Joven Severus Snape x Reader

Ahora somos muy gays

"Snape dió un paso atrás incrédulo y hasta le entró un tic al ojo. Después de asimilar la situación se recompuso y sin decir nada se despidió con la cabeza y marchó."

Ni tan siquiera te ibas a molestar en aclararlo. Igualmente era imposible y ciertamente te pareció muy cómico. Ahora tocaba ir a la casa de Hagrid a ver si encontrabas a Sirius o Chibi y por el camino batallar en no reír por la cara de Severus.

Para tu sorpresa ahí estaban los tres y Hagrid os invitó a tomar el té con él. Cada que podía lo hacía ya que al llegar te sobró mucha comida de la que te dió la panadera y viendo su tamaño decidiste invitarlo para gastar de una.

Sirius se portó muy bien. Sacó los modales que ni disponía en la mesa al comer pero no parecía hacerlo a modo de burla hacia Hagrid. Te inquietaba e intrigada a partes iguales este chico. Era bastante caótico ignorando cualquier regla o persona y otras veces súper social y amable. Nunca sabías bien que pensar. Era mas o menos como James pero un poco... No. Mejor dicho: Era completamente Chibi. Podía ser un angelito calladito pero de la nada sabías que de ese silencio podían pasar muchas cosas y casi ninguna buena.

—  BOOH

—  ¡Aaah!

—  Jsjs. Pillada

—  ¿¡Qué!?

—  Estabas mirándome completamente absorta. Vamos, ya puedes admitir que me adoras - soltó a la par que azotaba su pelo hacia atrás

—  ...

—  Oh, lo siento, ¿te dejé anonadada con mi belleza?

—  Qué creído - decías medio para tí entrecerrando los ojos

—  No. Jahjah. La pequeñaja suele hacerlo muchas veces. Se queda como lechuza mirando un punto y pensando en sus cosas. Mas si le das un té - Interrumpía Hagrid exponiéndote por completo

—  ¡PUAHAHAHA!

—  Tierra trágame - te decías dándote una palmada en la frente

Habías pasado tanto tiempo jugando con las criaturas que criaba Hagrid que ya te había tomado por una más de la manada y hablaba de tí como si fueras uno de sus "hijos"

—  Y cuéntame, ¿cómo está vuestro amigo Remus? Oí que suele ausentarse - Continuó el semigigante

—  Ejem. Sí - se recompuso raudo - Parece enfermarse fácil. Ya en el tren lo notamos raro

—  Para cualquier cosa: Chocolate. No es mágico, pero como si lo fuera - alegó Hagrid alegremente

Ninguno de los tres sabíais de su condición. Gran parte del profesorado estaba enterado menos Hagrid ya que no sabe guardar secretos y, por vuestra parte, por ser el primer año os bastó con saber que debía acudir regularmente al médico para él y su madre y que Dumbledore aprobó las salidas.

Igualmente la intriga ahí estaba y casi una hora después de haber escuchado anécdotas de Hagrid marchasteis al castillo con Chibi, la cual no quería dejar a Sirius en busca de caricias.

—  ¿Qué crees que tendrá la familia de Remus? - preguntaba el pelinegro

—  No sé. Tal vez sea algo pulmonar o de riñón. Si te fallan un poco afectan a todo. A lo mejor su madre tiene citas con un médico en vez de sanador y no sepan curarles

—  Mmm. Podría ser. Jamás se me hubiera ocurrido eso, eres muy lista. Entonces les llevaré con el sanador de mi familia en cuanto pueda. Gracias pe-que-ña-ja

—  ¡Eeh! - Gritaron dos voces al unísono. Una era la tuya y la otra...

—  ¡Vosotros dos! ¿Qué hacéis aquí?