Capítulo 3

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- Sí quitamos tu olor a perro mojado, sin duda serías buen partido - Le dijo Kate golpeando su mentón con su dedo índice- Y ya estarías en mi cama

- Sí quitamos que eres una chupasangre, sin duda no estaría en tu cama - Se cruzo de brazos- Sin ofender, rubia

- Me siento muy ofendida, la verdad - Le dijo ofendida- Soy ardiente, perra, solo mírame - Señalo su sensual silueta

- Solo veo una chupasangre - Sonrió de lado cuando Kate la fulmino con la mirada- Tantos siglos y te molestan unas palabras de una adolescente - Soltó una risita

Una sedosa y ligera risa se escuchó a su lado, miro hacia donde provenía la risa, se encontró con el rosto inexpresivo de Irina, sus ojos dorados como el oro estaban llenos de diversión.

- Linda risa – Halago a Irina haciendo desvié la mirada avergonzada

- Oh vamos - Se quejo dramáticamente- ¿A la amargada si la halagas y a mí me ofendes diciendo fea?

- Nunca te dije fea - Le aclaro frunciendo su ceño- Solo dije que no estaría en tu cama

Kate miraba a Elu muy ofendida, se paró enfrente de ella encarándola, Elu se carcajeo al notar la gran diferencia de altura, apenas y le llegaba al ras de su nariz.

- Eres pequeña - Agacho un poco la cabeza para mirarla mejor- A que me debo de ver muy linda desde abajo

- Eres insoportable - Bufo para apartarse y sentarse en el sillón de mala gana- Y tú no te rías - Le reclamo a Irina que se volvió a reír

- No es mi culpa que al fin alguien sea más insoportable que tú - Alzo una ceja mirando a su hermana

- Lo tomare como un insulto hacia mi persona - Le dijo Elu con el ceño fruncido mirando a la nada

- Pero pienso como ella, si te quitamos tu aroma a perro mojado - La miro de abajo hacia arriba descaradamente- Serías gran partido para estar en mi cama

- Hormonales - Negó Elu con diversión- Creí que la adolescente hormonal era yo y no ustedes - Las miro- Aunque no negare que son muy sexis - Miro hacia la nada nuevamente




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- Carmen, en serio no es necesario - Le repitió mirando como la castaña alistaba una mochila para ella

- Es un viaje muy largo, mínimo déjame ponerte comida - Metía dos trastes de comida en la mochila

- ¿Así se siente? - Le pregunto a las rubias

- ¿Sentirse qué? - Le pregunto Tanya confundida

- Tener una madre - Le contesto Elu mirando a Carmen muy concentrada en la mochila

Todas al escucharla la miraron con tristeza, la respuesta les dijo suficiente para saber que Elu nunca tuvo una figura maternal en realidad.

- Querida, yo...

- No se preocupe - La interrumpió Elu suavemente sintiendo un nudo en su garganta- Solo ignórelo u olvídelo - Aclaro su garganta mirando hacia otro lado que no fuera alguna de las cuatro

Se tensó cuando los brazos fríos de Carmen la abrazaron, la miro y observo como la castaña a abrazaba con suavidad, podía sentir lo maternal que era, con torpeza respondió el abrazo.

No abrazaba a nadie que no fuera Bella, ni a Renée ha llegado a abrazar, se sintió bien abrazando el cuerpo amable y gentil de Carmen, sus ojos se llenaron de lágrimas que fueron rápidamente dispersas entre parpadeos.

- Bien - Aclaro su garganta- Es hora que me vaya, mi mejor amiga debe estar como loca sin saber de mí - Soltó a Carmen con suavidad

- En la mochila tienes una hoja con todos nuestros números, sí tienes algún problema con tu padre, eres bienvenida - Le dijo Carmen suavemente agarrando la mochila- Me avisas cuando estés en Arizona - Le pidió con seriedad

- Como ordene, señora - Asintió rápidamente ante la mirada severa de la vampira

Eleazar llego a la casa justo a tiempo para despedirse de Elu, el español había salido al pueblo para atender su trabajo haciendo que no pudiera convivir más con la morena.

- Fue un placer conocerte, Elu - Le sonrió amablemente estrechando su mano

- El placer fue mío, Eleazar - Volvió a sentir esa aurora paternal en él creando un nudo en su garganta

Se aparto de ellos para transformarse asombrándolos, pudieron comparar su altura como la de un caballo o tal vez ligeramente más alto, su musculatura era más ancha y fuerte de uno.

- Eres muy linda - Murmuro Kate acariciando su melena- Y suave

Elu la golpeo juguetonamente con su hocico haciéndola reír, tomo la mochila entre sus grandes colmillos, los miro cuando se alejó un poco de ellos antes de partir, sobre todo miro a Carmen que le dejo un gran nudo en su garganta y estómago.

Aquella vampira le había brindado el cariño, el amor y la preocupación de una madre, todo eso le hizo que le tuviera cariño a la española con suma rapidez y facilidad, los Denali la despidieron haciendo que moviera su cola con alegría.

Salió a gran velocidad de la zona del clan asombrándolos de nuevo por su rapidez, cuando ya no sintió sus presencias se permitió sentirse mal, le había llegado a lo más profundo de su ser aquel acercamiento tan familiar.

Al llegar a Arizona se mantuvo aun alejada de la cuidad, se cambió a su forma humana y puso la ropa que Carmen le empaco, agarro uno de los aperitivos que la inmortal le preparo y fue comiendo durante el resto del camino hacia su casa.

Cuando entro a su casa sintió de nuevo esa soledad y frialdad que tenía a lo que creía y llamada hogar, suspiro pesadamente para seguir su camino a su cuarto.

Se acostó en la cama mientras revisaba su celular, efectivamente tenía miles de mensajes y llamadas de Bella.

Guardo los números de los vampiros y le mando mensaje a Carmen sobre su llegaba a casa, le daba gracia que había convivido perfectamente con todo un clan de vampiros, sus enemigos naturales.

Salió de su casa para pasar a la de Bella, donde fue recibida por golpes ligeros de esta mientras la regañaba por desaparecer así.

- Eres una tonta, una irresponsable - Le decía entre golpes- ¿Sabes lo preocupada que estaba? Llame a tu trabajo y me dijeron que no habías ido - Golpeo la cabeza de Elu mirándola con enojo y preocupación- ¿Dónde fuiste?

- Perdón - Agarro las manos de Bella- Pelee de nuevo con papá y ya sabes que cada vez que peleo con él, quiero apartarme para buscar paz y tranquilidad

Bella al verla afligida en su sillón la atrajo hacia ella y la abrazo con fuerza, odiaba que Elu se perdiera por dos o tres días seguidos cuando se peleaba con su padre.

- Estas muy caliente, ¿Te sientes bien? - Tocaba todo el rosto de Elu- Estas hirviendo, desde hace tiempo estás con la temperatura tan alta

- Estoy bien, es el calor de caminar tanto - Murmuro disfrutando de las suaves y ligeramente frías manos de Bella- Estoy cansada

- Vamos a que descanses - Agarro las manos de Elu para guiarla al cuarto que había habilitado para la morena- Deja de irte así, siempre la paso mal - La miro suplicantemente

- Lo siento, sabes que puedo ser muy impulsiva cuando peleo con papá - Murmuro adormilada- Duerme conmigo - Estiro sus brazos hacia la menor

Bella suspiró para meterse en la cama, los brazos fuertes y calientes de Elu la abrazaron con firmeza, amaba los abrazos de su mejor amiga y más cuando hacían pijamadas, era buena almohada o cama.

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Mi Loba | Leah Clearwater (Terminada)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora