2: Inseguridades

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Jimin no quiso preguntar ni decir nada más, simplemente se despidió de Jungkook y se bajó de la camioneta blanca dejando a su novio con una confusión tremenda por el cambio de actitud tan repentina que tuvo.

El castaño entró a su casa que estaba en completo silencio pues su padres no se encontraban ahí ya que se habían ido a un viaje de negocios, dejó sus llaves sobre la mesa de centro en la sala y a perezosos pasos subió las escaleras llegando a su habitación en el segundo piso.

Se dejó caer rendido sobre la cama y trató de no pensar en el mensaje que Somi le envió a su novio, en serio lo intentó pero no pudo, a su mente llegaba la foto de la mujer, que aunque no se le veía el cuerpo podía suponer que era muy delgada, algo que él siempre quiso.

Se puso de pie y caminó hasta el espejo de cuerpo completo que tenía al costado de su closet y poco a poco fue levantando su suéter dejando al descubierto el área de su abdomen, si bien era cierto él era delgado, pero ya no tenía el abdomen tan plano como antes de conocer a Jungkook, dicen que el amor es engordar juntos bueno probablemente eso fue lo que pasó aunque el pelinegro seguía conservando su musculoso y trabajado cuerpo sin llegar a ser exagerado.

—Debo perder peso —se dijo a sí mismo bajando su suéter y sintiéndose algo frustrado por su figura.

Esa noche a pesar de tener mucha hambre no comió nada y se quedó dormido con el sonido de su estómago pidiendo por alimento.

ººº

El día volvió a dar vuelta y con esto una nueva mañana había llegado, una mañana en la que Jimin se sentía muy apagado, por lo general al despertar le gustaba ir al jardín que tenía en la parte trasera de su casa y regar las plantas que él junto a su madre había plantado y cuidado hasta que estas crecieran, pero hoy realmente no tenía ganas así que simplemente se duchó haciendo un esfuerzo y se vistió para ir a la universidad, por suerte para él hoy salía de vacaciones que aunque solo fueran de dos semanas las aprovecharía para hacer mucho ejercicio.

Bajó hasta la cochera de la casa y montándose en su nuevo vehículo, un Audi A8 que le regaló su padre, emprendió camino a su centro de estudio.

Por otro lado de la ciudad un pelinegro se encontraba terminando de fotografiar a modelos que lucían unos nuevos accesorios de la marca.

—Listo, ya quedó —dijo— Hemos terminado, ya solo queda editar las fotos.

Estaba muy concentrado revisando una por una las fotos que su cámara había captado cuando de pronto alguien tocó su hombro haciendo que se girara para ver de quien se trataba.

Una sonrisa apareció en sus labios cuando vió a Somi frente a él, ella llevaba su cabello rubio suelto y estaba vestida con una blusa de manga corta color blanco y con un chaleco y falda a juego de color celeste que le daban una apariencia de colegiala.

—Hola Kook —dijo sonriendo mientras se acercaba a darle un beso en la mejilla.

—Somi, que bueno verte —respondió amable— ¿Cómo estuvo la fiesta de tu hermanito?

—¿Cómo sabes de la fiesta? —preguntó con intriga.

—Anoche me mandaste una foto tuya donde me lo decías.

La rubia sacó de inmediato su celular para revisar su chat con Jungkook y efectivamente ella había mandado esa foto.

—Oh lo siento mucho —dijo apenada— Yo me equivoqué esa foto era para mi mejor amigo —se excuso fingiendo que no lo había hecho apropósito, pero la verdad era otra, ella sí le mandó la foto a Kook con otras intenciones pero claramente no lo iba a admitir.

Desde el día anterior que vió al pelinegro por primera vez quedó completamente impactada por la belleza que el chico poseía y se juró a sí misma que iba a terminar de novia con él sin importar lo que tuviera que hacer y su primera jugada fue lo que hizo ayer.

—Entiendo —respondió Jungkook— de todas formas te veías muy bien.

—Gracias —sonrió con un rubor en sus mejillas— Espero que ese mensaje no te haya interrumpido.

—No te preocupes, solo estaba con mi novio.

Somi abrió tanto los ojos que parecía que se iban a salir, ella todo este tiempo había pensado que el chico no tenía pareja y por eso creyó que todo el tema de conquistarlo sería mucho más fácil, pero ahora la cosa cambiaba, si ella quería algo con Jungkook se iba a tener que esforzar mucho más y sin duda lo iba a hacer, aprovecharía las horas de trabajo para coquetear con Jungkook y de esa forma persuadirlo para que deje a su novio.

—Entiendo, ¿me enseñas una foto de él? —preguntó con una sonrisa que a simple vista se veía amable pero era todo lo contrario, ella quería ver quien era su rival.

Jungkook sacó su móvil y no fue muy difícil encontrar una foto de Jimin ya que tenía una como fondo de pantalla, en la imagen el castañito lucía muy tierno con una sonrisa perfecta y un eye smile.

—Es muy bonito —mencionó sincera, pues si le pareció atractivo y malditamente tierno— Lo debes querer mucho como para tenerlo de fondo de pantalla.

—Lo amo —dijo el pelinegro sonriendo— Hace un poco más de un año le pedí que sea mi novio y juro que desde ese entonces soy mucho más feliz.

—Bueno, pero hay un dicho que dice que nada es para siempre —soltó sorprendiendo a Jungkook— Claro que no digo que lo tuyo con él vaya a terminar, solo que siempre debes estar abierto a más opciones.

—No necesito otras opciones —respondió inmediatamente— Adiós Somi, debo seguir trabajando —guardó su móvil en el bolsillo de su abrigo y cogiendo su cámara se fue hacia su estudio un tanto incómodo por el comentario de la mujer. 

ººº

Listo, aquí el capítulo dos, ahora si me despido bye bye <33

𝘋𝘳𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴 𝘓𝘪𝘤𝘦𝘯𝘴𝘦  //  𝒦𝑜𝑜𝓀𝓂𝒾𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora