El pasado que se empeña en regresar

5.1K 540 6
                                    


Ella despertó como cada mañana rodeada del aroma del café que preparaba Gabriel. Se vistió algo formal para la oficina pero con ese toque chic que la caracterizaba.


Debía reconocer que Stathopoulos había estado muy medido esas semanas en sus avances, se habían concentrado mucho en el proyecto.


Stathopoulos no escatimaba en recursos quería lo mejor para sus campañas al precio que fuera.


Era inevitable notar que la única voz que el escuchaba era la de Victoria.


Para amargura de Eduardo que trataba de darse importancia y quedaba relegado a un lugar casi de mensajero. Loukas daba señales inequívocas de atracción hacia Victoria no solo en la forma de tratarla si no también en los presentes que le hacía. Ya fuera una orquídea o sus bombones favoritos o el solo hecho de almorzar con ella sin invitar a nadie más hacia ver su preferencia sin disimulo. Llego el viernes y en cierta forma había estado todo el día pensando en Gabriel. Toda la semana había estado yéndose muy temprano y volviendo muy tarde. Había cruzado pocas palabras con el y los últimos dos días casi no se habían visto.


El estaba concentrado en el jardín. Era grande y con plantas de todo el mundo y cada uno llevaban un tratamiento diferente. Le gustaba lo que estaba haciendo. Estaba aprendiendo mucho y avanzaba rápido. También había terminado de arreglar la casa de huéspedes para poder habitar allí y no molestar a Victoria en la casona.


Ella no había dicho nada más sobre Stathopoulos las pocas veces que la había visto esa semana. Sabía que estaba trabajando mucho y tenía miedo de que ella cayera rápidamente en las garras de Loukas.


Ese viernes había estado todo un poco más complicado que de costumbre.


Estaban trabajando en la oficina de Eduardo porque era inútilmente más amplia y cómoda que las demás, el se sentía incomodo no le gustaba que invadieran así lo que consideraba su espacio pero ante Loukas no había replica posible.


Se acomodaban a media mañana en esa oficina y comenzaban a trabajar con todo el equipo luego al medio día llegaba Stathopoulos hablaban sobre los avances en las ideas de la campaña y siempre invariablemente almorzaba con Victoria, aun cuando todo el equipo estuviera allí su atención iba pura y exclusivamente hacia ella.


En cuanto llegaba Stathopoulos a la oficina esta se convertía en un desfile de empleadas entrando y saliendo por bobadas solo para que él las notara.


Ese día en particular el estaba algo fastidioso. Una de sus amantes había enviado mensajes y fotografías a su mujer y aunque ella no se había sorprendido sí le molesto que la otra mujer tuviera su número personal y le reprocho duramente el descuido a Loukas.


Victoria noto que él estaba de mal humor y quizás necesitaban salir de la oficina para que el resto del equipo no sufra las consecuencias del su malestar.


_ ¿qué te parece si salimos a almorzar al puerto?_


Victoria ( en edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora