ALL IS FAKE ☄ NOT OKAY

TWO

. . .  

—¿Así que te fumaste lo que él te ofreció, solo para quedar bien?

—Si lo dices así suena mal.

Rasmi suspiró mientras ayudaba a su amiga a sentarse en la computadora con su conejillo de indias al frente suyo.

—Es que está mal. Por eso lo digo.

—¿Por que, Danni, por que? ¿Por qué hiciste eso?—Se reprochó la de mechas así misma.

Rasmi la miró y se sentó a su lado, sacando su celular para pedir comida cuando el efecto de la droga salga de su sistema. 

Unos minutos después el timbre de la casa de Danni Sanders sonó.

—Oye, ese es mi timbre, ¿por que mi timbre suena así?—Danni preguntó con a voz aletargada y sutilmente rasposa. 

—Por que pedí comida, Dan.

[...]

Danni tomó el tenedor que estaba a su lado y con él atrajo algunos fideos con vegetales que su mejor amiga había pedido.

Ella abrió su celular y vio el perfil del chico rubio al cual Rasmi lo llamó más de dos veces Drogui.

—Okay, perra loca.—Dijo ella a lo que Rasmi frunció su ceño llevando el último pedazo de arepa que había pedido junto a la comida de Danni.

La chica abrió en la computadora una ventana en Google para buscar vuelos.

—París, París, ¿cuánto cuesta ir a París?—Dijo ella en voz alta.

—Más que nuestras vidas seguro.—Habló Rasmi poniéndose al lado de ella, ambas vieron como el círculo de la pantalla cargaba los resultados de su búsqueda.— ¡¿Dos mil dólares?!

—¡Ay, Mimi!—Se quejó Danni cuando la voz elevada de su amiga sonó en su oído

—Lo siento pero, ¿enserio? ¿Dos mil dólares? ¿Quienes se creen que somos? ¿El banco central? ¿El fondo monetario internacional?

Danni rió un poco antes de mirar al animalillo.

—¿Que dices? ¿Llamamos a mami y a papi a ver si nos compran pasajes? ¿Notarán que nos drogamos?

—¿Enserio, Danni? No seré mala pero dudo que tu madre y padre dinero para ir de viaje. Y menos si se enteran de cual es la razón por la que quieres ir.

Danni la miró de mala manera y se giró para ver al conejillo otra vez.—Sé que tú no estás drogado.

El animal se colocó en la computador y pisó con sus patitas unos botones que hicieron de la pantalla una señal divina a ojos de Danni. En esta se abrió la app de Photoshop y apareció una chica con un fondo en París, esta volvió a desaparecer y apareció de nuevo.

—Kenya Weasley, eres una maldita genio. 

Rasmi rodó los ojos cuando recibió una mirada cómplice de su amiga. 

—No.

—Por favor.

—No.

—Por favorcito.—Danni sacó su labio inferior y puso sus ojos  de cachorrito.

Rasmi frunció sus labios y miró a otro lado.—No.

—Oh, vamos, Mimi. Nunca te pedí nada...—Rasmi la miró con la ceja elevada, ella siempre le pedía algo.—Como esto.

—Aún mi respuesta sigue siendo no.

—Por favor, Rasmi. Esto es importante. Por primera vez deseo hacer algo con tanta decisión, y quiero hacerlo al lado de mi mejor amiga.