Capítulo 9

1.1K 174 19
                                    

"¿Amigo o Enemigo?".

Silencio.

Solo eso habitaba el lugar.

Aquella espaciosa y lujosa oficina ubicada en lo alto del atrio del Ministerio de Magia de Estados Unidos de Norteamérica, mejor y más conocido como el M.A.C.U.S.A. estaba en silencio total, interrumpido ocasionalmente por al pasar de las hojas de papel, uno que otro suspiro o la cerámica golpeando contra la madera.

La persona ocupante de aquel lujoso lugar se encontraba sentada tras un enorme escritorio hermosa y finamente tallado con intrincados patrones de flores y diferentes aves, siendo así, que el escritorio sea la pieza principal del lugar.

Soltando un suspiro, la presidenta del M.A.C.U.S.A. firmó otro informe, lo cerró, y lo colocó sobre la pila del trabajo ya revisado, firmado y terminado.

Alzó su taza de cerámica llena de café negro, dando un largo trago para alejar el cansancio y la ligera bruma de sueño que amenazaba con alcanzarla y envolverla y conducirla a los brazos de Morfeo.

Cogió el proximo informe de la pila y procedió a leerlo.

"Informe de Auror Jake Klarson.

Caso 39-00

Magia accidental por un menor de edad frente a un numero de No-Mag considerablemente alto.
(19 compañeros de estudios y 2 profesores)."

La dama suspiró, pues el informe frente a ella era vasto y sería un caso difícil, lleno de juicios, regulaciones, audiencias, etcétera; necesitaría organizar su agenda y posponer sus más que merecidas vacaciones, pues esto tomaría gran parte de su tiempo.

- "Adiós a los días en la cabaña del abuelo". - pensó amargamente.

Además claro, tenía una investigación en puerta sumamente importante, una búsqueda de nivel urgente, que podría poner al país entero en alerta máxima y podría enfrentar una nueva "Era Tenebrosa".

Volvió a suspirar, se retiró los anteojos y los colocó sobre el escritorio, recostandose en la silla, pues la espalda comenzaba a pasarle factura; comenzaba a pensar seriamente en pedir una fuerte poción de pimienta.

La puerta fue golpeada avisando la llegada de un visitante, sacando a la dama de sus cavilaciones, quién, apresurada, se sentó con la espalda recta, regresando a su porte elegante y estoico, agitando su varita sobre si misma para eliminar cualquier arruga sobre sus ropas, poner en su lugar a cualquier cabello rebelde y restaurar su maquillaje.

- Adelante. - dictó.

- Con su permiso Sra Presidenta. - contestó el hombre que llamaba a la puerta.

- Auror Pikerson, ¿Trae novedades?.

- Así es Sra, logramos dar con el lugar donde se suscitó el incidente.

- ¿Y bien?.

- Fue en un pequeño lugar llamado Forks, en Washington D.C. con el epicentro en el Instituto Estudiantil.

- ¿En el Instituto, dices?. - cuestionó, pues eso se asemejaba mucho al caso bajo sus codos.

- Si Señora.

- Muy bien, reúne a tus hombres de confianza y vayan ahora mismo al lugar, si la situación de torna difícil, doy luz verde para contrarrestar.

- Muy bien, permiso. - el hombre realizó una ligera reverencia y salió del lugar, topandose con un par de hombres al bajar las escaleras.

- ¿Y bien?, ¿Qué procede jefe?. - un hombre joven, de no más de veinticinco años preguntó.

- Tomen sus equipos, nos vamos ahora mismo, ¡Andando!. - ordenó, haciendo que el par de hombres salieran corriendo a sus respectivos cubículos, tomaran sus túnicas, sombreros y demás artilugios.

New LifeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora