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La otra semana, Jennie fue una hora antes al
estudio, y se quedó parada en la ventana que
daba a la sala de ensayo principal, la más
grande, en donde iban las mejores, viendo a
la chica vestida de ropa deportiva negra, su
cabello estaba suelto y húmedo, llegaba casi
hasta sus hombros, haciéndola ver
completamente encantadora y caliente.

Estaba practicando un enérgico dueto con un
chico, el estilo era hip hop, pero la canción
era un pop alternativo que casi llegaba a ser
rock, no veía ningún tipo de historia o relato
en aquel baile, pero Lisa sonreía tan bonito
que el chico apenas podría concentrarse en la
coreogratia.

Jennie no podía evitar reír cada vez que el chico terminaba tan nervioso que se caía, se
marchaba, o le erraba un paso, y Lisa reía
con burla porque lo estaba poniendo
incómodo a propósito.

Al salir de la clase, cruzaron miradas, y Jennie la saludo con su mano de forma sutil, Lisa se
acercó a ella un poco para hablar.

Conversaron apenas unos minutos, Jennie le dijo que le había gustado su actitud en el baile y que lo había hecho muy divertido, el hip hop
no era mucho su estilo, así que no podía decir
mucho de bueno, si se notaba que bailaba
como una completa profesional.

Fue la primera vez que Jennie no la cagó a la
primera, dejó todo fluir y a Lisa hacer sus
ligues baratos, hasta intercambiaron
números, y en cuanto se despidió de ella y se
fue, al voltear, Rosé estaba allí, como siempre,
ella siempre estaba.

-Me vas a matar del susto algún día -dijo
bastante molesta.

-Lo siento, no necesitamos más muertos
murmuró -. Hay que admitir que tiene buen
culo, Kim -dijo, asintiendo con aprobación.

Jennie rodó los ojos.

-No tienes que aprobar a todas las personas
con las que salga.

Rosé se encogió de hombros.

-Quiero que seas feliz y noto cosas en las
personas que tú no, así que puedo saber si te
quieren para siempre o para un rato, no está
mal saber esas cosas, te lastimas menos
habló con tranquilidad

-. Pero si quieres, no vuelvo a decir nada.
Jennie negó, en verdad le gustaba su opinion,
Rosé siempre supo más cosas que ella, tenía
esa capacidad de conocer a las personas en
los primeros cinco minutos que pasaba con
ellas.

Entró a su clase de baile, como siempre,
calentamiento, repaso rápido de la
coreografía, corregía uno que otro paso que
se equivocaba, y el resto de la hora y media
era repetir el sólo una y otra vez, con música,
sin música, de a partes, hasta que algo
terminara de alguna manera bien.

Su profesor seguía completamente
inconforme con la parte actoral de su danza,
se tenía que ver todo, se tenía que ver cuando
abrazaba a su pareja imaginaria, como
bailaba a la par de esta, como le sonreía y
miraba con corazones a los ojos a la nada, y
como al final se rompía cuando era el
momento de decir adiós.

Rosé , mirando todo el baile, memorizado de
tantas y tantas prácticas, tantas veces,
encontró una solución más que indicada,
pero no podía hacerlo en los ensayos.
Sería en su acto final.

Ghost of you  •Chaennie•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora