Durante mi segundo año de universidad decidí irme de casa y mudarme sola, la situación económica de mi familia no estaba bien, así que para poder pagar mi carrera tenía que conseguir trabajos de medio tiempo, me mudé a la capital para estar más cerca de la universidad y reducir los gastos de viaje, así podía ahorar para apoyar a mi familia.
Me mudé a un edificio, el arriendo era razonable un lugar humilde pocas comodidades y con muchas limitaciones, a mi lado vivía un extraño chico, callado parecía siempre estar molesto, piel tan blanca como la nieve parecía que era un vampiro solo salía de noche y durante el día pasaba en su apartamento sin hacer ningún ruido. Lo sabía porque los apartamentos no eran anti ruido, así que podía escuchar los gritos, llantos y hasta los gemidos de parejas de otros apartamentos, vivir ahí realmente era un infierno, pero que podía hacer era para lo que me alcanzaba el dinero.
El edificio donde habitabamos tenia 5 pisos, yo vivía en el último en el apartamento 6B mientras que ese misterioso chico en el 7B, jamás habíamos cruzado palabra, ni siquiera el saludo, el edificio tenía un ascensor viejo, el que se subía se arriesgaba a quedarse atrapado, por lo que aunque terminaramos cansados preferíamos subir las escaleras. recuerdo perfectamente cuando empezó la primavera era un día como cualquiera nada de especial solo un día tratando de sobrevivir como todos.
- oye!!- una voz atras de mí me hablaba con fuerza- disculpa, ¿eres la chica del 6B?- me di la vuelta y era la casera, una señora mayor que apenas podía caminar por si sola- disculpa que te detenga, ¿puedes hacerme un favor?-
- si, por su puesto- respondí tímida-
-para mi es difícil subir por las escaleras hasta el último piso, puedes cobrar la renta por mi y traermela, porfavor-
- como iba a negarme si era una pobre anciana que no tenía a nadie más- yo...les avisaré a los inquilino- tenía una extraña maña que no podía decir que no, así que tuve que aceptar-
Esa tarde me la pasé de puerta en puerta por el quinto piso cobrando la renta, unos molestos, otros insultandome y de mala gana me daban el dinero, solo me quedaba una puerta por tocar, respire hondo y toque, nadie respondió así que volví a tocar, nuevamente no respondió hasta que toque con mucha más fuerza.
- ¿Que quieres?- parado en la puerta con una cara molesta me veía fijo-
- vengo por el dinero de la renta- tímida lo veía hacerme mala cara-
-¿Quien eres tú para cobrarla?- me habló con repugnancia- no me interesa quien seas, yo bajaré a darle el dinero no vaya hacer que se pierda-
-me estaba llamando ladrona en mi propia cara pensé- mira idiota has lo que quieras- estaba cansada de tanto insulto, no iba a soportar uno más-
- no, espera te daré el dinero-
- ve tú, no vaya hacer que se te pierda- me di la vuelta dejándolo en la puerta-
Baje hasta el primer piso ha dejar el dinero a la casera, mientras subía las escaleras ese chico bajaba, pase a su lado como si no existiera.
- ey tú!- escuché una voz ronca llamarme tras mío- disculpa por lo de hace rato- me detuve pero no me di la vuelta para verlo- me llamo Yoongi-
- perdón por llamarte idiota- no dije más continúe mi camino, su voz era muy linda, el también es muy guapo pero su personalidad lo dejaba muy mal-
La vida en ese lugar era un caos, en especial para lavar la ropa, las zona de lavandería apenas tenía unas lavadoras que funcionaban por lo que lavar la ropa era toda una pelea por quien llegará primero. Cómo cualquier persona lleve mi cesta de ropa, termine de lavar y recogí todo lo que había llevado, ví como ese chico llegó después de mi se paró a mi lado con su cesto de ropa no dijo nada ni un saludo solo espero a que me quitará, continúe con la secadora espere por un rato a que estuviera mi ropa, ese tiempo revisaba mi teléfono el seguía ahí también esperando, la lavadora hizo un sonido indicando que la ropa estaba seca, el me veía esparando que terminara para meter la suya su presencia me incómodo así que saque todo rápido colocandolo de nuevo en el cesto y salí de ahí, iba subiendo las gradas cuando sentí un presentimiento, revise mi ropa una de mis tangas no estaba así que regrese.
-creo que ésto es tuyo- dijo con mi tanga en su mano-
-dame eso!- se lo arrebate de la mano con vergüenza-
- eres tan descuidada- lo ví de reojo, se estaba riendo-
Salí de ahí lo más rápido posible quería que me tragara la tierra. Porque a mí me pasaban estas cosas acaso asesine a alguien en otra vida para tener tanta mala suerte en esta.
