CAPITULO 10

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Nos lanzamos sobre el otro casi como animales, sin control. Yo abracé su cuello y el mi cintura, para hacerme retroceder hasta chocar con una de las paredes, dejándome acorralada.

-no creas que no he notado como me miras en clases, no eres muy discreta- dijo.

-no intentaba serlo, quería que lo notaras; además, tú tampoco eres muy discreto, siempre puedo seguir tu vista hasta mi falda-

Nuestras lenguas acariciaban cada centímetro de la otra, sin dejar un solo lugar sin recorrer. Mis manos encontraron su lugar en su cabello y las suyas en mi espalda.

Sin separarnos, me levantó del suelo e hizo que abrace su cintura con mis piernas. Nadie lo hubiera pensado, pero su ropa suelta esconde fuertes y bien definidos músculos que no esperé que estuvieran ahí.
No nos movimos de esa posición por un par de minutos, y yo sí lo estaba disfrutando, pero la ropa ya me quemaba la piel. Junté fuerzas para dejar sus brazos y me dirigí hacia la cama, asegurándome de presumir mi cuerpo en cada paso.  Llegué hasta esta y  usé mis manos y rodillas para llegar hasta el centro- ¿No vas a venir?- pregunté, al ver que no se había movido un centímetro. Al oír mi voz, se apresuró hacia mí y lo tuve encima mío en cuestión de segundos.   
-¿Puedo?- volví a preguntar, sosteniendo el borde de su ropa. Antes de que pueda responder, ya se la había quitado, dejando al descubierto su musculado torso.     
Él parecía bastante asombrado por mi iniciativa como para reaccionar, así que tomé el control. Lo empujé hacia el colchón por los hombros y me senté sobre él.
Lo besé en los labios una vez más para luego bajar y repartir húmedos besos y suaves mordidas en su cálida piel blanca. 
Una vez llegué hasta el fin de su abdomen, pasé la punta de mi lengua por sus abdominales, pecho y cuello para volver a besarlo intensamente. Luego lo tomé nuevamente por los hombros, lo levanté y me eché sobre el colchón, quedando debajo de él otra vez.
-¿Y? ¿ Me vas a quitar la ropa o lo tendré que hacer yo? Hace mucho calor aquí...- Susurré en su oído de forma provocativa. 
Dicho esto, con una mano ágil desabrochó mi camisa y me la quitó, la prenda quedó tirada por ahí; dejando al descubierto el sostén de encaje blanco que me cubría, e, imitando mi acción, comenzó a besar mi cuello y  el la parte expuesta de mis pechos, para saltar a mi abdomen y seguir ahí.
Mordió suavemente mi cuello, y yo le di luz verde para usar más fuerza y dejar marcas. Apenas escuchó eso, clavó sus dientes en mi piel y robándome un gemido; había olvidado cuanto me gusta esto. 

Cuando terminó con mi cuello, sentí una de sus manos en mi costado, pasó hasta mi sostén, y se deshizo de él, dejando al descubierto mis grandes y redondos pechos.
Acercó sus labios a uno de estos y comenzó a besar y succionar las partes más sensibles, mientras masajeaba el otro con la mano, antes de intercambiar y llevar su boca al otro mientras yo gemía levemente. Terminó con un camino de dulces besos que llegó hasta mis labios.
-¿Seguimos?- dije, bajando mi mano hasta la hebilla de su pantalón; de nuevo, no esperé una respuesta y desabroché su pantalón, y con un poco de trabajo lo retiré completamente,  dejándolo solo en ropa interior, unos boxers negros que dejaban poco a la imaginación. 
Se acercó a besarme de nuevo, mientras bajaba mi falda y la hacía a un lado, para luego tomarme por la cintura y pegar nuestros cuerpos casi totalmente desnudos una vez más.
Lo mire a los ojos, y sin romper el contacto visual, llevé ambas manos al elástico del único trozo de tela que cubre a mi profesor y, sin dificultad alguna, se la quité, dejándolo totalmente expuesto.
Lo tomé de los hombros y di una vuelta de 180°, para quedar encima de él.
Bajé lentamente mi cuerpo, hasta que mi cara quedó a la altura de su entrepierna. Hace un tiempo que no hago esto, pero no debería haber perdido el talento. 
Comencé succionando la punta despacio, para luego acariciarlo en su totalidad con mi lengua repetidas veces, antes de comenzar a meterlo hasta que sentía como tocaba el fondo de mi garganta, metiéndolo y sacándolo repetidamente de mi boca, hasta que me tomó del cabello, separándome de él. 
-Bien, voy yo ahora- dijo haciendo que subiera mi cara hasta la suya y volviendo a girar, para dejarme abajo una vez más. 
Mientras me besó, sentí sus manos quitarme la única prenda que me quedaba, dejándome completamente desnuda, al fin. 

Traidora... || boku no hero academiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora