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-Rosé , ¿recuerdas cuando nos conocimos?
Rosé asintió, con una sonrisa, iban caminando
una al lado de la otra, Jennie miraba con detalle las flores que llevaba en la mano, era un ramo muy bonito de distintas flores en tonos de amarillo y naranja.

-En clase de baile, si -respondió sin más, le
gustaba cuando Jennie contaba la historia.

-¿Por qué meterian a una novata a una clase
de baile de gente profesional? - Rosé rió por la
burla.

-Disculpa, me estafaron, me dijeron que iba
a estar en una compañía como productora y
lo siguiente que sabía era que estaba
tomando clases de canto y baile.

Jennie asintió con una risa leve.

-Recuerdo que quisiste parecer la chica cool
que dice bromas de mierda, pero no eres así,
y de inmediato se notó que eras diferente,
que eras más que solo un fachada.

>› Siempre que terminaba una clase, alguien
estaba muy agotado, le dejabas tu botella de
agua, te romanas unos minutos para ver si
estaban bien y eso se agradecía muchísimo.

>> Y siempre terminabas ayudándome a mí.
-Porque estabas como una estúpida con tus
dietas de inanición, y siempre te desmayabas.

Ella asintió, poco orgullosa de aquella época,
en donde sólo se sentía mal con su cuerpo,
consigo misma, con su trabajo, con todo lo
que hacía.

Fue Rosé quien la había sacado de eso, y había
sido muy difícil para ella, tanto que terminó
de ir a clases de baile porque se encargaba de
la menor a tiempo completo y no podía bailar
y cuidarla a la vez.

La había llevado a comer, todos los días a un
lugar distinto, todos los días un plato
distinto, para mostrarle a Jennie lo que se
perdía, le recordaba todos los días que era
hermosa y que sin importar la forma que sea,
sería hermosa siempre, aunque la menor le
creyó muy poco, hasta que un día la mayor
había dicho que besaría cada parte de ella que
fuera hermosa, y seguido a eso había besado
todo su cuerpo.

No fue esa su primera vez, para nada, era más
una caricia íntima, exitante y enormemente
romántica a mismo nivel.

-Extraño que me beses así --confesó Jennie.

-Admito que me encantaría hacerlo -dijo la
mayor.

-Siempre fuiste tan delicada conmigo, Rosé,
de una forma que solo tú sabías ser, y fuiste
mi primera vez en muchas cosas, mi primer
gran amor, mi primera vez, mi primera
mujer. Fuiste la primera que amé y que me
amó de regreso con la misma intensidad, la
primera que me correspondió
completamente, y vio a través de todos mis
errores y me dijo cosas maravillosas.

-No son errores, Nini , son cosas, no hay que
ponerle a todo algo negativo.

-Y también amo esa actitud que tienes - Jennie
asintió, con una sonrisa amplia, mirando las
piedras que marcaban el camino que estaban
siguiendo, brotes de césped y algunas flores
habían logrado pasar entre las grietas y
crecían entre ellas -.

Siempre tienes esa capacidad de hacer que todo sea positivo. Sin duda, nunca voy a encontrar a alguien como tú, Rosé, eres algo que pasa una sola vez en la vida.

Sus ojos se unieron, una sonrisa apareció en
sus rostros, en la luz del atardecer, se
sintieron más cálidas.

-Y me alegro mucho de tenerte en mi vida, y
que hayas hecho tanto por mi -pequeñas
lágrimas se asomaban por los ojitos de Jennie .
Rosé rodó los ojos y fue a sostener la mano de
la otra, sus pasos se detuvieron cuando
llegaron a su destino, pero Jennie poco quería
ver eso en realidad, así que sus ojitos y su
borrosa vista por las lágrimas se quedaron en
la mayor.

-Te amo, Nini. -dijo la mayor -. Y lo haré
por siempre.

Jennie asintió, sorbió su nariz mientras más
lágrimas rodaban por sus mejillas.

-Te amo mucho, Rosé. Feliz aniversario.
La menor bajó la vista hacia la placa grabada
sobre la tumba, dejó el ramo de flores junto a
aquel grabado:

<< Park Roseanne >>

<< 11 de Febrero , 1997 - 16 de Enero, 2019 >>

«« Siempre serás la mejor del mundo,
incluso más allá del final de tus días >>

Ghost of you  •Chaennie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora