Seductive Heart Extras

It's Christmas, baby (Parte 3)

Harry casi pierde el equilibrio cuando Louis lo arroja de esa forma hacia el interior del cuarto de baño.

El jodido cuarto de baño donde tuvieron sexo por primera vez. No podría decir que su amor inició allí porque realmente fue algo mutuo que se dio desde que se conocieron en La Mansión. Pero no puede negar que ese espacio representa un importante paso en su relación. Fue la primera vez de muchas cosas, donde se entregó a Louis, donde el deseo que ya venía ardiendo dentro de él finalmente se consumió, donde ambos experimentaron lo que era encerrarse en una burbuja y apartarse del mundo exterior.

Y aun así, quitando todas esas primeras veces; el espacio sigue teniendo relevancia con todos los recuerdos que ellos se encargaron de crear en tan poco tiempo. Las cientos de veces que hicieron el amor contra la pared de la ducha, en la bañera, sobre el lavabo, en el piso..... Las largas conversaciones que tenían cada que tomaban baños juntos y esperaban a que el agua se enfriara....

Es demasiado, hace que se sienta incluso melancólico. 

Observa como Louis permanece de espaldas a él, sigue sin mencionar una sola palabra, en realidad desde su tenso momento con Jeffrey aun no le ha dicho nada. El silencio y la tensión se hacen cada vez más presentes a medida que los segundos pasan. El cuerpo de su alfa se nota de la misma forma, tenso. Su espalda y sus hombros van de arriba abajo con sus marcadas y pesadas respiraciones.

Harry quiere decirle algo, para instarlo a que estalle, a que le grite, a que haga lo que sea. Odia cada que Louis no reacciona a las cosas como él esperaba que lo hiciera. Es evidente que su alfa está furioso, irritado, él también comienza a sentirse así.

No sabe cuánto tiempo ha transcurrido desde que Louis le dio el cerrón a la puerta. Teme que alguien —inclusive el mismo Jeffrey— cometa el error de ir a buscarlos. Eso solo empeoraría el estado en el que está Louis. Es decir, ya bien podría decirse que los acaban de hacer semejante acto bochornoso frente a toda esa gente y que es probable que Jeffrey y su hermana se arrepientan de tratar con personas así, pero nadie quita que eso ha sido poco en comparación a lo que Louis puede hacer cuando está celoso.

De milagro no le metió un puñetazo en la cara al pobre de Jeffrey.

Louis se pasa las manos por la cabeza, frustrado. Harry sabe lo que viene a continuación.

—¡¿Qué demonios fue eso de allá abajo?! —grita al tiempo que golpea la dura superficie de la puerta. A pesar de que ya se lo esperaba, el omega no puede evitar estremecerse.

Esa voz que Louis está usando, ronca, casi gutural, sólo la escucha cada que su alfa de verdad está furioso.... o caliente. O las dos cosas. 

—¿Qué diablos pretendías, Harry? —se gira y camina hacia él. Los ojos azules centelleando de intensidad—. Portándote así. —Louis lo acorrala contra el mueble del lavabo. Harry traga saliva, respira entrecortadamente—. ¡Contéstame, joder! 

—¡Te estabas portando como un idiota! —le grita a la cara. Louis no se inmuta, no rompe el intenso contacto visual—. ¡Ese alfa sólo estaba siendo amable con nosotros! No puedo creer que después de tantos años sigas gruñéndole a cualquier alfa que me mira o me dirige la palabra.

Louis suelta una risa sardónica. —Deja de mentir, Harry. —Dice entre dientes, el omega se siente confundido. ¿Mentir? No está mintiendo en cuanto a sus celos enfermizos. Louis lo sujeta de la mandíbula con una mano y aprieta con ligera fuerza—. Bebé, lo llevas escrito en la cara.

—Louis... —apenas responde. Cree saber hacia dónde va todo pero le sigue resultando difícil controlar sus impulsos. Más ahora que están unidos por el lazo.