Prólogo.

171 15 1
                                    

Los agentes del FBI dejan a Wilson Fisk "King Pin" en la celda pequeña y blanca como la nieve, antes de dejarlo solo le quitan las esposas y las cadenas de sos tobillos. Todos los agentes se retiran, excepto uno.

-Tengo un mensaje para usted, señor Fisk.

-¿Es usted uno de... Mis hombres?

-¿Qué? No.-El agente se burla.-Tenemos a todos sus agentes federales corruptos. Cada uno de ellos. De hecho trabajo para alguien más, tiene una deuda con él. Usted lo conoce por el nombre de... El Maestro.

Wilson de inmediato trata de esconder su asombro, él no recordaba el acuerdo que había hecho con el líder de aquella organización.

-Dígale a su jefe que la deuda le será pagada.

-Claro, sabemos que lo hará. Nuestro seguro de vida es su querida Vanessa.

Fisk mira al hombre con deseos de partirle el cuello, apreta sus puños y se prepara para soltar un enorme grito amenazante, pero inmediatamente recuerda quien envía al agente infiltrado. Solo le queda respirar hondo y retomar su postura.

-Como dije, la deuda será pagada. No hay necesidad de que metan a mi esposa en esto.

-Es lo que menos queremos hacer. Probablemente usted salga en unos meses Fisk, no creo que por el lado "legal" esta vez. Pero lo hará y tendrá que retomar sus labores en la ciudad. Una vez retome su posición en el bajo mundo no tendrá excusas para cumplir su parte del trato.

-Excepto el diablo de Hell's Kitchen.

-Nos encargaremos de él por usted. Según escuché... Usted lo conoce muy bien. ¿Alguna posibilidad que sepa quién es el hombre bajo la máscara? Nos sería muy útil ese dato, señor Fisk.

Wilson pensó en lo fácil que sería. Decir el nombre "Matt Murdock" y que ellos lo maten junto Karen Page y Foggy Nelson. Todo terminaría en un día conociendo la reputación de ellos. Pero consideró dos cosas. El trato que hizo con Murdock al ser arrestado... Y el gran problema que es deberle algo a la organización. Si hay una posibilidad de que sus dos oponentes se maten entre ellos, cuando él salga podría tomar la ciudad tranquilamente.

-No sé quien es el diablo de Hell's Kitchen. Pero si sé que deseo verlo muerto.

-Como cortesía profesional le haremos ese favor. Nos mantendremos en contacto. Su querida esposa estará bajo nuestro ojo, solo lo hacemos para estar seguros que mientras usted esté aquí nada le sucederá.

El agente estuvo apunto de cerrar hasta que decidió dar unas últimas palabras

-Por cierto, creo que sería buena idea contactarse con su sobrina Maya. Aveces recibimos ayuda de los familiares menos esperados. Ya lleva varios meses aquí encerrado.

El hombre finalmente se marchó con una sonrisa y Fisk entendió la indirecta. Al sentarse en su pequeña cama y mirar a la pared solo deseó que ni Daredevil ni el Maestro tocarán a su querida Vanessa y que preferiblemente se mataran entre ellos mismos.

El agente del FBI al salir de las instalaciones minutos más tarde hace una llamada.

-Luz verde, Daredevil se convierte en nuestro nuevo objetivo, prioridad media, quiero estudiarlo un poco. Ah, y respecto al Dorado tienen luz verde para ingresar, el Maestro dio su aprobación.

Un auto blindado llega a recogerlo y cuelga su teléfono, esa llamada marcaría el inicio de toda esta historia.

The Devil's Heart | Matt MurdockDonde viven las historias. Descúbrelo ahora