Encuéntrame a alguien para amar (Jegulus)

Sirius

La Noble y Más Antigua Casa de Black había existido casi tanto tiempo como la magia misma, tan antigua como era, su fama llegó mucho más allá de la Gran Bretaña mágica y echó raíces en todo el mundo. Los Black, por supuesto, se jactaron con orgullo de su longevidad y se aseguraron de mantener su nombre sin importar nada.

Grandes brujas y magos han venido de una casa tan noble, algunos incluso se atreverían a decir que fue como si la propia Circe hubiera elegido bendecirlos con una conexión única con la magia. Cierto o no, la realidad era que no había familia purasangre más en sintonía con la magia, y por eso fue una sorpresa cuando lentamente, como un veneno, parecía que se volvía contra ellos.

Oficialmente no hay constancia de quién fue el pobre alma que inició el declive de la casa Black; sin embargo, solo tomó unas pocas generaciones para dejar claro que algo estaba pasando entre sus miembros. Tal vez fue producto del atroz incesto que la línea principal de la familia motivó hace casi dos siglos, tal vez uno de los orgullosos magos Black había incurrido en la ira de Circe o la misma Hécate.

A diferencia de otras casas de sangre pura que habían desaparecido en el tiempo, el declive de la casa Black fue algo totalmente diferente, no se trataba de pérdida de estatus o nivel económico, tampoco se refería a la falta de magos poderosos. Tan infames como puedan ser, nadie negaría que no habia familia más poderosa e influyente que ellos ni hoy o mañana.

La decadencia de la casa Black fue otra cosa, cercana a una enfermedad, como una podredumbre que buscaba castigar y torturar. La magia seguía allí, fuerte y viva, todavía nacían brujas y magos excepcionales, pero había algo en ellos que los trastornaba. La locura Black sería como se llamaría, un secreto a voces de la comunidad mágica.

La locura -a falta de mejor palabra- parecía alcanzar a todos sin excepción, a unos más que a otros, pero siempre presente. Muchos eruditos habían teorizado lo que podría estar pasando con la sangre Black, algunos dirían que el incesto había alterado irrevocablemente su conexión con la magia, otros dirían que era un castigo por sus creencias en la supremacía de la sangre, y algunos hablarían sobre cómo el uso de las artes oscuras había pasado factura a la familia. Si alguna de esas cosas era cierta, el mundo entero no lo sabía, y no estaba claro si los propios Black tenían la respuesta.

La locura Black se comportaba como una enfermedad genética, creciendo con el tiempo hasta que el mago o bruja se perdía en ella. Esta enfermedad no era igual en todos los miembros, algunos podían vivir largas vidas sin revelar ni una pizca de falta de cordura mientras que otros no podían vivir más allá de los 20 con la forma en que sus mentes se rompían.

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Sirius Orion Black nacería una noche de principios de noviembre, producto de la relación entre Walburga Black y Orion Black, dos individuos tan dimensionalmente opuestos que era bastante obvio que solo se habían casado por obligación. Orión no podía describirse de otra manera que cobarde, un hombre paranoico pero vicioso que temía a su propia sombra, por no decir de su esposa. Walburga, aguerrida y demandante, una mujer desalmada y cruel que no tenía ni una pizca de amor en el corazón. Juntos habían engendrado a Sirius, el valiente y noble Sirius, pero también el cruel y obsesivo Sirius.

Por supuesto, ni Walburga ni Orion habían sido imbéciles de tamaños tan exorbitantes durante toda su vida. Orion, por ejemplo, había sido un chico gentil pero atrevido, su intelecto era envidiable y parecía haber mantenido a raya lo peor de su locura: su obsesión, crueldad y orgullo; sin embargo, poco después de graduarse de Hogwarts, se había perdido por completo, una sombra de sí mismo que preferiría encerrarse en su oficina que lidiar con el impredecible mundo exterior. Walburga, por otro lado, había sido una niña encantadora, demasiado animada para haber sido criada en los oscuros pasillos de una vieja casa de Londres, siempre con una risa en los labios a pesar de que la locura se apoderó de ella tan pronto, convirtiendo sus encantadoras risas en algo maníaco y aterrador, convirtiendo su obsesión por los animales en un hambre de diseccionarlos, tranformando sus hechizos para crear flores en maldiciones oscuras y sucias.