Con la mirada cansada, desaliñado de la camisa, el sudor resbalando por los costados de su frente y sabiendo que estaba súper tardísimo, Chan Yeol trató de que no se le cayera la maqueta que realizó apurado por alcanzar con llegar al instituto a la hora permitida para los tardones.
Las dos anchas, altas y negras rejas de la entrada principal se encontraban bien cerradas y dejándose escuchar en la calle cierto alboroto por parte de un grupo de alumnos. Como de costumbre, el guardia de servicio junto con el profesor de atletismo eran los encargados de anotar los nombres de cada estudiante que hacían pasar a formar filas en sus respectivas secciones en el campo de fútbol para su severo castigo.
—¿Park Chan Yeol? ¿No eres de la selección nacional de natación? —le preguntó el profesor de atletismo, recibiendo una confirmación de su parte—. ¿Acaso no te han enseñado a ser disciplinado? —nuevamente, Chan Yeol asintió y trató de hablar sobre lo que le había pasado, pero el profesor fue más rápido—. Nada de excusas. Te haría correr las cinco vueltas de castigo si no supiera que es la primera vez que te veo por aquí. Tómalo como una advertencia. Porque a la próxima que te vea en mi lista... Ni así ganes una medalla de oro, te salvará de correr en mi cancha. ¿Entendido? —quiso asegurarse—. ¡Ahora vete de aquí!
Chan Yeol hizo una venia en disculpa y se acomodó la correa de su mochila en el hombro para poder retirarse de la vista del profesor que hasta le hizo resoplar en fastidio por tal temperamento. Había escuchado que era muy estricto con el equipo de atletismo y los que llegaban tarde al instituto, pero no lo creyó hasta verlo con sus propios ojos. Sintió un poco de lástima por los que no tendrían su misma suerte.
Los pasillos se encontraban vacíos, dando obviedad de que había llegado tardísimo. Por las ventanas de las aulas a su alrededor observaba a los estudiantes estar bien sentados en sus carpetas atendiendo a su clase de la primera hora. Siendo, de aquella forma, que encontró a sus compañeros cuando dio tres toques a la puerta para ser recibido por uno de ellos y dar muestra de un rostro un poco avergonzado de llegar tarde. Sabía que le tocaba lenguaje a primera hora con una profesora que no era muy severa como los demás que llevaba en el día. Se salvó de estar esperando afuera del aula hasta el receso como un sancionado.
Tomó asiento cerca a la ventana para dejar, finalmente, sus manos libres y hacer que sus compañeros le quiten de encima aquellas curiosas miradas, siendo más precisa la de Byun Baek Hyun, alias "el ángel del salón", mejor dicho, de todo el instituto. Porque lo miraba con una expresión como si lo detestara desde hace mucho y ni siquiera lo conocía más que por haber mudado a su vecindario y escuela, permitiendo conocer su verdadera faceta. Tal vez, por eso, sospechaba por qué sentía tan malas vibras de su parte. Era el único que seguramente sabía de la falsedad de su comportamiento.
—¿No te parece simplemente perfecto? —comentó su compañero, Jong Dae, de la carpeta de al lado, teniendo su vista en la presentación de Baek Hyun para la clase de ciencias—. Apuesto que sacará la máxima nota. ¡Es increíble lo que ha hecho!
Chan Yeol rodó los ojos y bufó, su mejor amigo solo hablaba como otro seguidor del club de fans de Byun Baek Hyun. Que para ellos todo en él era perfecto: historial impecable, sobresaliente en las materias, condecorado dos veces como mejor representante de la clase, monitor de pasillos que ha ayudado a parar la violencia en los alumnos más desfavorecidos y por supuesto, un gran atleta.
Había hecho eso creer cuando decidió meterse en el mismo campo que Chan Yeol. Pero, debido a que no era lo que quería hacer aparentar, no entró en las nacionales. Sin embargo, ese día parecía ser Baek Hyun el que ganó un puesto por la cantidad de ramos de flores que recibió en consuelo por ciertos estudiantes. A diferencia de Chan Yeol, quién fue el que ingresó y recibió nada más que las felicitaciones del director, algunos profesores y de sus tres mejores amigos.
ESTÁS LEYENDO
Seamos felices juntos
Short StoryAl instituto llegó un estudiante nuevo; Byun Baek Hyun era lindo, sumamente generoso con las personas a su alrededor, ayudaba a los estudiantes a estudiar, era inteligente y defendía a los chicos que sufrían por el constante bullying, era la bendici...