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-¡Jennie!,

La mayor se volteó hacia la menor que se
acercó a ella a paso apresurado, Lisa dejó
un beso en su mejilla como saludo, haciendo
que se ruborizara.

-Hola -murmuró la más baja, encantada. Se
sonrieron.

-Mañana hay una muestra de arte, tengo dos
entradas, tienen desde pinturas hasta un
show de danza. ¿Quieres acompañarme?

Jennie rió con algo de nerviosa, y con vergüenza murmuró:

- Lo siento, iría pero... Tengo una cita con
alguien más.

Rosé en parte sonrió con orgullo al ver la
expresión emocionada de Lisa desaparecer.

-Oh, bueno -dijo, acomodó sus cabellos con
algo de incomodidad.

-N-No es lo que piensas -negó, moviendo
sus manos frente a ella --Voy a... Ver a
alguien, al cementerio.

-Oh, Jennie , no necesito explicaciones -dijo
Manoban, aunque se notaba más aliviada después de escuchar eso y volvió a sonreír

_Lo siento mucho.

-No, está bien.

-Bueno, lo dejamos para otro día, ¿sí? -ella
asintió -, nos vemos, cuídate --besó su
mejilla otra vez para despedirse, antes de
salir del estudio con una encantadora sonrisa
en sus labios.

Fue al vestuario y lo primero que le dijo a Rosé
fue un "No sé si me gusta".

-¿Cómo que no sabes si te gusta? -preguntó
la mayor

_. ¡Jennie! Tiene cara linda, le gusta la
danza, sonríe bonito y tiene un abdomen
donde podrías lavar la ropa. ¿Cómo que no te
gusta? ¿Sabes lo que ahorrarías en la
lavandería?

Jennie rió por lo del abdomen.
-Te recuerdo, Rosé , que mi tipo son las altas,
sensibles, que piensan mucho, critican a la
sociedad, me dan atención y me cuidan
mucho.

-No conozco a nadie así -negó.

-Claro, yo tampoco.

Practicó su baile una vez más, su entrenador
le dijo lo mismo de siempre, pero que hoy
había mejorado un poco más, así que la dejó
ir más temprano.

Tomó su celular y vio varios mensajes de un
número que no le hablaba desde hacia unas
cuantas semanas.

-Jisoo dice que ha mejorado lo
suficiente para dejarle usar el celular más de
una hora al día -le comentó Jennie a Rosé.

La mayor se encogió de hombros, en verdad,
no le gustaba mucho hablar de ella desde lo
que había pasado.

-Aún le queda mucho en el loquero para que
pueda salir -dijo Jennie, con algo de alivio.

-Jennie , no lo digas así, queda muy despectivo, ella no tiene la culpa de estar mal -dijo Rosé, su ceño estaba ligeramente fruncido.

Jennie la miró un segundo hasta que suspiró,
asintiendo.

-Tiene la culpa de otras cosas -dijo por lo
bajo.

-Tampoco, ella no lo hizo a propósito
corrigió -La depresión hace que hagas esas
cosas, y que hables tan feo no la ayuda.

Jennie parpadeó rápido para despejar su vista,
Rosé acarició su cabello.

-Ella no tiene la culpa de lo que me pasó,
¿está bien? Fue un accidente, necesita apoyo
con lo que tiene, no le tengas rencor, no va a
cambiar nada ~ continuó hablando la mayor
con tranquilidad, aunque Jennie no reaccionó
¿Qué tal si hago tu comida favorita?
preguntó Rosé, mirándo a la menor, quien
nego.

-Hace meses que no como eso.

-Lo sé, por eso te lo estoy ofreciendo.

Jennie lo pensó un momento.

-¿Puedes hacer eso? -cuestionó, a lo que
Rosé hizo una mueca de "Puedo intentar"
Bueno, me gustaría.

La mayor asintió y sonrió, hacia mucho que
no cocinaba tampoco.

La comida favorita de Jennie eran unos tacos
picantes en donde Rosé básicamente metía
todo lo que quedaba en la heladera, le
agregaba una que otra cosa más, y resultaba
en una especie de revuelto, al que la menor le
gustaba poner picante, lo podía comer sólo o
con una tortilla de maíz para que tuviera más
interés.
Al final del día, Jennie estaba con una verdadera sonrisa y un rubor en sus mejillas, totalmente encantada y sintiéndose mimada.

-Gracias.

-No me agradezcas, tonta -hizo un gesto
con su mano para que no se molestara.

-Eres muy linda conmigo, siempre lo fuiste.
-¿Sentimentalismo? Nada de sentimentalismo, Kim

-Rosé

-Kim

- Te amo.

Rosé sonrió mínimamente, sus mejillas se
ruborizaron.

_También te amo.

Ghost of you  •Chaennie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora