—Lamento haber arruinado el viaje, mami. —Murmura Leo mientras Harry lo ayuda a acomodarse en su cama.
Son ya alrededor de las ocho de la noche, hora en la que los gemelos duermen, Harry se pasó toda la tarde cuidando del cachorrito enfermo, todo con la ayuda de Emily, quien estuvo al pendiente de su pequeño hermanito como toda una alfa protectora. Después de bañarlo, le dio sus medicamentos y se sentó con sus dos hijos a ver una película en su habitación.
—No mi amor, —Harry le acaricia las rosadas y regordetas mejillas con sus nudillos—. Tú no arruinaste nada, ni siquiera lo digas. Pero eso sí, nada de comer Nutella por los próximos días. ¿De acuerdo?
—Sí, mami. Te amo.
—Yo más, precioso. Ahora, a dormir. —Dice y lo arropa con varias mantas antes de apartarle los ricitos de la frente para depositar un beso en ella. —Buenas noches, Leo.
—Buenas noches, mami.
Harry va hacia la cama gemela en la que Emily ya se encuentra recostada y repite el mismo procedimiento que con Leo, la arropa bien y se asegura de que traiga puestas calcetas pues la cachorrita suele levantarse varias veces al baño o a la cocina y nunca se pone sus pantuflas, por lo menos los calcetines la protegen del frío del piso. Una vez hecho eso, le da un beso de buenas noches y sale del dormitorio de sus pequeños.
Se siente bastante cansado, tiene el cuerpo cortado y después del día que tuvo sólo quiere darse una ducha rápida y tirarse en la cama a dormir. Baja las escaleras y se dirige a la cocina para buscar a Louis. Tal y como lo pensó, el alfa se encuentra sentado al comedor, detecta unas velas al centro de la mesa, una a cada lado de un jarrón con lirios blancos, que termina por darle el toque de elegancia.
Harry sonríe, al parecer Louis está de muy buen humor. Honestamente, el ojiverde creyó que su alfa estaría algo estresado por los eventos del día, mas aún después de haberse enfrentado al grupo de omegas. Sin embargo parece ser todo lo contrario.
—Alfa, no me digas que me esperaste para cenar, —le dice cuando llega a la mesa—. Yo ya comí algo con los cachorros así que no tengo hambre.
El omega observa que hay una botella de tequila (algo para nada usual pues Louis no es muy aficionado a la bebida y cuando bebe suele decantarse por el vino) sin embargo no hay ningún vaso o copita para servirse, también distingue un pequeño recipiente con varios limones partidos por la mitad y.... sólo eso.
Frunce el ceño, extrañado. ¿Acaso quiere que me emborrache con él o qué?
—¿Los gemelos duermen? ¿Cómo está Leo? —Pregunta Louis mientras se ajusta las mangas y se desabotona los botones superiores de la camisa azul claro que lleva puesta, dejando a la vista su bronceado pecho y sus varoniles antebrazos.
Harry se derrite ante esa visión tan sexy que le ofrece su alfa. Sin duda, él es como los buenos vinos, el paso de los años sólo sirve para ponerlo mejor.
—Leo se siente mejor, tomó sus medicinas y cayó rendido, bueno, ambos lo hicieron, duermen profundamente. Pero, —señala la botella y los limones —¿qué significa esto, alfa? ¿No estarás pensando en que nos pongamos ebrios o sí? Además ni siquiera me has dicho si cenaste o no.
—Oh, claro que cene. La pasta que preparaste estuvo deliciosa, por cierto. Pero.... — dice en voz baja al tiempo que se levanta de la silla y se acerca al omega —digamos que me quedé con ganas de algo más, algo dulce.
—¿Dulce? —ríe —Yo sólo veo una botella de tequila y limones, Louis. ¿Eso que tiene de dulce?
El alfa entonces sujeta a Harry, lo levanta, y en un rápido movimiento, lo coloca sobre la mesa. El omega deja escapar un pequeño jadeo ante lo súbito de la acción.
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Seductive Heart Extras
FanficExtras de "Seductive Heart" La historia completa por el momento se encuentra en A03 ya que aquí no dejaban de reportarla. Sólo lee esto si ya leíste la historia completa. Contiene Spoilers.