El gran sueño

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Sobreviví a dos amoríos,
nuestro no era el destino,
me sentí muerto, perdido,
pero ahora me veo divino.

Quizá suena a narcisismo,
pero sigo siendo el mismo,
solo que sin más lamentos,
y limitando mis «lo siento».

Sombra líquida en el tacto,
se riega desde los cabellos,
entinta cualquier contacto,
me convierte en pelinegro.

Di lo que quieras sobre mí,
que enloquecí, fui poseído,
sí, seré mi propio enemigo,
aunque él jamás se ha ido.

El del reflejo es mi amigo,
y siempre estará conmigo,
rubio, castaño o pelinegro,
para mi seré el gran sueño.

Delirios & Alter-egosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora