Mi Loba | Leah Clearwater (Terminada)

Capítulo 11

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- ¡¡Elu!! - La regaño Nik

- ¡¡No Niklaus!! - Gruñó Elu molesta- No volveré a ese estúpido psiquiátrico, me niego totalmente - Se cruzo de brazos negando con la cabeza repetidas veces

- ¡¡No es un psiquiátrico!! - Le recordó Elijah acariciando su cien- Mira, sé que no tiene el mejor aspecto para ti, pero es muy buen instituto, el más cercano

- Y sus malditos maestros y alumnos parecen unos drogadictos - A completo Elu- Todos son tan felices, sonrientes y me da miedo - Se estremeció al recordarlos- No, me niego - Se sentó en el sillón

- Elu, por favor - Le pidió Nik- Estas acabando mi paciencia - Le aviso entre dientes

- Pues me regreso a Phoenix - Se levanto del sillón para ser sentada de golpe por el rubio- Por eso digo que no regresaré - Se rio nerviosa ante los ojos del rubio

Rebekah entro tranquilamente a la casa, se quedó estática en su lugar ante los ojos de su hermano, el corazón de Elu bombeaba con fuerza.

- Aléjate de ella - Gruñó molesta al verla nerviosa ante la mirada de su hermano- ¡¡Ahora!!

El rubio se alejó de Elu regresando a la normalidad, alzo sus manos en forma de rendición, no quería terminar apuñalando a su hermana... otra vez.

Elu suspiro tranquila al ver que Rebekah llegaba como su salvadora por esa vez, bajo su mirada a sus dedos, tenía el anillo familiar de ellos en su dedo índice.

En la mañana antes de irse al instituto con los tres, Elijah le había dado el anillo plateado con el símbolo familiar, recordaba perfectamente sus palabras cargadas de honestidad y cariño escondido en su voz neutral.

- A partir de hoy, por y para siempre... - Le dijo suavemente mirando el anillo-...Seremos familia, Elu, no lo olvides nunca -Deslizo el anillo en su dedo- Ahora eres nuestra hermana y lo serás por y para siempre

- ¡Elu! - La llamo Rebekah sacándola de sus pensamientos

- ¿Qué? - Le pregunto confundida

- Que vengas a comer - Le repitió señalando la comida en la isla de la cocina

Elu no tuvo que escucharlo nuevamente para pararse de golpe del sillón y casi correr a la cocina, los tres hermanos miraron con diversión y ternura la reacción de la morena con la comida.

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Elijah le había regalado su propio taller a Elu para que se mantuviera ocupada en sus tiempos libres, aparte de que tuviera ingresos propios de forma independiente, aunque los tres le habían dado una tarjeta para lo que quiera comprarse lo tomara.

- Veo que te gusto mi regalo - Miraba atentamente la cara de fascinación de la menor- Las moscas entran - Le dijo con diversión cerrándole la boca con su dedo índice

- Esto... es mucho, Elijah - Lo miro- No puedo, no puedo aceptarlo

- Oh vamos - La miro con reproche- Claro que puedes aceptarlo, ahora somos familia, así que, como tu hermano mayor, tengo que velar por ti - Le entregó las llaves del taller- Y este es mi regalo de bienvenida a la familia Mikaelson

- Mierda - Murmuro Elu mirando las llaves- Elijah... yo...

- No - La interrumpió- Nada de Elijah, ahora recorre las instalaciones, tengo cosas por hacer, sé que serás inteligente y astuta para mantener esto en pie y hacerlo un gran taller- Palmo el hombro izquierdo de Elu para irse a su carro

Elu seguía sin palabras mirando las llaves, miro el taller y no pudo evitar sentir aprecio por el castaño que casi devorada de un bocado cuando se enteró que él la había noqueado golpeándola detrás.

- Estúpido Elijah - Murmuro incrédula para entrar al taller

Estaba a la mitad de sus cosas cuando sintió la presencia de un vampiro, se puso rígida en su lugar al escuchar los pasos de este, camino hacia la ventana de su oficina cuando lo vio parado a mitad del taller.

Abrió la ventana mientras lo miraba fijamente, no quería perderse ni un solo movimiento del vampiro para estar preparada para una posible pelea que se arme entre los dos.

- Buenas tardes, ¿Lo puedo ayudar en algo? - Recargo sus manos en el marco de la ventana- Soy Elu, dueña del taller

- Un gusto, soy Stefan Salvatore - Alzo la mano saludándola con una sonrisa- A mi carro se está quedando sin aceite y podía ver si podía ayudarme

Elu asintió - Claro, voy enseguida

Gracias a su ahora hermano mayor, Elijah. Ya la había ayudado en abastecer de todo lo que podría necesitar, así que no tendría problemas para ayudar al castaño.

- ¿Qué marca y año es su carro, Estefan? - Le pregunto caminando hacia los aceites de motor que tenía en las estanterías

- Un Porsche 356 Taycan 1965 - Empezó a caminar hacia ella intrigado

- Motor de 4 cilindros de 1290 a 1587 cm³ con potencia 44 a 115 CV en 32 a 85 kW con una velocidad máxima 201 km/h y una aceleración 0-60 mph en 10.5s -Hablo montamente recordando sus características- Hombre de buenos gustos, pero esas son las especificaciones para la serie A - Lo miro- ¿Cuál serie tienes?

- Serie C - Le contesto con diversión- Te gustan los carros clásicos – Elu asintió

- En casa tengo una Pick-Up Chevy Cameo 1957 que estoy restaurando - Enseño el bote de aceite- No creo que necesite mucho aceite, el Taycan 1965 es demasiado fácil por mantener, hablando del motor y de las capacidades económicas del dueño

Estefan soltó una risa nasal para asentir, le había agradado Elu sin darse cuenta, la siguió hasta su carro, le ayudo abriendo el capó del su carro y dejar que Elu hiciera su trabajo.

- Así que chica de buenos gustos - Se recostó sobre su carro con los brazos cruzados- ¿Qué otras bellezas clásicas posees?

- Mi hermano mayor me regalo hace poco un Chevrolet Corvette Stingray serie C3 de 1982 - Le contesto distraídamente- Él sabe lo mucho que me gustan los clásicos y justo estaba transportándome en una patineta así que fue el regalo perfecto

- Otro hombre de buenos gustos - Bromeo haciendo reír a Elu

- Sí - Lo miro- Encienda el motor, veamos si es suficiente

Estefan se subió al carro con la puerta abierta, encendió el motor haciendo que la piel morena de Elu se erice de lo bien que se escucha ese motor de 4 cilindros, rugía hermoso según el gusto tan clásico de Elu.

- Suena hermoso - Sonrió con diversión viendo como Elu disfrutada del sonido

- Sin dudarlo - Asintió- ¿Desea que lo ayude en algo más? - Cerró el capó del carro

- No, linda - Salió del carro y pagarle- Dile a tu hermano que es hombre de buen gusto, quédate con el cambio

Elu asintió haciéndose a un lado para dejar que se fuera, vio cómo se fue rápidamente, disfruto los últimos momentos del sonido del motor del Porsche.

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