Vegetta no cabía de asombro, se sentía como un niño pequeño, uno ansioso por salir a jugar a la nieve mientras se alistaba con ropa más adecuada al clima que ahora Karmaland poseerá por los próximos 3 a 4 meses. Una vez su ya conocida y amada capa estaba en su sitio, emprendió la salida de su castillo, siendo quisquilloso y cuidadoso de nuevo al cerrarlo antes de emprender su camino.
Luego de bajar usando un elevador oculto que precisamente había preparado para el caso de que las columnas de agua se congelaran, comenzó a caminar tranquilamente hacia el pueblo, sonriendo con la hermosa vista blanca que si claro, no se comparaba a la vista del mismo valle lleno de hermosas flores a montones y árboles frondosos, pero había que admirar aquella particular belleza que el invierno trajo; El celular no le dejaba de sonar, suponía que eran mensajes del grupo de chat donde él y todos sus compañeros se comunicaban y si tuviese que adivinar la mitad de esos mensajes si no es que todos, hablaban de la blanca sorpresa del valle.
En el centro de la plaza principal del pueblo pudo ver a varios de los pobladores jugando y admirando el paisaje, las risas de los niños sonaban por doquier y pequeñas bolas de nieve volaban en varias direcciones. Vegetta se sentó en uno de los bancos de la plaza exterior, no podía amargarse o molestarse por qué los pronósticos hubieran sido incorrectos y los planes fuesen desplazados ¡todo lo contrario! No cabía en emoción.
Unas voces lo sacaron de sus pensamientos, volteó para encontrarse con Staxx, Alex y Juan, quienes iban ya vestidos acorde al clima; Por un momento casi se ríe alto ante la rara imagen del más bajo estando vestido más allá de un simple slip azul marino y un casco.
- ¡Hombre Vegetta, que nos tomó por sorpresa todo esto! - exclamó Staxx, mientras pasaba un brazo alrededor de los hombros de Alex, quien parecía apreciar bastante el calor que el cuerpo del más alto le brindaba, inclusive acercándose un poco más.
- Joer y yo que ya había casi terminao mi chiringuito - se quejó Juan, tanto esfuerzo que puso en su espacio soñado, tantas horas de picar y picar y de colocar objetos y terreno estratégicamente, de construir y deshacer y repetir para que; en una noche, todo ese esfuerzo fuera dado por perdido, aunque fuese por sólo una temporada corta.
Vegetta soltó una pequeña risa debido al predicamento de su compañero, sí que había poca o mala suerte para algunos de ellos.
Se sentaron en la banca junto a Vegetta y entraron en una cómoda plática hasta que 2 voces más les llamaron la atención, eran Willy y Luzu, ambos se veían pensativos y discutían algo que no alcanzaban a entender.
- Pero bueno chicos, ¿Y esas caras? ¿Qué pasa? - preguntó Vegetta, en Luzu es normal verlo preocupado sea por alguna situación, cosa o persona, pero ¿Willy? Ese es otro tema y le da curiosidad del por qué también le surgió la preocupación en su mejor amigo.
- ¡Ah! Hola chicos, lo que pasa es que Willy y yo hablábamos de que hoy Fargan y Quacks siguen comportándose extraño, incluso más que ayer. - el tono de preocupación en la voz del hombre se quebró al mencionar el nombre del joven pato.
- Si si, hoy pasé por casa de Fargan y también estaba portándose raro la verdad. - Afirmó el albino, parecía extrañado.
- ¿Qué definen como 'extraño? - Preguntó Staxx haciendo comillas con las manos, Alex asintió con la cabeza reafirmando la pregunta del otro.
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❄ ·𝐖 𝐈 𝐍 𝐓 𝐄 𝐑 · ❄
RomanceCuando el invierno llega al nuevo Karmaland, el comportamiento de los miembros híbridos de los héroes se torna un tanto... extraño y uno de ellos termina desapareciendo sin dejar ningún rastro en las grandes montañas nevadas que rodean al valle y al...