Mery y yo nos miramos mutuamente, con caras bastante nerviosas, o eso me parece a mí.
-¡Eh! Cuando queráis me respondeis...
-Bueno, no sé es bastante difícil de explicar, no sé.- digo.
-No, solo somos amigos.- Eso me duele, bastante.
-Ah vale, porque yo no quiero a un tío como este en casa de los papás.- suelta Mia. Y como para variar, suena muy pero que muy borde.
Salimos del bar, y Mery y yo empezamos a discutir como locos.
Pasan los días, Mery y yo seguimos enfadados... los días pasan demasiado lentos para mi, y mira que tengo muchas cosas que hacer.
-Nick, cariño, tu amiga Jenny vendrá sobre las cinco.- dice mi madre.
-Ah, vale.- ¡Joder!¡Jenny! no me acordaba ya de que venía a pasar unos días a mi casa. Pienso que me vendrá bien, ya que sin Mery me siento bastante solo. Son las tres de la tarde, y tengo que hacer los deberes. Los hago y ya estoy nervioso.
Toc toc.
Suena la puerta.
-Hola Jenny.- Dice mi madre.
-Hola, señora Payne.
-Pasa pasa cariño.- Mi madre se esta comportando demasiado bien. Demasiado bueno para ser verdad...
Noto que me vibra el bolsillo, concretamente, el móvil. Veo que es un mensaje de Mery. Y dice:
Hola Nick, tenemos que hablar, te veo esta tarde en mi casa.
Estoy flipando, ¿como voy a ir a su casa a hablar con ella? y... además, tengo que cargar con Jenny, así que tendrá que venir con migo... no sé si se llevaran bien sabiendo lo que ha pasado con Mery...
