La semana transcurrió de forma tranquila para todos, Samgirl logró adaptarse y ahora trabajaba en el salón de grabación junto a Norman Polk y de vez en cuando ayudaba a exportar la tinta a la máquina, planeaban hacer del estudio un lugar reconocido nuevamente y por lo tanto necesitaban probar y probar a cada rato la máquina y otros aparatos. Ink Bendy era quien manejaba todo ya que Joey y Henry fueron dueños del estudio por años y ahora le tocó heredar el puesto, junto a Boris que era su mano derecha y mejor amigo.
— ¿Cuál es el siguiente plan?
— Estuve pensando que es muy probable que configuremos la máquina de tinta para hacer que los empleados puedan tomar una forma humana también.
— ¿Como tú?
— Exacto. Sin embargo yo nací con esa habilidad y puede que a otros les resulte un poco más difícil poder adaptarse al cuerpo humano.
— Si no me equivoco la mayoría de los empleados se acostumbraron a andar como seres de tinta durante todos estos años.
— Puede que con ellos sea un poco más fácil porque en el fondo corre sangre humana en sus venas aún. Nosotros al ser creaciones provenientes de la máquina nos llevará más tiempo, sin contarme a mí y a Sammy. — Dijo sintiendo una sensación de pesadez en el estómago al pronunciar el nombre del músico.
— Tienes razón, hablando de eso el necesita componer la banda sonora para la próxima serie animada.
— Lo sé...
— ... ¿Participaras?
— Aún no lo sé... últimamente no me estuve sintiendo bien a nivel emocional.
— Puedes decirme, sabes que somos mejores amigos y puedes contar conmigo para lo que sea.
Bendy se había prometido no hablar con nadie más acerca de su asunto con el músico, Boris era casi su hermano, seres de los mismos creadores y hasta hace poco había aprendido a usar gestos para que otros puedan leer sus emociones. Como deseaba volver a usar su cara inexpresiva otra vez para esta situación pero en lugar de una sonrisa quería tener un rostro serio, aún así no podía ocultarle nada al lobo porque lo conocía bastante bien.
— Solo es Henry... — Habló sin mentir del todo. — Todavía lo extraño mucho.
— Era un buen hombre, un buen novio.
— Sí... lo que yo daría por revivirlo.
— Tienes razón, no hay otro como él.
Ink simplemente suspiró y recostó su cabeza en una de sus manos, el estrés y la nostalgia lo estaban matando, eran más problemas con los que tendría que lidiar a cada rato. Sammy, su querido músico no le había dirigido la palabra en ningún momento pero no esperaba a que lo hiciera, entendía como se sentía y además era demasiado pronto para empezar una nueva relación con alguien más.
— Quizás haya algún modo de revivir a Henry. Podría investigar.
Sonaba algo loco, sumamente descabellado para alguien como él, tal vez Joey lo vería como algo que se puede resolver con un simple pentagrama pero él no era así, Bendy no estaba tan loco como para recurrir al culto, a pesar de que fue de ese modo en el que había llegado al mundo. El quería hacer que Joey Drew Studios vuelva a hacer un lugar reconocido por sus series animadas y esta vez quería hacerlo sin necesidad de recurrir a los pentagramas o al satanismo, esta vez quería hacer todo bien ya que la gente necesitaba despertar la querencia en ellos nuevamente.
— Recuérdame, ¿Para qué quieres que todos los seres de tinta tomemos forma humana?
— Porque vamos a empezar a relacionarnos con la gente y necesitaremos actuar como humanos.
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Eres mío.
RomanceHenry volvió a la fábrica de tinta a pedido de Joey Drew, quien le mando la carta pero al encontrarse con bendy en su forma demoniaca su vida no terminó como esperaba. Luego de un tiempo Bendy comienza a sentir algo por su profeta Sammy, el cual le...