Diferente....

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Las cuerdas que sujetaban sus muñecas, eran fuertes y grandes, y sin duda era un varón quien la mantenía presa. Tenia sospechas de quienes podrían ser. Lo sospechas? Sabía que eran los chicos del campamento de aquella vez. La dirigían hacia algún lado a base de empujones y gritos, para sus suerte se había puesto la capucha antes de que la tomaran; su cabello iba suelto y no la dejaba ver bien pero, el resplandor del enorme fogón la alertó de su posición abriendo los ojos y levantando la mirada solo un poco ve al chico flautista parado allí iluminado por la llamas. Si bien era bastante guapo no debía bajar la guardia.

-Lo encontramos Pan...

Sintió sus muñecas ser soltadas de un tirón logrando que la parte enrojecida por las cuerdas ardan, sin mirar al frente masajea sus muñecas.

-Bueno niño.... Llevamos días buscándote.

Empezó a hablar el que parecía ser el líder caminando a su alrededor. Ella notando que no sabía de su identidad calló siendo discreta y astuta mirando las posibles rutas de escape.

-Eres inteligente y escurridizo, nos tomo mucho tiempo encontrarte pero se acabo déjame decirte....

Al carajo la discreción y la astucia... Corrió empujando a Pan e internándose en el bosque es sorprendida por una trampa que la deja en el suelo atada de pies y manos. Las risas de los chicos no se hizo esperar y mas aun del líder que le tomo la capucha y la bajo.

-Eres una...chica?

Pregunto uno de los chicos alejándose junto con los demás, mirando extrañada nota la razón de su miedo. Pan estaba furioso ordena a los niños llevarla a su cabaña. Aunque pateara y se removiera ellos no la dejaban hasta sentir una mullida superficie bajo su cuerpo. La dejaron ahí aun amarrada.

-Que hace una chica tan linda aquí eh?

Pronunció en tono seductor acercándose, gateando sobre la cama hasta ella. Sin embargo un pie desnudo y mugroso se apoyó en su pecho e hizo presión alejándolo.

-Donde carajos estoy?!

-En Neverland preciosa y ya nunca te iras...

-Jodete!!

Y con esas palabras el chico recibió una patada que lo mando fuera de la cama, con enojo se levanto y golpeó el rostro de la chica con su palma. Y lo vio, esos ojos miel mirándolo con furia contenida, notaba como apretaba los dientes. Que bella imagen no crees Pan? susurro en su cabeza con la delicadeza de una serpiente, esa voz; esa maldita voz que siempre lo enojaba pero esa voz nunca se equivocaba y esta no era la excepción. La ojimiel se veía preciosa, y aún más con esa sonrisa prepotente que le dedicaba ahora. Se sentía volar y dar contra el suelo. Me avergüenzas Petie... Ahora estaba en el suelo amenazado por su propia espada en su cuello y la chica sobre el.

-Déjame ir... Haz que los demás dejen de seguirme... Pan...

El tono amenazante de la chica era real, pero también esa voz era tan bella enojada... No te enamores... Es solo una chica más Pet....

-FÉLIX‼

Exclamó exaltando a la chica, segundos después apareció su mano derecha en la puerta. Y mirándola con odio el de verde solo pronuncio algo apretando los dientes.

-Llévala a la jaula...

-Como ordenes Pan...

Y el rubio iba a cumplir con la orden si la chica no lo hubiese pateado en donde más le dolía a un hombre, el caer y retorcerse fue un espectáculo gracioso para ambos pero la chica fue la que soltó la carcajada. Cosa que aprovechó el chico para cambiar posiciones. Qué harás ahora mi amor? La chica acostumbrada a los cuestionamientos de su mente sonríe. Verlo a el retorcerse también. Responde con simpleza levantando su rodilla y golpeando también a Pan. se levanta tomando la espada, pero olvido algo. Un rubio que esta tras ella la golpea en la cabeza y cae al suelo inconsciente.

-No es como las demás. OH y ahora lo notas?

-Al parecer no... que haremos con ella?

-Llévala a la jaula, vamos a enseñarle quién manda aquí... Y quien manda aqui eh? Tú? Claro que soy yo...

Las risas en su mente se escuchan estruendosas mientras ve como Félix se llevaba a la fémina de su cabaña. Interesante.... Me voy a divertir mucho... Y de nuevo las risas. Suspira y se sienta en la cama. SÓLO CÁLLATE‼


Somos idiotas... AmbosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora