Capítulo OO2: your lips on mine's

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Había pasado una semana de lo que pasó con Chaeyoung, cada que cerraba los ojos podía jurar que la veía, que la sentía, que el perfume de la menor se había quedado impregnado en su cuerpo y que no podía escapar de el porqué estaba penetrando lentamente cada una de las barreras que construyó a lo largo de sus años, sus ojos se abrieron como platos cuando la puerta sonó, Nayeon estaba allí porque la llamó para hablar acerca de la idea que tenía, porque fue la mente maestra la que dio la idea e hizo que siete chicas clavaron los ojos en ella.

No puede negar que es excitante saber que tiene a ocho hermosas, sensuales y atractivas chicas acechandola pero aún así le gustaría tener más control de la situación así que llamó a la mayor de todas para ponerse al tanto, con una sonrisa traviesa abrió la puerta, no había nadie así que creyó que ya estaba alucinando, traspasó la locura desde que Chaeyoung no la dejó dormir en toda la noche, es que cada que lo recuerda quiere llamarla pero recuerda que el trato era que solo podría estar con cualquiera una sola vez, no más.

Apoyó la frente en la puerta y cuando se dispuso a cerrarla una larga, pálida y fuerte mano la detuvo se quedó sin aliento al ver como se marcaba y luego un pequeño empujón que hizo que se desestabilizara, la miró asustada y luego sonrió al ver a Im con un vestido sencillo bastante lindo, de color azul cielo, le hacía bastante justifica a la figura de ésta y sobre todo hacía que toda la atención estuviera en su sonrisa, eso le pareció bastante lindo, llevaba el cabello recogido en una coleta despreocupada y unas botas blancas que aunque no fuera muy partidaria de la combinación le quedaban extraordinarias.

La hizo pasar con un ademán antes de cerrar la puerta y apoyar levemente el trasero en ésta, solo tendría una conversación tendría que aprovechar la vez con Nayeon de una mejor forma, dejar de lado las hormonas que le estaban gritando de que debía dejar que la mayor tuviera el control absoluto de su cuerpo, que la tomará e hiciera lo que sea con ella, quería ver lo que podían hacer esas fuertes manos en su cuerpo, es que de tan solo pensarlo, sus mejillas se sonrojaron levemente y caminó detrás de la contraria.

Parecía estar detallando el lugar por como sus ojos se movían de un lado a otro, escaneando cada parte de su pequeño departamento, detestaba estar en el primero piso pero era lo más económico que consiguió, no es que tenía todo el dinero del mundo, le hubiera gustado tener unos padres adinerados, la verdad es que le hubiera encantado tener padre, en primer lugar, se ha valido por sí misma desde siempre y aunque le duela es así, es ella contra el mundo y nadie más, es triste pero la pasa bien, no lo puede negar.

La coreana se sentó y acomodó el vestido con cuidado antes de cruzarse de piernas y sonreírle, si supiera todo lo que provoca en ella que sea tan descarada, mordió sus mejillas internas e hizo como que si nada había pasado en su interior, quería saltarle encima y besarla, no entendía porque tenía esas ganas tan grandes de hacerlo, es que sentía que los labios de Nayeon la estaban llamando, de una manera tan insistente y desesperada que tendría que hacerlo porque es una buena chica, le gusta complacer a los demás pero sobre todo obtener lo que quiere, cuando y como lo desee.

— Veo que estás algo ansiosa pero feliz —. Las uñas de la mayor chocaban contra la madera de la mesa y hacían un sonido ensordecedor, veía como los labios de ésta se movían pero no podía dejar de escuchar el ruido, apretó los dientes y sacudió la cabeza. — ...entonces lo que queremos es ayudarte a que sepas tu verdadera orientación sexual, sin prisas tu tómatelo con calma nosotras estamos a tu disposición —. Dijo con una pequeña sonrisa, tragó grueso al ver como se mordió el labio inferior, ni recordaba que actuará así, tan coqueta todo el rato sin descanso.

Nayeon la tomó de la cintura y la acercó, lo suficiente para que su rostro quedará frente al abdomen de la menor, ésta pensaba en cientos de cosas para controlarse pero es que como lo había dicho, tenía a personas a sus disposición y eso la calentaba tanto, el saber que con solo una llamada podría tener a la que quisiera en la puerta de su casa o en cualquier lugar, era simplemente alucinante, nunca creyó que eso llegaria a pasar en su vida, la verdad es que se veía como esas personas infelices que nunca tenían a nadie y ahora tiene para escoger.

lesbian ; 𝗺𝘆𝗼𝘂𝗶 𝗺𝗶𝗻𝗮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora