Traidora... || boku no hero academia

CAPITULO 41

-bien, entonces, todo comenzó hace como dos años y medio más o menos, yo iba tranquilamente caminando por la calle, sola, escuchando musica, totalmente metida en mis pensamientos, hasta que me topé con un grupo de gente que señalaba el techo de un edificio y lo miraban, horrorizados por completo; me dio curiosidad saber que pasaba, ¿tal vez un villano? Me pareció la opción más lógica, pero no, al levantar la vista de mi teléfono vi a un niño, a un joven de mi edad parado al borde, a punto de lanzarse 15 pisos en caída libre hacia el asfalto; no iba a sobrevivir, pero aún así lo hizo, lo vi caer en cámara lenta, y yo fui la única persona que pudo reaccionar, abrí mis alas y lo salvé, estaba como a 2 pisos de llegar al suelo, pero en su lugar cayó en mis brazos. Yo lo subí de nuevo al techo, para que las personas no lo molesten, ahí, una vez lo pude calmar, la pregunté su nombre, "Izuku Midoriya" me dijo, yo también me presenté, con una sonrisa, lo ultimo que quería era hacerlo sentir culpable o juzgado, y al final logré que se abriera conmigo; sentí tanta lastima por él, estaba tan solo y roto que no pude pensar en nada más que en ayudarlo, lo que él me dijo sobre ese techo era que las burlas por su sueño de ser héroe, y el bullying fueron más fuertes que él, por eso quiso saltar, por suerte yo lo salvé- durante la primera parte de mi relato perfectamente ensayado, raramente levanté la vista de mis dedos, y las pocas veces que lo hice, fue para mirar los ojos de mi chico.
-tras ese día, me puse como objetivo ser su amiga y apoyarlo; y lo logré, no fue difícil lograr qué confiara en mí, en cuanto vio que mis intenciones eran honestas me gané su confianza. Un día volvió de la escuela algo golpeado, y desde ese día yo comencé a acompañarlo a la entrada y a la salida, y en el momento que unos matones se nos quisieron acercar para molestarnos, les dejé bien en claro que no se volvieran a meter con él-
-Zuku no tardó en convertirse en mi mejor amigo en el mundo, hablábamos horas y horas, y nuestros teléfonos ya no tenían espacio para todas las fotos que nos tomábamos y las capturas de pantalla que enviamos, así que yo compré un teléfono solo para nosotros, y es este- lo tomé con fuerza entre mis manos- esto es todo lo que tengo de mi mejor amigo ahora que ya no lo puedo ver más porque es un criminal internacional, justo cuando nuestra relación comenzaba a ser como antes...-
-¿Pero qué pasó? Porque aquí no parecían ni conocidos-
-nos peleamos, un día alguien lo quiso molestar, yo me puse como loca y comencé a golpearlo, a él no le gustaba la violencia, y aunque el chico lo molestaba, Zuku lo quería mucho; él se enojó conmigo, y yo me enojé porque él se enojó. Ese día discutimos y nos distanciamos, pero aquí parecía diferente, creí que podría tener a mi mejor amigo de vuelta, pero parece que no- comencé a fingir malestar con mi voz, la cual tiembla un poco.
-Peque...- dijo con pena, y volvió a abrazarme- ¿Por qué no dijiste nada cuando eso pasó?-
-porque Kacchan y todos los demás se sentían mal, y tenía que apoyar a mis amigos, no estaban bien, no iba a desmoronarme frente a todos, así que lo hacía cuando estaba sola-
-¿Por qué te haces eso? No es sano, si te sientes así de nuevo, pase lo que pase, ven conmigo, no vuelvas a guardarte lo que sientes; eso es lo que siempre dices, que hay que expresar los sentimientos, que no es bueno reprimirlos, así que la próxima vez, cuando pase algo similar, te voy a raptar y no te voy a dejar ir hasta saber que estás bien-
-está bien, acepto raptos, tienes mi permiso- bromeé para aligerar el ambiente- pero no te preocupes por mí, esto fue solo porque no quería que todos vean las fotos, es que yo era bastante diferente antes, muy, diferente, de hecho-
-¿Tanto?-
Asentí y, sin dejar que vea la pantalla, busqué en la galería fotos de la primera semana en la que conocí a Izuku y le mostré una- sí, tanto-
En la foto me veo yo, mi antigua yo, las cuál no se parece en nada a la actual, es decir, sigo siendo yo, la forma de mi cara y mis ojos son los mismos, pero mi cabello era más largo, bastante más, y era mitad blanco y mitad negro, como Cruella, por no hablar de todas las perforaciones, una en el lado derecho de la nariz, el snake bite con argollas pegadas al labio, y uno en la lengua, y en las orejas tenía varios aros de un tamaño considerable, desde el más normal, que suelen tener todas las mujeres, hasta el helix, la caracola y el industrial, que sería la barra que va de lado a lado de la oreja; el tipo de maquillaje también es distinto, sobre todo por el delineador tan marcado y los "tatuajes" que hacía con el, los cuales, para ser honesta, me salían increíbles.
-wow, ¿esta chica y mi novia en serio son la misma persona?- preguntó, totalmente sorprendido.
Volví a asentir, él puso el teléfono al lado de mi rostro y sus ojos no paraban de ir de un lado a otro, como intentando ver las similitudes- sé lo que piensas, no fue mi mejor época hablando de apariencia-
-eras hermosa- dijo, dejando la vista quieta en la pantalla unos segundos- es decir, ahora lo eres aún más, pero te ves increíble en la foto, las perforaciones y el cabello, es tan... wow- dijo, bastante embobado viendo la foto y a mí, con una expresión que me pareció muy tierna- ¿Por qué te los quitaste?-
-fue unos dos o tres meses antes de los exámenes de admisión, me gustaba mi estilo, pero pensaba que era tiempo de un cambio, la apariencia rebelde y rockera no podía durar por siempre, y no quería que la gente me juzgara por mi estilo, ni tampoco quería que la gente tuviera problemas para confiar en mí, así que me quité los piercings y la tintura, dejé sanar mi piel y mi cabello, y así quedé, y antes, cuando tomaron el teléfono, sentí algo de miedo de que me juzgaran o algo así, pues somos casi dos personas distintas-
-no tienes porqué, ellos nunca te juzgarían por tu apariencia, ya te conocen, y una foto vieja no cambiará nada-
-sí, ahora que lo dije en voz alta suena bastante estúpido, pero igual, prefiero que no lo sepa nadie más- recuperé la compostura por completo.
-lo prometo- puso su mano sobre su corazón y sonrió- de mí no saldrá una palabra-