasaba se dio cuenta que tal ves el que iba a salir sin cabeza no era la sexy mujer y dejando de lado la bebida se paró acercándose al vitrial y con mayor concentración se dedicó a observar.

Ya muchos estaban sin garganta por tanto gritar habían pasado 15 minutos desde que comenzó la pelea y todos se daban cuenta que la mujer tenía la pelea ganada

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