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Por mucho que te encantaría quedarte así, tenías que trabajar. Y tu novio también.
Pero ahora mismo estaba dormido, el brazo se balanceó sobre el tuyo mientras presionaba el lado de su cara en una almohada.
Podías ver sus rasgos somnolientos, el pelo negro cubriendo su frente. Era bueno saber que estaba teniendo el merecido y necesitaba descanso, pero... estabas atrapada.Y realmente tenías que levantarte para trabajar.
Intentaste salir de su agarre lo más suavemente posible para no despertarlo. No había forma de que pudieras alejarte, así que le agarraste el brazo y trataste de levantarlo.
Pero Riki te apretó el brazo y movió su mano hacia tu cintura, acercándote.
Te permitiste quedarte quieta por un segundo para comprobar si estaba dormido,pero su respiración tranquila y regular te aseguró que te mantenía más cerca inconscientemente, mientras dormía.
Cómo te encantaría quedarte con él un poco más.
Un suspiro se te escapó de la boca mientras tratabas de alejarte, esta vez un poco más fuerte. como pensabas que lo habías hecho, serás libre...
─No te vayas─su voz áspera y matutina te hizo detener tus movimientos.
─Tengo que...─suspiraste, intentándolo una vez más.
Pero aplastó sin esfuerzo la piel de tus caderas antes de acercarte aún más, como si fueras su oso de peluche. Todo el progreso que hiciste se perdió y ahora no había forma de que fueras libre.
─Quédate conmigo un poco más─murmuró, con los ojos todavía cerrados.
Riki movió un poco la cabeza, luchando contra un bostezo. Acabas de suspirar y acercarte, enterrando tu cabeza debajo de su barbilla.
─Está bien, pero solo un poco─murmuraste, cerrando los ojos.
Sus dedos comenzaron a acariciar suavemente la piel de tus caderas de una manera relajante.
En cuestión de segundos, ustedes dos estaban dormidos de nuevo...
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