Estaba en el sillón de mi apartamento quejándome de mi vida cuando escuché tocar a mi puerta, abrí y era él.
- tú de nuevo, ¿Que necesitas?- me sonrió sarcástico poniendome incómoda-
- dejaste más ropa en la secadora- sostenía otra ropa interior en sus manos- ¿Siempre eres tan descuidada?-
- mis calzones de abuelita habían Sido expuestos ante un chico guapo- solo dame éso- fue lo único que salió de mi, no me atreví ni a verlo a los ojos- gracias- iba a cerrar la puerta pero él la detuvo con una mano-
-¿Quieres tomar un trago?- lo ví confundida y el sonrió, tenía la sonrisa más linda que había visto en mi vida- jamás nos habíamos hablado y comenzamos de una mala manera, ¿Podemos empezar de cero? Somos vecinos deberíamos llevarnos bien-
-por un momento dude pero acepte tomar un trago con él- ¿en tu apartamento o en el mío?-
-ven al mío- lo seguí hasta su apartamento, me admire al ver tan sombrío lugar, no por la decoración si no por el ambiente, todo muy organizado pero se sentía una sensación de soledad extraña- siéntate comoda- me dió una cerveza, se sento a mi lado en su sofá-
-¿vives solo?- que estúpida fue lo único que se me ocurrió cuando claramente lo estaba-
-sonrió mientras tomaba de su cerveza- si, al igual que tú ¿En qué trabajas?-
- ahorita soy mesera en un pequeño restaurante- ví a todos lados analizando que no fuera un psicópata y quisiera hacerme algo- ¿ Y tú?-
- compongo canciones, tocó en bares, reparto comida, lo que sea para sobrevivir- me di cuenta que solo era un chico como yo, un chico para el que la vida no había Sido color de rosas- ¿Tienes novio?-
- depende con que propósito pregunten- empezamos a tomar más de la cuenta, solo ahogandonos con alcohol para olvidar nuestras miserables vidas-
- eres alguien que siempre está a la defensiva- continuaba tomando, no parecía alcohol si no agua la que consumía- veo que la vida no te ha tratado bien, la mayoría de los que vivimos aquí tenemos una vida de mierda- sabía que ya estaba ebrio porque empezó maldecir-
- creo que es mejor que me vaya- intente ponerme de pie, pero estaba demasiado ebría y caí al piso- ¿Porque no puedo irme? Acaso pusiste algo en mi bebida- apenas podía hablar y el solo sonrió cayendo al piso como yo-
-te vez mal, también me iré a mi casa- hablaba incoherencias cuando claramente estaba en su casa- te vez linda- tocó mi rostro acercándose a mí-
-¿Quieres besarme?- reía a carcajadas- ¿Quieres saber si puedes pasar de sapo a príncipe?-
Dos ebrios sin control es todo un desastre. Me beso y yo continúe ese beso que humedecido nuestras partes íntimas, en el piso sin medir las consecuencias. Sentí como mi ropa y la de él poco a poco fue siendo menos hasta terminar sin nada, metió sus dedos dentro de mi sacando y metiendolos con fuerza haciéndome gemir, beso mis senos con desesperación mientras me aferraba a su espalda, sentí como su pene tibio entro en mí, me embistió haciéndome temblar, suspiros y gemidos era lo que se escuchaba en aquella habitación, esa tarde solo me deje dominar por el alcohol y el desenfreno de hormonas que provocó aquel momento entre los dos, puede haber parado aquellas ganas, pero su tacto delicioso me hizo querer probar, sentirlo más profundo.
-¿Donde demonios estoy?- toque mi cabeza que parecía apunto de explotar-¿ Porque estoy así?- me ví desnuda en una cama que no era la mía -
Apenas podía abrir los ojos, me di cuenta que no estaba en mi apartamento y eso hizo que empezará a asustarme, estaba sola mi ropa no estaba en aquella habitación, ví el reloj que colgaba de la pared era la una de la madrugada, me cubrí con las sábanas y salí de la habitación, en la sala ví mi ropa tirada en el piso, la tomé y me vesti el lugar estaba solo, inconscientemente no me importó y me largue de ahí a mi apartamento, me tire en el sofá donde me dormí profundamente.
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mis siete primaveras(Imagina BTS)
Fanfic¿ Sabes porque están especial la primera? Porque después de un tiempo frío y agotadoras lluvias , hay cálidos y hermoso dias largos, agradables y te hace sentir que no hay un mejor momento que ese con sus bellos colores y flores, pero al irse llega...