12: Otro corazón roto

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Seis meses después

—No puedes enojarte por eso —se quejó— También tengo derecho a salir con mis amigos.

Hace unos cuantos meses Somi se había mudado con Jungkook y aunque a él no le parecía no puso objeción para evitar pelear con la rubia.

Desde que su relación comenzó, que fue tan solo dos días después de romper con Jimin, Somi había cambiado notoriamente, ella era más impulsiva y controladora, no quedaban rastros de la chica dulce y tierna que conquistó el corazón del pelinegro.

Jungkook se trataba de convencer que solo era una etapa y que lo soportaría porque la amaba, pero la realidad era que estaba agotado de ella y si era así en tan poco tiempo no quería ni imaginarse lo que sería de su relación en unos cuantos meses más.

—¡Vete entonces! —gritó la rubia— Ya no eres el mismo, Jungkook, ahora me ignoras y tratas de alejarte en todo momento, que yo recuerde no eras así con Jimin.

—No metas a Jimin en esto —elevó la voz.

La mención del castaño lo ponía nervioso y no sabía por qué, aunque desde hace un tiempo atrás lo pensaba e incluso soñaba con él, no quería aceptarlo pero en el fondo sabía que aún no lo había superado y eso cada día le pesaba más.

—¡¿Por qué?! ¡¿Acaso lo extrañas?!

Sí...

El pelinegro suspiró y cogiendo su chaqueta salió del departamento dando un portazo, esa mujer le sacaba de quicio.

Tras caminar por largos minutos llegó a un bar, donde entró para tomar algunos tragos y relajarse, se sentó en la barra y pidió un tequila, mientras esperaba recorrió con la mirada todo el lugar encontrándose con la sonrisa más hermosa que había conocido hace unos años atrás.

A tan solo unos metros de él estaba Jimin con un grupo de amigos, el castaño estaba riendo y eso le hizo sonreír recordando el tiempo junto a él, tiempo que lamentablemente ya había pasado.

Su pedido llegó y lo bebió de un solo sorbo para luego tomar otra y otra copa más, viendo como un chico de cabellos grises abrazaba a su castaño.

No, ya no era su castaño, pero por algún motivo pensó que sí y tal vez envalentonado por el efecto del alcohol se puso de pie y caminó hasta donde estaba Jimin.

Jimin al sentir una fuerte mirada sobre él se giró hallando los penetrantes ojos de cierto pelinegro, se sorprendió al verlo pero eso fue todo, su corazón ya no se emocionó, ya no latió con tanta rapidez como lo hacía antes.

—Jungkook —salió de sus labios.

Al oír la suave voz de Jimin, el pelinegro dejó caer unas cuantas lágrimas, no se había dado cuenta lo mucho que lo extrañaba hasta ahora, también entendió que nunca dejó de amarlo, porque a diferencia del castaño su corazón sí se emocionó y latió con fuerza al verlo.

Las ganas de abrazarlo aparecieron y no se contuvo, lo envolvió con sus brazos esperando que Jimin correspondiera, mas no pasó, el castaño se quedó con los brazos pegados a cada lado de su cuerpo.

Jungkook lo soltó y acarició sus mejillas, delineó con sus dedos cada parte del rostro del que un día fue su novio, solo ahora podía ver lo tonto que fue al reemplazarlo por algo efímero.

—Basta —Jimin se apartó— Estás borracho y yo estoy con mis amigos, debes irte.

Era cierto que había tomado muchas copas de tequila pero a pesar de eso estaba lúcido por ello negó con la cabeza.

—Ven conmigo —pidió— Hablemos, por favor.

El castaño suspiro para luego asentir, se despidió de sus acompañantes y salió junto a Jungkook, el frío los golpeó a ambos pero lo ignoraron y caminaron hasta llegar a un parque.

El silencio que antes era reconfortante entre los dos, ahora se había vuelto incómodo y Jimin quería acabar con eso de inmediato.

—¿Y bien? dime lo que tengas para decir.

—Perdóname —susurró.

El corazón del pelinegro se apretó cuando ningún gesto apareció en la cara de Jimin, las lágrimas una vez más volvían a sus ojos, tal vez era su turno de sufrir.

—Ya te perdoné —dijo Jimin.

Una ligera sonrisa asomó en los labios de Jungkook y lo volvió a acariciar de la misma manera en que lo hizo en el bar, volviendo a contar sus pecas y sus lunares, aquellos rasgos que había extrañado tanto.

—¿No me odias? —preguntó con las esperanzas a flor de piel.

—No, Jungkook, no te odio —respondió mirándolo a los ojos— de hecho yo ya no siento nada por ti, así que puedes estar en paz.

La emoción que el pelinegro sintió hace unos segundos atrás se disipó por completo y fue reemplazado por un dolor creciente en su pecho.

Del mismo modo que Jimin se sintió un día, se estaba sintiendo Jungkook y tragándose su orgullo restante lo abrazó de nuevo para llorar sobre el pequeño hombro.

—Ámame de nuevo, por favor.

El castaño suspiró para evitar sollozar, no era de piedra y le dolía que Jungkook sufriera, pero ya no podía amarlo, el tiempo pasó y él tuvo que obligarse a dejar ir a la persona que más amaba en ese momento, no fue fácil sin embargo lo logró y ahora no estaba dispuesto a reabrir sus heridas.

Se separó del pelinegro y ya listo para continuar con su camino, habló.

—Antes de irme quiero que sepas que te amé como a nadie, pero del mismo modo que llegaste a mi vida te fuiste y yo tuve que continuar, ahora tú debes hacer lo mismo —una lágrima se deslizó por sus mejillas— gracias por todos los momentos compartidos, los guardo en mi corazón y al recordarlos ya no duelen.

—Jimin...

—Adiós, Jungkook —secó su rostro— espero de todo corazón que tengas una buena vida y que seas feliz.

El castaño se giró y avanzó a grandes pasos perdiéndose por las calles de Seúl mientras Jungkook lo veía alejarse cada vez más y más, ahí veía irse al amor de su vida que ahora solo sería una estrella en su cielo, una estrella fugaz que le cumplió muchos deseos pero que ya no volvería otra vez para alumbrarlo.

Al final cada uno eligió su destino, Jungkook tomó malas decisiones y eso lo llevó a perder a su amor, y Jimin, él decidió no quedarse estancado en el pasado y volver a ser feliz.

Ahora ya no existía un Jimin y Jungkook, ahora nuevamente sus nombres se leerían por separado y nunca más los volverían a encontrar en la misma frase, ahora solo eran dos extraños, dos extraños con millones de recuerdos en común.

Fin.

ººº

Esta historia ha culminado 😭 gracias a todas las personas que lo leyeron y esperaron mis actualizaciones con paciencia, lxs amo demasiado y ya nos volveremos a encontrar en alguna otra historia, adiós. 💖

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𝘋𝘳𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴 𝘓𝘪𝘤𝘦𝘯𝘴𝘦  //  𝒦𝑜𝑜𝓀𝓂𝒾𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora