☆ 𝙻𝚊 𝚙𝚎𝚛𝚜𝚘𝚗𝚊 𝚖𝚎𝚗𝚘𝚜 𝚎𝚜𝚙𝚎𝚛𝚊𝚍𝚊 [EDITANDO ] ☆

𝕮𝖆𝖕𝖎𝖙𝖚𝖑𝖔 XI.

— [ ♥️ ] —

No sabíamos que estábamos haciendo... Pero estábamos cayendo el uno por el otro.

Decidimos volver al palacio principal.
Nos levantamos y caminamos a la par. Por un momento estiraba mi mano para alcanzar la suya, creo que no fui muy meticulosa, al poco tiempo él arrebató mi mano.

Me quedé perpleja, él no me miraba, la desviaba para no verle la cara. Igualmente avergonzada no quería verle la cara pero, estaba contenta de poder tomar su mano. ¿Y desde cuándo pienso así?

Llegamos al castillo, ambos conversábamos mientras el me acompañaba a mi habitación.
Estando frente a la puerta me soltó la mano.

—Nos vemos mañana, que descanses Kano.—Buah... ni cuando nos conocimos era tan distante.

—¿Así nada más? Cuando me soltaste la mano sentí frío y ahora me dejas así.—Ahora quiero morirme por haber dicho eso.

—¿Entonces, qué quieres que haga?—Su tono era en un tono molesto pero igual quería seguirme el juego. Quería molestarlo, sí, pero con la máscara y su bufanda, era un impedimento para hacer lo que realmente quería.

Me acerque a él, y lo abracé. Mi cabeza reposaba en su hombro y mis brazos rodeaban su cuello.

—Sinceramente quería molestarte con algo más, pero creo que aún no se podrá. Esto es lo más que podemos hacer.—Me aleje de él y me posicione en la puerta.—Buenas noches Katakuri, descansa.

Cerré lentamente la puerta para poder seguir viendo esa bonita expresión, se quedó estático en ese lugar. ¿Cuánto tiempo? No lo sé, la vergüenza me obligó a irme rápidamente debajo de las cobijas.

Tengo que descansar, mañana será otro día largo y pesado. Aunque, podre verlo al día siguiente.

— [ 💜 ] —

Otro día llegó, el sol iluminó toda la isla. Las personas comenzaban a despertar para ir a sus trabajos, los niños despertaban aún más energéticos y en especial ese día. Era el día que debían de terminar algunos preparativos para la boda más esperada del año.

Tres días para la boda...

Todo el castillo estaba como loco, preparaban más invitaciones, comenzaban a arreglar los adornos de la fiesta, el altar, el vestido, el traje, decidían el pastel que le encantaría a BM y la comida de la fiesta.

Desperté como siempre, me puse algo más cómodo y me dirigí a la cocina.
Los chefs me recibieron y mi ánimo volvió a la vida.

—BM-sama ha pedido demasiados platillos para la boda.—Me entregaron una lista, al desenvolverla, la lista llegó hasta el piso. Mis ojos se hicieron pequeños, jamás había visto tanta variedad de sabores y postres.

—Por Quetzalcóatl... Es demasiado que hacer para el mismo día de la boda. Puedo ayudarles antes de que la ceremonia.-Me interrumpieron frenéticamente.

—No se preocupe Kano-sama, es su día, debe disfrutarlo. Además, somos cocineros de BM-sama, esto no es nada para nosotros.—Sonreí, es verdad, cuántas cosas debieron pasar para la aprobación de la Yonko.