XVIII.- Consejo de Alfas

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Los dos lobos y el brujo se quedaron unos días más en Brooklyn para después partir de nuevo a Beacon Hills donde tendría que enfrentarse al consejo de los alfas que habían decidido ir al pueblo de manera directa para tratar con el castaño y ver que no era una amenaza para el mundo sobrenatural.

— ¿Estarás bien? — le preguntó Derek al castaño una vez que entraron al pueblo donde un auto negro lo esperaba.

— Si, solo debo de demostrarles que no seré una amenaza. Son lobos, sé como tratar con ellos. — dijo Stiles para después besar los labios del Hale.

— Ten cuidado.

— Siempre lo tengo, sourwolf.

— Demuéstrales el alfa que eres y todo lo que has hecho por Beacon Hills y el mundo sobrenatural. — le dijo Jackson con una sonrisa adornando su rostro, sabía que no tenía que preocuparse por su alfa ya que siempre salía de las peores situación, además de que no había hecho nada malo y no era una amenaza para el mundo sobrenatural y el consejo de alfas sabría verlo.

— Por supuesto. — le dijo Stiles para después entrar al auto.

Derek y Jackson miraron como el auto se alejaba, estaban nerviosos pero al mismo tiempo seguros, después de todo Stiles era alguien fuerte y sabía demostrar u valor.

— Voy a proponerle matrimonio cuando regrese. — comentó Derek sorprendiendo al rubio.

— ¿Tan pronto?

— No, él y yo siempre nos hemos amado y hemos dejado pasar el tiempo pero yo ya no quiero estar lejos de él y sé que mi vida es a su lado así que creo que es el momento adecuado.

— Es verdad, felicidades, sé que serán felices. — le dijo Jackson con una sonrisa sincera mientras apretaba el hombro del mayor.

— Gracias.

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Stiles suspiró molesto mientras salía del auto y entraba a una gran mansión moderna, no podía creer que el consejo de alfas sea tan especial en cuestión de sus gustos, no tendrían que presumir tanto su estatus.

Entró a una sala donde diez alfas lo miraban desde unas mesas altas, como las de un juzgado, Stiles solo podía pensar en lo ridículos que se veían.

— ¿Podemos dejar el drama? — preguntó Stiles cruzando sus brazos sobre su pecho.

— Como siempre tan tranquilo, Mieczyslaw. — comentó uno de los alfas.

— Tsk, sigue sin gustarme que me hablen por mi nombre. — se quejó mientras ponía los ojos en blanco.

— Y a nosotros nos encanta molestarte así que no te quejes. — le dijo una alfa rubia.

— Dejemos de jugar y vamos a los asuntos más serios, si todo sale bien podremos hablar después con nuestro querido alfa humano. — comentó un alfa mayor de ojos azules, el líder del consejo.

— Como digan. — miró con seriedad a cada uno de los alfas dentro de esa habitación — No soy ni seré una amenaza para el mundo, mis poderes están bajo control y no planeo volverme un vilano que quiera destruir todo a su paso. En cualquier caso de que alguien le hiciera daño a mi manada o seres queridos acudiría a mis aliados para poder tener justicia pero jamás iría matando y destruyendo todo a mi paso. Hasta parecen que no me conocen. — se quejó el castaño.

— Estás demasiado alterado y serio, pequeño brujo. — se burló una alfa pelirroja.

— Es verdad, sabemos que jamás serías un peligro, solo teníamos que cumplir con el protocolo como lo hicieron los brujos.

Stiles suspiró y colocó su mano sobre su frente, estaba agotado.

— Los consejos me quieren sacar canas verdes, solo alteran el mundo para burlarse un poco. — se quejó el castaño entre dientes mientras los lobos reían con diversión, desde que conocieron a Stiles lo adoraron y les encantaba molestarlo, era como un hermano pequeño para todos.

— Te quejas y quejas pero sigues viniendo y te quedas con nosotros a comer.

— No me queda otra opción, tienen poder, es como decirle a un rey que no.

— Y luego dices que nosotros somos los dramáticos.

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Las manadas se encontraban bastante nerviosas, Stiles se había ido ya hace unas horas y aun no regresaba además de que no tenían ninguna noticia de él.

— ¿Le habrán hecho algo? — preguntó Isaac realmente asustado mientras Jackson solo rio y revolvió su cabello.

— Mitch sabe controlar a cada miembro de los consejos, su encanto también envolvió a esos seres.

— Es su don, de alguna manera las personas siempre se sienten atraídas a él.

Todos se callaron al escuchar el motor de un auto y no tardaron ni un segundo en correr para recibir al castaño que estaba tranquilo como si no hubiera ido a un consejo lleno de alfas.

— ¿Todo bien? — preguntó Jackson divertido.

— Como siempre son bastante molestos pero al final demostré que no soy una amenaza y jamás lo seré.

— Eso significa que al fin podemos descansar y no pensar en nada más. — dijo Aiden para después entrar a la mansión.

— Cachorro idiota. — dijo Stiles con una sonrisa adornando su rostro.

La manada entró de nuevo a la mansión a excepción de Derek y el castaño, ambos se quedaron solos.

— Tengo algo que decirte.  

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