Viekilig

3. El último baile

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Back To Black ─ Amy Winehouse.

SUS TACONES RESUENAN FUERTES,
PERO SE DEBE AL ECO, LO VACÍA 
QUE ESTÁ POR DENTRO

         La fuerza en sus pasos era impresionante, su cuerpo lleno de vigor se veía poderoso, sin miedo a caminar entre las oscuras paredes de un pasillo lleno de hombres que anhelaban poseer su cintura mientras enterraban su polvosa nariz en la cuenca de su cuello. Podía sentirlas, todas las flechas apuntando al andar de su trasero, sombras espantando cualquier claridad de inocencia, tiñendo el lugar de perversión.

         Eran bestias asechando al ciervo, tratando de intimidarlo con sus fieras miradas deseosas, pero la presa en esta ocasión era un animal listo, demasiado sigiloso para ellos, rápido y capaz de huir de sus hambrientos y afilados colmillos. La ruina de cada hombre sería una mujer astuta. Miró a todos por sobre su hombro, con su mentón alzado, sin temor, lista para acabar con cada uno de ellos, no merecían tener el privilegio de tocar la brillosa piel que poseía, sus caderas se movían sensuales mostrando su caminar que irradiaba confianza en sí misma.

         Un paso a la vez, sin apuros llegó a su camerino de aquella noche, siempre era uno diferente, con gente diferente y disfraces diferentes, pero siempre la misma mentira y el montón de basura. Se mantenía moviéndose de aquí para allá, haciendo shows donde el principal protagonista era su cuerpo, ofreciendo distintos entretenimientos; todo dependía del lugar en el que le tocara presentarse, cada noche una nueva aventura frente a hombres llenos de libido, claro que si tenías la suficiente suerte y una cantidad de dinero agradable, podrías obtener más que un simple espectáculo privado.

         ── We only said goodbye with words. ── Cantó, la suave melodía de aquella canción opacó todo a su alrededor, despertando su verdad oculta, escondida entre todos sus dolores, en el fondo del cajón de los sueños, una joven destrozada se escondía de la superficie que deseaba lastimarla. ── I died a hundred times, you go back to her.

         Sonaba Back To Black de Amy Winehouse, su favorita, se sentía una deslumbrante chica de Hollywood al escucharla sonar, aunque de lo que trataba su letra era ciertamente triste, el ritmo lograba hacerla mover su torso mientras retocaba su maquillaje que se había arruinado por el sudor a causa de su anterior show, miró fugaz la imagen en blanco y negro de Marilyn Monroe que había recortado de una revista noventera y traía consigo a todos lados.

         Le había ido bien, todos esos viejos aventaron muchos billetes hacia ella como si no hubiese un mañana y, ella gracias a eso no debía preocuparse por el mañana tampoco. De nuevo, había bailado para repugnantes señores. Sonrió, viendo su reflejo, sus dientes brillantes contrastaron con el rojo fuerte de su labial; era hermosa, deslumbrante. Una gota oscura resbaló, recorrió el contorno de su resplandeciente sonrisa, ensuciando su esculpido rostro. Sus comisuras descendieron, solo bastaba con mirarse determinado tiempo y la máscara empezaba a caer, sentada frente a su peor enemigo; su reflejo. Las lágrimas destrozaron su perfecto maquillaje. Lloraba, viéndose al espejo, observando a la mujer que tantos alababan... Y ella odiaba.

         ── Carajo... ── Murmuró, mientras pasaba su dedo índice por el espejo, se sintió irreal ver como aquella mujer le sonreía mientras tocaba sus mejillas manchadas. Pensó que le respondía, por supuesto, lo escuchó claro, le susurró: «"Huye, lejos de todo esto"», con una voz rota «"Puedes empezar de nuevo"» le dijo, tratando de que curara sus heridas. Tocando su reflejo, viendo como su alma lloraba afligida, deseando poder ser rescatada. «¿Puedes oír cuando te llamo?, ¿Puedes escucharme?»