9: Dos semanas sin ti o, ¿toda la vida?

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Esa noche Jimin prefirió no hablar nada más con Jungkook y dejar que se vaya, desde entonces ya habían transcurrido dos semanas, semanas en que no habían tenido ningún tipo de comunicación ni siquiera en su cita de los viernes ya que ninguno había asistido.

El castaño por su parte intentaba continuar con su vida aunque le costara no saber nada de Jungkook, sus clases ya habían empezado y ya no tenía tiempo para concentrarse en el ejercicio así que solo había reducido sus porciones de comida que ahora prácticamente eran nulas.

—Bien, eso es todo por hoy, pueden retirarse —dijo el profesor para dar por finalizada la clase y salir del salón.

Jimin guardó todas sus cosas en su pequeña mochila y salió en compañía de su mejor amiga, Hyejin.

—¿Tú y Jungkook terminaron? —preguntó ganándose una mirada de confusión por parte del castaño— Digo porque ayer lo vi andando de la mano con una chica.

Jimin tragó saliva y su rostro se desfiguró, Jungkook no sería capaz de estar engañándolo ¿verdad?

Era cierto que ya no mantenían ningún tipo de comunicación pero ellos en ningún momento terminaron, Jimin solo creía que se estaban tomando un tiempo para pensar bien las cosas y volver a ser la feliz pareja que eran antes de que Somi apareciera en sus vidas.

—No hemos terminado —respondió Jimin con un hilo de voz— Solo no estamos bien desde hace unas semanas, pero lo arreglaremos, estoy seguro.

Hyejin lo miró sintiendo pena por él, ella sabía que Jimin se había enamorado hasta los huesos de Jungkook y que tal vez por eso él se negaba a ver la realidad.

—Estoy aquí para escucharte si quieres hablar —dijo ella abrazando al castaño— Bueno, estoy aquí para lo que tu quieras.

—Gracias, Hye —abrazó a su amiga y se despidió para luego montarse en su carro y desaparecer.

ººº

Luego de dar varias vueltas en círculos por la misma plaza, Jimin decidió que era momento de aclarar las cosas con Jungkook, por ello cambió de dirección y condujo hasta el departamento de su ¿novio? esperando encontrarlo ahí.

Una vez llegó subió hasta el piso que le correspondía al pelinegro y dio dos golpes, la puerta fue abierta casi de inmediato mostrando a un Jungkook adormilado que solo llevaba puesto un pantalón de chándal.

—Hola —dijo Jimin sin saber muy bien qué hacer o qué más decir.

—Jimin, no esperaba verte —el pelinegro se frotó los ojos y se hizo a un lado— Pasa.

El castaño asintió e ingresó al lugar en el que había pasado muchos días y muchas noches, todo lucía igual que siempre excepto por una pequeña casaca roja que reposaba sobre un sofá, aquella prenda era imposible que fuera de Jungkook, pero Jimin no quería sacar conclusiones adelantadas así que espero a que su novio le explicara o simplemente ignorar ese detalle.

—¿Cómo has estado? —preguntó Jungkook— Luces muy delgado.

Las mejillas de Jimin ya no estaban tan llenitas como antes y su cuerpo era mucho más angosto.

A través de la camisa casi transparente se podía notar su abdomen plano y eso era algo que enorgullecía a su portador, por fin sus abdominales y su dieta habían dado fruto, ahora se sentía bonito, aunque nunca lo dejó de ser.

—Estoy bien —se encogió de hombros y aclarándose la garganta continuó— Tú y yo, ¿aún estamos juntos?

Jungkook sonrió de lado y se acercó hasta quedar muy cerca a Jimin, besó su frente, la punta de su nariz y finalmente sus labios.

—Claro que estamos juntos, tortuguita —respondió acariciando las mejillas del castaño— Sé que han sido dos semanas que no hemos tenido contacto, pero el amor está ahí y eso es suficiente para mantenernos unidos.

—Ni siquiera me enviaste un mensaje o algo para saber cómo estabas —lágrimas cayeron de los ojos de Jimin— Y para empeorar todo, hoy Hyejin te vio andando de la mano con una rubia y no hay que ser un sabio para saber que es Somi.

Jungkook movió su cuello hacia ambos lados tratando de relajarse, otra vez volvían los reclamos del castaño y ya le aburría esa situación. No sabía en qué momento Jimin había cambiado, antes él no era celoso y no hacía tantos berrinches como ahora.

—Jimin, tú tampoco intentaste contactar conmigo —se excusó— Y sí, ahora paso mucho tiempo con Somi así que debe ser normal para cualquier persona vernos juntos andando por la calle.

Por alguna razón las palabras del pelinegro no sorprendieron a Jimin porque desde que esa mujer se cruzó en la vida de su novio todo cambió, Jungkook le daba mucha atención a ella y eso lo pudo comprobar la noche en que él sonrió por la foto que la rubia le envió y lo comprobó nuevamente cuando justo ahora el móvil de su novio vibró y se prendió por una notificación, y en el fondo de pantalla ya no estaba él, sino... Somi.

Ella había desplazado a Jimin del corazón de su amado, en muy poco tiempo ella logró que Jungkook dejara de emocionarse por ver a Jimin y eso solo significaba una cosa... el fin de una historia de amor que pudo dar para mucho.

El castaño secó sus ojos, ya no quería mostrarse débil ante la persona que no era capaz de darle el valor que se merecía.

—Ella sale muy bien en esa foto —dijo Jimin apartando su vista de la pantalla del móvil— Cuando llegué dijiste que me veo muy delgado, ¿sabes por qué lo hice?

Jungkook negó con la cabeza y confundido esperó a que el castaño que un día amó con tanta intensidad continuara hablando.

—Para parecerme un poquito a ella —susurró con un nudo en su garganta— Para volver a tener tu atención como antes, pero supongo que nada es suficiente. Hace dos días me desmayé en la universidad por no comer nada durante cinco días y aún así no me importó con tal que ante tus ojos me viera bonito, pero creo que tú ya no me mirarás porque tus ojos ya ven a alguien más, ¿no es así?

El pelinegro bajó la mirada sin decir ni una sola palabra, no quería lastimar a Jimin al confirmar que todo lo que imaginaba era cierto, él ya no sentía cosquillas al ver al castaño, sus manos ya no picaban por abrazarlo y sus labios ya no querían besarlo, porque ahora, tal y como dijo Jimin, él ya veía a alguien más.

—Lo siento —fue lo único que logró articular.

Con las últimas palabras el corazón de Jimin se terminó por romper, todo había acabado.

—Desearía que ella no existiera.

Jimin salió como pudo del departamento que conocía a la perfección y entró a su vehículo, con su manos golpeó el timón y dejó salir las lágrimas que contuvo frente a Jungkook. Solo le quedaba ser fuerte y dejar ir.

ººº

En este espacio pueden dejar sus comentarios insultando a Jungkook y a mí. 

Bueno, salo faltan 3 capítulos para terminar esta historia así que los publicaré mañana y me despediré de "Drivers License" adiós <33

𝘋𝘳𝘪𝘷𝘦𝘳𝘴 𝘓𝘪𝘤𝘦𝘯𝘴𝘦  //  𝒦𝑜𝑜𝓀𝓂𝒾𝓃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora