Pete
— Genial.
Para que tanto ella como yo estemos más cómodos, bajo de la camilla para sentarme en el banco frente a ella y extender mi brazo sobre la misma colchoneta, de modo que mi brazo queda estirando sobre su mano y entre ambos.
— ¿De martes a viernes sí abres? Los fines de semana se me complica, y preferiría venir si es posible a media tarde entre semana.
Saco mi teléfono cuando siento la vibración, sin embargo no lo desbloqueo a pesar de ello, porque si llega a ser Heidi no quiero alertar a Bárbara ahora que cedió a hacerme el tatuaje.
Si lo mantengo afuera y en mi mano es especialmente porque de esta forma estoy más cómodo. Sin embargo me veo en la necesidad de ponerlo en silencio, y para eso necesito desbloquearlo, por suerte el mensaje no es de Heidi y tampoco es muy relevante o revelador.
— Oye... ¿Puedo preguntarte algo? Es sobre Stan...
Dave
— Oh, genial.
De repente no sé porqué me siento tan ansioso y nervioso de estar aquí, por lo que necesito buscar prepararme algo de tomar, algo con alcohol de preferencia, pues si bien no pienso embriagarme, sí creo que calmaría un poco las cosas.
Al menos para mí...
El problema es que sí me quedé para hablar con Mike, y ahora mismo estoy demasiado nervioso y asustado para querer preguntar, por lo que decido, luego de volver a la sala de estar con mi vaso de granadina con ron, que podría solo quedarme en el balcón de la habitación por un rato.
— ¿Vas a descansar?
Ni siquiera puedo entender bien porqué estoy tan nervioso, pero al menos el licor ayuda a sentirme más tranquilo de lo que he estado en varios días ya, si no es que un par de semanas.
Bebe
No es por cojuda, pero quiero limitarme lo más posible en la conversación con éste muchacho. He visto de todo pasar por el estudio de mi ex jefe, y aún así, siempre he tenido repelús por éste tipo de personas.
Su negatividad suele deprimirme, y yo deprimida soy más dramática de lo que ya soy.
- Yup... si abro, pero a partir de las seis de la tarde.
Al menos hasta que presentemos la obra.
No pienso comprometer mi tiempo sólo por pena o vergüenza, mucho menos cuando tengo todo un plan para éste fin de semana y las siguientes dos semanas.
Prefiero mentirle...
De esta forma puedo hacerle creer que no estoy empezando mi negocio de la manera más vaga, informal y con poca seriedad posible, y confiar en que si viene durante esas dos semanas, crea que no está abierto por alguna emergencia.
Aunque por supuesto nunca es tan fácil.
Estoy teniendo un "ayno" mental bien grande mientras limpio el área que voy a tatuar de su brazo, y me dice si puede preguntarme algo sobre Stanley.
- Si no es algo muy personal suyo, supongo...
Mike
- ¿Jum?
Me extraña que me pregunte si voy a descansar, porque no sé si es sólo un "¿Vas a desparramarte por aquí?" o un "¿Ya te vas a dormir?".
Y se supone que le había dicho que quería hablar con él...
Puedo dudarlo un poco, sólo porque éstos días no he estado muy lúcido que digamos.
- No... Te dije que quería hablar contigo, no? O preguntarte algo?
