Coming out of the dark

Capitulo 4

N-no me quiero a-alejar de usted.–dijo Louis con dificultad.

Vittorio al escucharlo pegó un brinco y rápidamente volteo la cabeza para ver si Louis se encontraba bien.

Al ver que estaba despertando pudo sentir un gran alivio en sus adentros.

–Louis no digas eso, yo no me pienso alejar de ti.–yo solo seguía derramando mas lágrimas, no entendía porque me estaba diciendo eso.

–Po-r favor, no me d-deje solo.–suplico Louis.

–Que dices Lou, ya te dije que no te dejare solo, jamás lo haré, lo prometo.–soltó con desesperación y llorando aún más.

Yo ya no entendía de donde me salían más lágrimas.

Acelere un poco más para poder llegar más rápido al hospital y que Louis no se siga desangrando.

Llegamos al hospital en 10 minutos.

Salí del coche para abrir la puerta trasera de este y poder sacar a Louis.

Cuando iba a cargarlo me di cuenta de que otra vez volvió a quedar inconsciente.
Saqué a Louis del coche cargándolo de forma nupcial.

Camine con prisa hacia la puerta de emergencia, al entrar me empecé a desesperar de no ver a nadie por ahí.

–Ayúdenme por favor.–comencé a gritar de manera desgarradora.

–Por favor, necesito un medico urgente.–las lágrimas se derramaban como el mar por mis ojos.

Mi cuerpo ya estaba cansado de tanto ajetreo que no pude más y caí sobre mis rodillas con Louis en mis brazos.

Desate el llanto como nunca antes lo había hecho.

En ese momento escuché unos pasos apresurados acercándose a mi dirección.

–¿Qué fue lo qué le pasó?.–cuestionó el doctor que se estaba acercando.

–No lo se, yo solo lo encontré así, por favor ayúdelo, no quiero que muera, no lo merece.–solté con desesperación y con la voz gangosa por el llanto. 

–Haré todo lo que está en mis manos para salvarlo, no se preocupe.–dijo el doctor haciéndole una seña a la enfermera para que fuera por una camilla.

Cuando llegó la enfermera, tomó a Louis de mis brazos y lo subió con cuidado a la camilla.

Mientras lo llevaban al quirófano trataban de detener el sangrado.

Yo no sabía que hacer en ese momento así que empecé a seguir al doctor y a la enfermera que llevaban a Louis.

Llegamos al quirófano.

–Es mejor que usted esperé aquí, debemos de analizar las heridas y que tan graves son.–le dijo el doctor a Vittorio.

–Por favor déjenme pasar a verlo.–le suplico al doctor.

–Lo lamentó, aquí no puede pasar, pero le prometo que su hijo está en buenas manos, no se preocupe.–dijo y comenzó a entrar al quirófano.