•Taehyung Reactions• -Tae & Tú- ✔

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My Favorite Criminal III 

Humedad, ruidos extraños y oscuridad.

Opacaban esa inmensa habitación, ella no sabía donde se encontraba ni por qué, su último recuerdo fue en los brazos de Taehyung, y es como si fuera un borroso momento, donde todo se escucha distorsionado y como si el volumen estuviera descendiendo cada vez más.

No sabía que pensar, todo era tan confuso, tantas preguntas rondaban su cabeza sin respuesta alguna.

¿Dónde estoy? ¿Cómo llegué aquí? ¿Qué es ese ruido? 

Sentía esa necesidad de gritar, y pedir ayuda, pero sabía que era estúpido. Estaba siendo parte de una clase de secuestro.

Sin esperarse tanta luz de un momento a otro, una puerta es abierta de manera brusca. El ruido de esta fue tan fuerte que la chica tuvo que cerrar los ojos con fuerza como si eso disminuyera el dolor en sus oídos.

—Levántate. Rápido.

Con poca fuerzas intentó levantarse, cayó en cuenta que sus piernas habían sido amarradas con cadenas, estás aún no dejaban marcas pero sabía que si forcejeaba aparecerían sin espera.

—He dicho ¡Que te levantes!

Tomó con fuerza el pelo de la chica, quien con debilidad solo gimió de dolor por el incómodo movimiento.

—N...no puedo.

Una risa sarcástica se hizo presente.

—¿No te funcionan tus inútiles piernas?

Le carcomía el deseo de maldecir y golpearlo hasta que esté tuviera que suplicar. Pero sabía que su situación no la dejaría ni mirarlo al rostro.

—Anda ya.

Con ayuda de la pared a sus espaldas logró ponerse en pie sintiendo el ardor en sus tobillos debido al frío y apretado metal de las cadenas.

—¿Qué... quieres?

—Menos preguntas más acción, camina.

Desencadenó sus tobillos para permitirle caminar.

—¿No podías haber hecho eso antes?

Murmuró de manera tan sutil, haciendo que el extraño le preguntara que había dicho.

—Nada, solo opinaba sobre tu mal funcionamiento mental.

Sin decir una sola palabra la empujó haciendo que esta caminara a fuerzas con el peso de las cadenas. Ya que estás seguían en sus tobillos aunque no estuviera sujetado a algo más.

Lentamente pasaban por diferentes habitaciones, notó que no llevaba tanto tiempo ahí, al pasar por un espejo solo tenía el pelo ligeramente mojado y su ropa no parecía tan arruinada.

Al llegar al supuesto destino, pudo observar todo con detalle, estaba en la última parte de lo que parecía ser un edificio brutalmente grande. No sabía dónde estaba pero sabía que lo que tuviera debajo se veía totalmente miniatura debido a la altura en la que se encontraba. Sus pensamientos la inundaron con brusquedad como si tratara de buscar una explicación a lo que estaba pasando. Pero nada surgía con sentido común.

—¿Te gusta la vista?

Esa voz.

—Que irónico, de todas las personas que me esperaba escuchar, debo admitir que me sorprendió.

—Creo que debería de sentirme halagado.

—Para nada, señor Kim.

Volteó a ver al mencionado con cierto repudio.