Mi Imperio [1]

Capítulo 192

"Dang Cang, Dang Cang..." Las orugas del tanque rodaron en el barro, y un tanque M4 con inscripciones mágicas delineadas en su armadura empujó hacia adelante y se estacionó junto a otro tanque m4 con un número de serie diferente.

Bajo la lluvia, los cañones fríos de estos tanques de m4 apuntaban en la dirección de la posición. Se les ordenó fortalecer la defensa aquí, equipados con artillería y ametralladoras para brindar apoyo de fuego cercano a todo el regimiento de infantería.

Con un disparo, la batalla comenzó abruptamente. Uno tras otro, los perros del diablo salieron corriendo de la cortina de lluvia y se acercaron a la posición donde estaban estacionados los granaderos de Ailan Hill.

"¡Bah!" Con un disparo, el soldado que había estado listo durante mucho tiempo apretó el gatillo contra el perro demonio que se aproximaba. Una bala salió del cuerpo y atravesó la cabeza del perro demonio. El cuerpo del perro demonio rodó hacia adelante con la ayuda de la inercia y se detuvo durante mucho tiempo.

Luego, otro perro demonio saltó de detrás del cadáver del perro demonio, con una gran boca en el recipiente de sangre, y continuó corriendo hacia la posición donde estaba estacionada Ailan Hill.

"¡Tutú! ¡Tutú! Las posiciones de las ametralladoras en las dos alas comenzaron a disparar, tamizando a estos perros demoníacos cerca del frente. Sin embargo, más perros demoníacos pasaron frente a los cadáveres del mismo tipo y se acercaron a la posición humana indefinidamente.

"¡De repente!" Por encima del tanque m4, la ametralladora de rumbo y la ametralladora coaxial en la torreta comenzaron a rugir, e innumerables balas trazadoras dibujaron una línea recta en la posición. En solo un instante, el perro demonio que se acercaba a la posición se rompió en pedazos.

En el dosel que se había construido hacía mucho tiempo, estaba lista una ordenada fila de morteros. La artillería había puesto la bala de cañón en la boca del cañón, y solo esperaba una orden para soltar las palmas que sostenían la bala de cañón.

El comandante del batallón de artillería no hizo esperar a sus hombres y pronto dio la orden de disparar. Hubo un sonido amortiguado de una fila de morteros, y una docena de proyectiles hicieron un hermoso arco en el cielo y cayeron sobre el ejército atacante del perro del diablo.

La batalla fue feroz al principio, innumerables perros demoníacos fueron golpeados en pedazos, y la sangre negra se mezcló con el agua de lluvia que fluía por todas partes, convergiendo en arroyos en la tierra seca y extendiéndose a lo largo de la textura de la tierra.

Más allá, un grupo de artilleros agitaba la manivela en sus manos, y un obús de 105 mm, uno al lado del otro, levantó su cañón bajo la lluvia.

El cargador empujó un proyectil en el cañón y cerró el bloque de la recámara. El artillero tiró de la cuerda del arma y el percutor encendió el cebador, enviando el proyectil.

"¡Auge!" Un cañón lanzó una bocanada de humo blanco y la fuerza de retroceso hizo que el dispositivo de reinicio hidráulico se comprimiera hasta el extremo inferior y luego regresara lentamente a la posición inicial.

Se desatornilló el cerrojo, y un proyectil caliente cayó al suelo, y la lluvia lo golpeó, salpicando un humo blanco y suave.

Se cargó otra bala de cañón nueva en el cañón y luego se volvió a cerrar el bloque de la recámara bajo la lluvia cada vez más fuerte. La artillería empapada continuó su batalla.

Una tras otra, balas de cañón de gran calibre cayeron entre los perros demoníacos, y la lluvia trajo una tormenta con lodo. Numerosos perros demoníacos fueron alcanzados por la metralla, y algunos perros demoníacos volaron por los aires por la explosión, rompiéndose y salpicando en todas direcciones.