⠀⠀⠀⠀「TALK 25」

53 9 1
                                    

—Tenía miedo de no recordarte —confesó el pelinegro, sonrió, mirando a su novio con todo su amor—. Pero eres la única persona que nunca podrá ser borrada.

El rubio sonrió.

—Yo tenía miedo de perderte —dijo, y el otro asintió—. Aún lo tengo.

El mayor negó suavemente.

—No me iré, nunca —dijo— Lo tengo más que decidido.

El menor sonrió.

—Recuerdo pocas cosas —murmuró el pelinegro, el otro lo miró con atención, sus ojos estaban perdidos en la nada—. Recuerdo que nos juntamos con otras personas... Éramos un grupo grande para mí gusto... Recuerdo también que me juntaba mucho con uno de esos... Tenía ojos marrones.

—Se llama Liam, Liam Payne.

—Liam Payne —repitió—. También recuerdo que te juntabas mucho con dos muy infantiles... Uno tenía ojos verdes, y creo que es el mismo chico que el otro día... ¿Harry?

—Sí, se llama Harry... —Niall sonrió—. ¿Recuerdas el otro?

El pelinegro negó.

—Recuerdo que tenía que tomar unas pastillas —dijo—. Todos los días a las ocho y media de la noche... Y otras antes de ir a dormir. Esas son las que me hacían dormir.

El rubio se mordió el labio con fuerza, en sus ojos brillaban lágrimas.

—Son las que me hicieron dormir tanto, ¿Verdad? —dijo, aunque ya sabía la respuesta.

Cerró con fuerza los ojos, sintiendo una fuerte culpa, un arrepentimiento que lo recorría completamente.

—Lo siento, enserio lo siento —lloró.

De inmediato, su novio lo abrazó, acomodando el rostro del pelinegro en su cuello, mientras dejaba besos a dónde llegará, el mayor no quería perder el tiempo llorando, no sabía cuánto tenía, se apartó a los pocos segundos y se limpió el rostro con ayuda del menor.

—Todo está bien, Zaynie. Deja todo eso atrás, ya no importa, lo que importa es que estás aquí... No me gustaría ser viudo —añadió con una risa, alzando su mano izquierda y mostrando su anillo.

El otro sonrió ampliamente, mostrando sus encías y sus blancos dientes, haciendo que unas adorables arrugas se formaran cerca de sus ojos y el rubio pensó en besar cada una de esas hermosas hendiduras.

—Ni bien salga de aquí te llevo al altar —murmuró, el menor sonrió, pero algo en su pecho se encogió con dolor cuando notó la lentitud en la voz de su novio.

Supo que lo imparable estaba cerca y contuvo sus lágrimas.

—Zayn...

—Niall, tengo sueño —lo interrumpió—. No quiero dormir.

—Aguantaste mucho, cariño, estás más fuerte que nunca, sigue así...

—No me des una charla de despedida —dijo, ignorándolo, sus párpados pesaban—. No me hagas volver a dormir.

—Zayn, forzarte te va a hacer mal... Tu sueño y tú despertar tienen sus tiempos, y los respeto, si haces lo mismo será más fácil.

>>Puedes ir y volver de nuevo, más fuerte, y por más tiempo. Será así, lo prometo, estaré aquí.

Los ojos del pelinegro se enfocaron forzosamente en los del rubio, el menor tomó sus mejillas y juntó sus labios, en un último beso antes de que el sueño domine al mayor de nuevo, terminando inconsciente entre sus manos.

Sleeptalk [Ziall]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora