My streamer ~Rodrigo Carrera~

20|Cartas de un fugitivo del amor

(REPRODUCIR CANCION)

Ojalá que todos pudiéramos tener con nosotros a la personas que más queremos por siempre.

Pero esta es la vida real, y no es así.

-No puede ser... No, no...- dijo Issabella mientras negaba con la cabeza. No había forma posible en la que a Rodrigo ya no esté en este plano, no hay ningún tipo de chance.

¿Como fue tan rápido todo?

-No te lo quería decir todavía, Issi- dijo Mari

Issi, así me dice él. ¿O debería decir decía? Mi mente me castigaba a cada paso. Me destruía.

-No... No puede ser Mari. Él estaba bien...-me empezaba a faltar el aire, mi corazón no paraba de latir, mi vista se nublaba.

Sangre, sangre y sangre. Mis últimos recuerdos. Yo era solo llanto.

-Emm... no se si es un buen momento pero... me dijeron los médicos que en tu ropa había cosas

-¿Eh? ¿Que cosas?- dije saliendo del trance

Todavía no podía creer que Rodrigo estaba muerto.

No lo iba a ver nunca más, no lo iba a poder besar, abrazar, reírnos. Ya no voy a tener ese lugar en el que soy feliz sin excepción. Mi vida se estaba desbordando y no sabía que hacer para contenerme.

Esos momentos de tranquilidad que tenía solamente con él estaban por desaparecer. Solo lo necesito a él.

Esa persona que siempre estuvo para mi, compartimos tanto... Nunca más volvería a mí.

De mis ojos brotaban lágrimas sin parar.

Mis ojos estaban rojos.

No podía parar de llorar.

Mi respiración... Me costaba muchísimo respirar. Estaba por tener un ataque de pánico, y el único que podía ayudarme era él.

Escuchaba voces de fondo. Mari, médicos... ¿Martín?

Estaba temblando, tenía frío, mi cara estaba pálida.

Mis manos temblando.

-¡Roru!- dije mientras corrí a él y lo abrazaba

-¿Qué pasó, amor?

-Me voy a mi casa. Martín quiere que vaya. Es un hincha pelota- dije mientras rodaba los ojos

-Ufa, que pesado- dijo Rodrigo -¿No te queres quedar a dormir conmigo?- agrego mientras hacía puchero

Me muero de amor. Me re podía.

-Ayy, no puedo así Roo.

-Daleeee, porfas- dijo mientras reía levemente besando mi cuello, provocándome cosquillas.

-Para, me haces cosquillas- hizo caso omiso solo para que le diga que si -Bueno, ta bien- dije con una sonrisa en la cara

Unimos nuestros labios en un dulce beso.

Ahora estábamos acostados en el sillón, tenía mi cabeza en su pecho. Como amo estos momentos.

-¿Te imaginas que tengamos un hijo?- dijo Rodrigo mientras su mente divagaba. Típicas conversaciones de las 3 de la mañana.

-Sii, yo quiero. Pero más adelante- la verdad que somos muy chicos y no podría cuidar a alguien más, pero siempre me gustaron los bebés.