Dudas - Capitulo Seis

2 1 0
                                    

No hay peor momento que cuando miles de preguntas surgen en un sólo momento, no sabía verdaderamente que hacer porque por un lado estaba el hecho de que Javier insistía en vernos con frecuencia que ya alarmaba pues ni a mí mejor amigo lo veía tan seguido.

Esta anécdota les voy a contar cómo yo mismo me puse la soga al cuello, me dispare en el pie y salte al precipicio.

Que aunque es una metáfora, esto se sentía así...

La tarde del 28 de Junio del 2018 yo estaba en casa mensajeando con mis amigos, pero por otro lado también conversaba con Javier que insistía cada vez más a vernos pero yo no estaba seguro, en mi cabeza habían preguntas golpeando sin parar.

"¿Y si está vez te enamoras de verdad?"
"¿Que pasará si te descubren?"
"¿Ya tienes la explicación de esto a tus padres?"

Definitivamente ya no podía con esto así que actúe de manera irracional y dejandome llevar por la impresión de mi primer romance homosexual, pues accedí a qué viniera a mi casa a mirar películas.

La tarde transcurrió con velocidad a mí percepción pues tan pronto habían sido las 6:00 PM. Hora en la que nos veríamos, el timbre de mi casa sonó y yo estaba muy tembloroso, una parte de mí ya presentía que algo iba a ocurrir.

-H-hola, ¿Que tal? -Javier estaba detrás de la puerta esperando con una sonrisa en el rostro.

-Yo estoy bien, pero tú estás increíble -Al entrar se dirigía a abrazarme pero casi al instante lo separé por incomodidad.

-Javi, aquí no. -Baje la mirada al piso porque ahora estaba arrepentido de que al final no le pude haber cancelado- No me siento seguro que hagas esas cosas aquí en casa, aún sabiendo que me metería en problemas.

-Lo siento, pero ponte en mi lugar solamente imagínate que la persona que más quieres está frente a ti y no puedas besarla.

-Lo siento, nunca he sentido algo parecido.

Quizá para este punto ya se hayan dado cuenta que este capítulo sea algo triste y desanimado por mis respuestas y comportamiento.
Pero si hay algo a lo que le temó más que a los roedores es a mis padres, solamente con imaginar su reacción me arrepentía demasiado por ser así y tener que estar haciendo esto a sus espaldas.

Solamente estábamos él y yo en casa, nos disponíamos a ver una película de fantasía o al menos eso era lo que yo quería. Solamente mirar la película y pensar que mi historia terminaría así con un final feliz y no con algo tan complicado cómo ahora.
Y es que quizá lo más sencillo erá que lo rechazara pero había algo en él que me mantenía atado a él, no descarto la idea de la magia negra o brujería porque hasta la fecha me preguntó porque permitía tanto contra de mí.

-¿Te sientes bien? -el escucharlo preguntarme eso me hizo sentir diferente, a pesar de haber escuchado esa pregunta cientos de veces, esta era especial.

-Sí, yo estoy bien -Me acomodé en el sofá donde estábamos pues me sentía muy cerca de él- ¿Necesitas algo?

-No realmente, sólo quiero que estés bien -A pesar de haberme alejado yo, él se acercó y acaricio mi pierna- no eres el Damían que conozco, no has hecho ningún comentario sobre la película, o sobre lo que sea que pienses, es cómo si no quisieras hablar conmigo... ¿Es eso, quieres que me vaya?

-No, no es eso... Sólo que esto es nuevo para mí, ya antes había tenido citas rápidas, cosas eventuales y casuales pero está vez es difícil.

La expresión de ambos fue de arrepentimiento, por un lado la mía era por qué no esperaba decirle esto y mucho menos ahora.
Pero él, su cara cambio radicalmente su sonrisa desapareció y ahora se había vuelto tenso el ambiente.

-Te entiendo, esto es difícil cuando es la primera vez y perdona que te presione tanto sólo que –él guardó silencio por unos segundos para pensar lo que realmente quería decir– nadie merece que su mundo se reduzca a un armario.

Ahí fue que ya no pude soportarlo más pues sin querer comencé a derramar pequeñas lágrimas, es la primera vez que un chico se preocupa por qué yo sea libré y feliz.
Eso quizá fue lo que me enamoró porque a partir de ahí fue que me acerqué a él a abrazarlo, mis manos rodearon su cuello y él me consolaba con pequeñas palmadas.

—Está bien que quieras mantener todo en orden con tus padres pero tu felicidad también vale y también está bien que no quieras algo, cómo yo por ejemplo.

Al escucharlo me despegue de él y lo miré a los ojos, pues me sorprendió mucho escucharlo decir eso porque a sus amigos les decía que no había nada en el mundo que quisiera más que vivir una historia de amor conmigo.

—¿De que hablas? –fue apenas lo que pude alcanzar a decir.

—En serio, Damían. –tomó mis manos y las juntó– Vales mucho y tu felicidad es innegociable, si yo no formo parte de ella no tienes porque obligarte a que sea así.

AÚN PUEDES ESCAPAR ESTÚPIDA, SAL DE AHÍ!!!
Perdón, no perdía nada con intentar detenerme.

Bueno, volviendo a la narración pues sí... Me convenció con ese discurso de la felicidad, libertad y ese supuesto amor verdadero.
No les contaré más sobre lo que dijo porque al final fueron falsas palabras, quizá la declaración y hasta eso porque aja, se necesita para la historia.

—Por eso, yo me preguntaba –Se levantó del sofá y llevó su mano derecha a su bolsillo del mismo lado– ¿Si tú quisieras, ya sabes... Ser novios?

INSISTO!!!
ALGUIEN DETENGA A ESTA PENDEJA!!!

—Sí, sí quiero –respondí dejandome llevar por aquellas palabras que habían llegado a mi corazón, fue lindo saber que alguien se preocupara por que fuera alguien auténtico.

A partir de aquí se viene un arco argumental muy trágico, que a pesar de recalcar que esto es ficción... No se confíen, quizá alguno de sus amigos esté o pueda vivir una historia de terror cómo está.
Bueno nos leeremos después 💋

El Diario De Damían.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora