OCTUBRE DE PAPERHAT 2022

16. HALLOWEEN

Notas: la trama serán de dos capítulos, esta es la primera parte.

**********

Halloween es uno de los días favoritos de lord Black Hat por todo el miedo que genera, pero para el demás equipo es una fiesta muy divertida en donde visten de sus personajes favoritos y salen a pedir dulces.

Flug tenía su traje de
Frankenstein, Demencia era un zombie y 505 se envolvió en papel higiénico, era una momia.

Los tres estaban recorriendo las calles, Flug cuidaba a su pequeño oso y  Demencia les robaba los dulces a los demás.

Flug estaba contento de que este año no grabarían nada para la organización. Nunca olvidaría cuando el jefecito lo mandó a capturar una bruja en el bosque.

Sacudió la cabeza de solo recordarlo.

Se adentraba más la noche así que decidieron regresar. Flug miró asombrado que en la puerta de la mansión había un gran letrero de "no pasar". Además se activó el sistema de seguridad, lo bueno que ya tenía un interruptor de apagado.

Al entrar Demencia se fue a esconder para no compartir su botín. 505 tenía sueño así que subió a acostarse entre sus peluches, Flug estaba por ir a la cama, pero decidió subir a la oficina de Black Hat. Sabía que estaría de mal humor así que le llevaba algunos dulces.

Al entrar miró a su jefe sentado en su sillón, con los brazos cruzados y los colmillos rechinando.

—Hola, señor, le traje algunos caramelos, a todos les gustó mi disfraz y obtuve muchos dulces —dijo, entusiasmado.

Black Hat lo miró y arrugó más la frente.

—¿Cómo se te ocurre venir a mi oficina con tu estúpido disfraz mal hecho y ofrecerme esos detestables dulces corrientes —habló con mal humor.

Flug miró la bolsita de dulces.

—Tardé una semana en hacerlo. Y los dulces están buenos, lord. Hay gomitas, chocolates, paletas de barrilito, chicles y, ay mire, alguien me dio una naranja…

—Cállate, Flug —ordenó con frustración—. Han olvidado lo que realmente significa Halloween, no es una estúpida fiesta para comer dulces y vestir con basura. En mis tiempos se sacrificaban a bebés para actos de culto, o se realizaban rituales para mi adoración…

Flug comenzó a comer algunos chocolates y Black Hat notó que no le importaba nada de lo que decía.

—Aún podemos salir a asustar a los niños —comentó Flug—. Tú te comes sus almas y yo sus dulces. No tienes que odiar este día solo porque ya nadie hace lo que te gusta. Además, nunca he salido contigo en una noche de brujas… ¿Quieres ir?

Black Hat lo pensó apenas unos segundos.

—Aceptaré su oferta, doctor.

Black Hat se inclinó hacía él y le sonrió de manera macabra pues la idea le pareció interesante. Al menos Flug sí pensaba en él.  Aunque, en realidad no se había dado cuenta que cayó en la trampa. Flug quería ir a una cita.