Ghost of you •Chaennie•

3

Jennie bailaba de forma delicada pero
sumamente intensa a la vista,
Le habían dado un solo, un solo que en
realidad era un dúo, pero su pareja era propia
únicamente de la imaginación: El baile
contaba una historia hermosa y trágica, una
enamorada, que había perdido el amor de su
vida, y soñaba con bailar con su pareja, que
ya no estaba, la canción era emotiva, era una
balada de rock en inglés, no mucho su estilo,
y considerando que el baile era
contemporáneo, le daba una mezcla extraña,
era definitivamente algo nuevo y que
destacaria.

En secreto, a Jennie le parecía una broma de mal gusto, En el último verso de la canción, la
protagonista del sólo aceptaba que su amor
ya no estaba, y dejaba una caricia en la nada
para después abrazarse a sí misma, una
treatalidad, que a Jennie no le salía nunca y su
profesor de baile decía que se quedaba como
una tonta con expresión de drogada.
Jennie  ya estaba cansada de practicar la misma coreografía una y otra vez, y eso se notaba en su baile también.

Su profesor claro que se dio cuenta de eso, y
luego de dedicarle unas palabras bruscas, de
que debería poner un poco más de empeño,
porque tenía talento y una gran oportunidad
de hacerce notar entre las bailarinas de la
muestra, que no todas lograban conseguir un
sólo y que debería valorarlo; le dijo que mejor
estire bien, vaya a descansar, comiera algo y a
dormir. Jennie respondió con un asentimiento y le hizo caso. Fue un rato después, donde había recuperando algo el aliento, que escuchó suaves pasos acercarse y alzó la vista hacia, Rosé quién le extendió una botella de agua.

- Lo estás haciendo muy bien, Nini.
La menor negó.

-No, en verdad no.

-No fue tu mejor día quizás.

-Ultimamente... No tengo buenos días.

Rosé no respondió y se sentó frente a ella,
mirándola estirar sus piernas sin decir
mucho.

-En verdad bailas muy hermoso -murmuró,
luego de un largo rato en silencio, ganándose
una mirada curiosa por parte de la menor
Y parece que siempre bailas mejor que el día
anterior, pero todo es igual de magnífico.
Jennie sonrió complacida.

-Rosé, ¿Te has puesto sentimental?

-Sólo te estoy diciendo lo buena que eres en
lo que amas, por si se te olvida... Eres genial,
Jennie.

Jennie se detuvo un momento, mirando los
ojos de su exnovia, volviendo a sentir
lo mismo de siempre, sonrió y sus mejillas se
encendieron.

-Si, definitivamente estás sentimental -dijo,
se levantó luego de tomar la mitad de la
botella en pocos segundos, antes de marchar
a la salida de la sala de ensayo.
Rosé no la siguió, se quedó allí, sóla, pensando
que había quedado como la idiota enamorada
que era, que aún era.
Y estaba casi segura que su amor por Jennie era lo único que la mantenía allí.