Máscaras - Capítulo Dos

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El bachillerato fue otra de las aventuras que más disfrute, esta etapa a comparación de la anterior fue sin duda algo especial ya que aquí tuve un comienzo seguro, tranquilo aunque algo turbio.

Sí, ya sabemos que mi burbuja la habían explotado y que yo era un chico nuevo pero aún no terminaba de conocer al mundo y su maldad.
Yo no pude hacer un examen para ser admitido en alguna preparatoria o mínimamente intentar quedar en alguna poniendo a prueba mis conocimientos pero no.

Me quedé sin intentar y cómo opción tome una escuela privada, una de la cuál me enamoré a primera vista, esa escuela nos dio un recorrido por las instalaciones y he de admitir que yo babeaba mirando al alumnado, digo a las aulas.

En ese primer recorrido los muchachos de la escuela les tiraban piropos a mis compañeras aunque si ponía atención me daba cuenta que algunos no eran sólo para ellas, eso me dio más ánimos pero en ese momento yo sólo tenía ojos y corazón para Rodrigo, aunque ya sabemos cómo acabó eso.

Bueno, entramos al auditorio de la escuela el cuál sinceramente estaba algo pequeño y sus sillas eran incomodas, nuestros guías eran dos alumnos de la escuela uno que parecía ser mucho más mayor que nosotros y una chica que era linda aunque sus ojos daban la impresión de que no había dormido bien últimamente.

Después de una larga y aburrida "exposición" nos llevaron a conocer la escuela, habían 5 edificios grandes con aulas para tomar clase, ese día al ser nosotros la única escuela que fue a visitar pudimos pasar todo un día entero vagando por la escuela. Yo no sabía a dónde ir primero si a ver las clases de mecánica, las de baile o las de natación.

Ahora voy a justificar porque fui a las de natación y no fue por el motivo que ustedes piensan, bueno quizá un poco sí ya que los alumnos que estaban demostrando las clases eran solamente hombres y que hombres.
Por otro lado en baile sólo era baile árabe y no voy a negar que las chicas eran buenas bailarinas pero estaban coqueteando con todo lo que se moviera y yo no pretendía jugar al heterosexual en ese momento.

Después de estar mirando embobado a los nadadores fue que recordé que habían más cosas que ver, así que salí para ir a ver las clases de mecánica y quede enamorado, no se emocionen la verdad los alumnos de mecánica eran todos feos a excepción de uno pero hablaba de forma graciosa y no me llamó la atención, yo miraba las partes, el proceso que hacían y me resultaba tan interesante.

Después fui a los salones de baile y descubrí otra pasión, ya que según las chicas tenía talento para hacerlo.

En ese entonces yo tenía solamente 15 años, era un niño a comparación de los alumnos porque sí, al momento de elegir una escuela yo me aferre a esa aunque el gusto me duró muy poco.

Decidí estudiar mecánica automotriz ya que tenía buena memoria, era inteligente y sentía futuro ahí.
Pero no contemple algo muy importante, los compañeros.

Al ingresar y comenzar mis estudios todo parecía muy divertido. Ya que si algo aprendí es que los mecánicos muy pocas veces son serios, en mi primer día fui de los primeros diez alumnos en el aula y sí, todos eran chicos, pero no eran chicos lindos o al menos atractivos, eran chicos vulgares, groseros y toscos.

Definitivamente yo no encajaba ahí, por otro lado habían dos compañeras las cuales me caían bien y tenía buena relación, una de ellas se llamaba Fernanda y la otra Luz, Luz era muy femenina realmente, tenía un cabello lacio y castaño muy lindo y Fernanda era más reservada aunque también tenía comportamientos tiernos y lindos cómo cualquier chica.

En la primera evaluación nos separaron en dos grupos debido a la cantidad tan grande de alumnos, yo me fui con la parte más... "Difícil".
Pues a un grupo de compañeros les gustaba fumar mariguana dentro de la escuela y yo, odio el humo hasta de los fósforos así que me mantuve en un punto medio, ni ser enemigo pero tampoco su aliado... Me gustaba la mecánica y todo el tiempo que pasábamos en el taller era divertido pero me sentía vacío no obstante tuve una novia en ese tiempo pero fue una mala experiencia para no querer relacionarme con nadie por un largo rato o al menos un par de meses.

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