6. COLOR FAVORITO

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El laboratorio de Flug estaba en total oscuridad, excepto una pequeña mesita, en ella se encontraba una caja de arena rodeada de artefactos. Flug se inclinó a ella y anotó en su pizarrón de mano, luego tomó un gotero y dejó caer una sustancia verde con sumo cuidado.

—Hola, nerd, ¿qué estás haciendo? —habló sorpresivamente Demencia. Flug se asustó tanto que dio un gran salto, movió la mesa y casi dejó caer la cajita, pero por suerte la sostuvo apretándola fuertemente contra su pecho.

—¡Hija de...! ¡Demencia! ¿Qué haces aquí?

—Estaba buscando algo para comer y te encontré con eso... ¿Qué es?

Flug puso la caja de regreso a su sitio.

—No te importa, es solo otro experimento.

Demencia tomó la caja y la sacudió con fuerza.

—Oh, entonces no te importará que la tome para jugar un rato.

Flug se puso tenso, su mirada se fijó en la caja y comenzó a rogar:

—¡No, espera! No es cualquier experimento... Es un regalo, ¿de acuerdo? Es algo muy importante así que ten mucho cuidado y devuélvemelo.

Demencia sonrió con más entusiasmo.

—Así que un regalo, ¿es para mí? ¿Puedo verlo ya?

Flug le quitó la caja de sus destructivas manos.

—Todavía no está listo, pero te lo daré apenas termine. Primero debo saber tu color favorito.

Demencia pensó, quizá se lo preguntaba para pintar su obsequio.

—Bien, mi color favorito es el de los golpes... No, espera, es el de los gritos, gritos de miedo.

Flug la miró con recelo.

—Nada de eso es un color, Dem —le dijo con fastidio—, pero ya sé cuál podría ser.

Flug le tomó un cabello y lo arrancó con fuerza. Demencia puso un gesto de dolor y luego le mostró la lengua.

—Mas te vale que mi regalo esté bonito o te voy a arrancar la cara, genio —dijo antes de irse trepando las paredes.

Flug guardó el cabello y siguió con su trabajo.

A media noche, Flug fue a la oficina de Black Hat, él estaba leyendo algunas hojas sobre encargos, pero apenas vió a Flug las dejó de lado.

—Suponía que dormías, doctor —dijo con un ligero ronroneo.

Flug sonrió nervioso.

—Estaba trabajando el algo. Estoy por terminarlo, pero necesitaba saber algo de usted, jefecito.

Black Hat entrelazó los dedos.

—No deberías saber más de lo que doy a conocer. No lleves tu curiosidad demasiado lejos, Flug.

—Eh, no es nada de otro mundo, lord, solo quería saber un pequeño detalle... Me preguntaba que co-color es su favorito.

Black Hat frunció el seño y dejó ver sus dientes en una clara expresión de descontento, sin embargo, no respondió. Cada segundo se volvía mas pesado así que Flug siguió hablando.

—Ya sabe, un color, a todos nos gusta uno en específico... El mío es el azul, je, no es sorpresa, ese es el color del cielo, el lugar donde me gusta estar... Piloteando sin límites en ese inmenso claro, sintiéndome libre...

Flug guardó silencio al ver que la expresión de Black Hat empeoraba.

—No esperaba que alguien con supuesto intelecto superior preguntara algo tan estúpido como eso —dijo Black Hat al fin. Flug bajó los hombros en respuesta—. Además, mírame, ¿No es obvio?

Flug se rascó la nunca.

—Je, sí, debí deducirlo, siempre usa negro... Pero el negro no es un color, al contrario, es la ausencia de ellos. Solo quería estar seguro de uno, cuando le pregunté a 5.0.5 me dijo que su color favorito era el arcoíris y Demencia me dijo que los gritos, pero eso no es un color.

Black Hat parecía cada vez más desesperado, así que se levantó y sujetó del brazo a Flug con tanta fuerza que lo doblegó en un segundo. Las garras cortaron su brazo y cuando una gota manchó la punta de su garra se la mostró.

—Este —habló Black Hat con voz ronca.

—Ro-rojo, como la sangre —logró susurrar Flug, pero Black Hat negó.

—No. Rojo como tu sangre. La tuya es perfecta —dijo Black Hat antes de soltarlo.

Flug entendió que Black Hat se había enojado bastante al hacerle esa pregunta, así que sin más salió corriendo de la oficina.

Al otro día, cuando Black Hat regresó a su oficina se dio cuenta que había un nuevo detalle: en el escritorio se hallaba un jarrón, en él una hermosa flor que jamás había visto, los pétalos eran rojos, de la misma tonalidad de la sangre de Flug...

Black Hat se sintió mal por haberlo tratado de esa manera la noche anterior. Flug solo quería saber su color favorito para teñir los pétalos. Y quedó aún más sorprendió cuando se acercó a oler la flor. El científico no había copiado la tonalidad, la flor olía a la sangre de Flug, él había usado su sangre para pintarla, literalmente.

Black Hat se levantó con la intensión de ir a buscar a Flug, pero lo logró ver a través del ventanal. Ahí abajo estaban los tres; Demencia jugaba con una flor extraña y del color exacto de su cabello. 5.0.5 abrazaba una flor pequeña multicolor.

Flug sostenía una de apenas tres pétalos, aunque sus colores azúl eran magníficos, como si tuviera un pedacito de cielo en sus manos. El chico miró hacía arriba topandose directamente con la mirada de Black Hat. Ambos se saludarlos con un meneo de manos, pero Flug estaba seguro de que Black Hat movió los labios diciendo una sola palabra: gracias.

OCTUBRE DE PAPERHAT 2022Donde viven las historias. Descúbrelo ahora