♥︎⠀𓂃⠀ 𝙜𝙖𝙮𝙨 𝙣 𝙢𝙤𝙧𝙚 𝙜𝙖𝙮𝙨 ٭ 𝗲𝗱𝗱𝘀𝘄𝗼𝗿𝗹𝗱⠀ ▦⠀ ₍ᐢ﮳﮳ᐢ₎

𝐒𝐌𝐔𝐓 ; mirrorbeer.

  —Me sorprende que estés así.

   Dijo Ridgewell mientras mantenía sus manos en la cintura de Matthew, permitiéndose moverlas por donde quisiera.

    —El alcohol cambia a las personas, deberías saberlo—Contestó con picardía a la par de que posaba sus manos sobre sus hombros—. Tengo altas expectativas en ti, no me decepciones.

   Sonrió y lo empujó hacia la puerta de la habitación con fuerza, acorralándolo contra ésta, pudiendo notar un suave suspiro de parte de Matt al sentir el choque.

    —Créeme, Hargreaves. Jamás te decepcionaría.

    Sin más, unió sus labios en un compás agresivo, sediento y salvaje; pareciendo dos animales desesperados por comerse al otro. Tom sonrió entre el beso para después abrir la cerradura de la puerta, y jalar al contrario hacia él, dándole a entender lo que buscaba hacer.

    Se separaron luego de unos segundos que Matt aprovechó para jalarlo hacia el interior de la habitación. Donde el mayor se sentó en un pequeño sillón que había en el lugar, seguido de un joven que se sentó en su regazo con rapidez.

    —Besas bien para ser un jovencito.

    —Y tú hueles bien para ser un anciano.

    Volvieron a devorarse el uno al otro mientras se frotaban con ansias. El pelirrojo movía sus caderas sobre la entrepierna del contrario, mientras él metía sus manos heladas en el interior de sus prendas, tocando y analizando su cálida piel.

    Los besos se entrecortaron en un caos que buscaba saciar el hambre de ambos; Thomas atacaba el cuello de Matt con desesperación, besando y mordiendo alrededor de éste. El pelirrojo narcisista sonrió con malicia mientras enredaba sus dedos en el despeinado cabello del mayor, para después jalarlo hacia atrás provocando que su rostro quede justo frente al suyo.

   —No, no—Susurró con una voz más grave de lo usual—. Aquí mando yo.
  
   No respondió, sólo aguantó la respiración y cerró los ojos por el movimiento tan poderoso que el más joven había hecho con sobre él. La sangre bajó tan rápido que sorprendió hasta a Matt, quien lo miró burlonamente para acercarse a su cuello, donde fue dejando besos y mordidas que, en otro momento le parecerían dulces, pero que ahora lo estaban enloqueciendo.

     —Matthew, me estás enloqueciendo.

   Gruñó cuando sintió al contrario bajar hacia sus pantalones, acercándose peligrosamente a su entrepierna. Ahí recordó que ambos seguían completamente vestidos, por lo que, se movió para quitarse el saco, pero no lo permitió, subiendo hacia quedar muy cerca de su oreja.

   —Te dije que yo mando aquí, no harás nada a menos que yo te lo diga. ¿De acuerdo?

   Thomas sólo asintió con curiosidad, jamás había visto esta faceta del menor; pero le intrigaba a más no poder.

   —Good boy.

   Le dijo con su maldita y adictiva voz que, de un momento a otro, tenía un tono tan seductor que le resultó completamente desconocido. Volvió a bajar hasta sus pantalones y bajó el cierre de éstos, dejando que su miembro obtuviera algo de aire; su rostro estaba cada vez más cerca de su entrepierna.

    Lamió por encima de la tela de su ropa interior, haciendo que Ridgewell suelte un leve gemido; y siguió, toqueteando, lamiendo y besando el largo de su erección que estaba accesible sobre la tela. Este hombre lo iba a matar.
  
     —Dios… Matt…

   El nombrado le indicó que levantara las caderas para poder bajarle las prendas. Para que, después de esto mismo, tomara su caliente y palpitante miembro y comenzaba a jugar con él.