Reina pirata

Viejos conocidos

Como ya se sabrá, era otro día normal en el Sunny. Después de varias semanas sin encontrar islas, y por lo tanto no poder abastecerse con más suministros, por fin los mugiwaras podían continuar con su travesía.

La noche anterior le había tocado a Robin hacer la vigía, por lo que la arqueóloga estaba descansando un poco en la cubierta.

—¡Aléjate de Robin-san! — le gritó Yumiko a Luffy, agarrándolo de la oreja.

Estaban jugando con las pistolas de agua, ¿No tenían nada mejor que hacer? ¡Pues no!

—¡Tampoco te acerques a Nami-san!

—¿Por qué? — rechistó el otro, soltando un quejido.

—¡Porqué no y punto! ¡Mejor dispárale al marimo! — Luffy estuvo de acuerdo.

Pero, pero, pero, nada puede estar tan tranquilo, o tan normal, ¿Verdad?

Los mugiwaras habían hecho morder el polvo a un supuesto vicealmirante, en especial la ilusionista, por lo que habían aumentado sus recompensas.

—Oi Luffy, ¿Qué es esa cosa? — la costumbre de Yumiko de siempre pasar por la barandilla del Sunny.

—¿Qué?— Luffy miró hacia donde la ilusionista señalaba.

Unos pocos metros lejos del Sunny, el agua bullía, llamando la atención de los chicos. Hasta que de esa pequeña sección de agua en la que el agua bullía, un submarino salió del agua.

—¡Genial! — exclamó Yumiko dejando caer la pistola de agua a sus pies —, ¡Nunca había visto un submarino antes!

—¡Es el submarino de Torao! — gritó el capitán, captando la atención de los demás tripulantes y dejando a Yumiko confundida.

—¿Quién demonios se llama Torao? — se le hacía un nombre raro, no gracioso, raro.

—En realidad, no se llama Torao — interrumpió Usopp —. Su nombre es Trafalgar Law — Yumiko abrió la boca con impresión.

—¿¡Trafalgar Law!? — Usopp asintió de brazos cruzados, viéndola con confusión —. ¡Quiero conocerlo, quiero conocerlo a él y a su tripulación! — repitió con emoción genuina, viendo cómo el submarino se acercaba más y más.

—¿Law se acerca al Sunny? — cuestionó Robin, con su sonrisa ladina, recién despertada.

El Polar Tank se acercaba al Sunny, los tripulantes veían como el submarino de color amarillo llamativo se acercaba. Yumiko saltaba de emoción.

Finalmente, el submarino de uno de los once supernovas se terminó de acercar, Yumiko pudo ver con sus propios ojos al mismísimo Trafalgar D. Water Law.

—¿Ese es el cirujano de la muerte? — se cuestionó a si misma —. ¡Se ve muy genial! — vociferó con pura emoción.

—¡Torao! — gritó Luffy, el cirujano solo vió fijamente al chico.

—Mugiwara-ya — dijo el doctor ojeras.

—¡Tiempo sin vernos! — río Luffy.

—Así es — Law se percató de la mirada que le dedicaba Yumiko.

—¡Tu eres Trafalgar Law! — lo señaló, Law achinó levemente los ojos, intentando descifrar donde había visto aquella cara que se le hacía familiar.

De repente, recordó el periódico que había leído aquella mañana.

—¿Tu eres Son D. Yumiko? — la nombrada asintió con total felicidad.

—¡Sube al barco! — dijo Luffy, haciendo el ademán de invitar a Law a pasar al barco —. ¡Tú y tu tripulación! ¡Tengamos una fiesta para celebrar nuestro reencuentro!