Noybody is coming to save yo ¡Get UP!

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Capítulo 4.
Donald
La oscuridad era lo único que veía; luego, el dolor.

—¡NO, NO, NO! —grité, comenzando a desesperarme—. ¡JODER! ¡OTRA VEZ NO! —volví a gritar.

Intenté moverme, pero no pude. Decidí mantener la calma, como me había recomendado el psicólogo, pero nada; seguía inmóvil. Hasta que de repente, un dolor insoportable me atravesó la cabeza.

Había vuelto a caer.

Perdí toda esperanza de salir de esto.

—¿Por qué no puede acabar ya? —me pregunté, exhausto.

Mi mente iba a mil por hora; el dolor era abrumador.

En medio de esa oscuridad, apareció ella. ¿Qué hace aquí? —me pregunté incrédulo.

Estaba sentada en una esquina, escondida entre sus piernas. Ignorando un poco mi dolor, me acerqué a ella, levanté su mentón y vi sus ojos cristalinos, vacíos y tristes como los míos.

—¿Estás bien? —pregunté, con la rara esperanza de que sí me respondiera. Pero esta vez no lo hizo; solo me observó. De repente, levantó su muñeca y, con su palma, acarició mi mejilla.

"Es ella" —escuché una voz que no salía de mi mente desde aquel día.

—¡¿QUÉ?! —grité horrorizado.

"Ella es mi hija."

La voz resonó de nuevo.

—NO, NO, NO —me repetí, aturdido. Aun con el dolor, caí de rodillas y escondí mi cara en mis piernas.

Me sentía la peor persona. Porque eso era.
Un monstruo.

Me di la vuelta para buscar a esa chica, pero tampoco estaba.

—¡Joder! —susurré, levantándome y saliendo de la cama—. Solo ha sido una pesadilla. Cálmate —me dije, intentando calmarme.

Me costaba respirar en ese momento.

—Estoy bien, estoy bien, estoy bien —me repetí para tranquilizarme. No me di cuenta de que me estaba haciendo daño hasta que vi gotas de sangre en el suelo.

Abrí la palma de mi mano rápidamente y vi las heridas que me había hecho con las uñas.

—¡Mierda! —exclamé.

¿Conoces ese momento en el que no dejas de repetirte "estoy bien, estoy bien, estoy bien" mientras hundes tus uñas en la palma de tu mano para no romper a llorar, para que no se te dificulte respirar por los nervios y el agotamiento mental?

En ese preciso momento, sabes que no estás bien.

Cogí la carta que tenía en la mesita de noche. Aún tenía miedo de descubrir lo que había dentro.

—¿Qué intentas decirme? —pregunté con esperanza—. Sé que hice mal al no buscar a la receptora de esta carta, pero... —me callé.

No busqué para quién era la carta por miedo a enfrentar lo que había sucedido. Era débil, lo sigo siendo, pero esta vez lo finjo mejor.

—Lo siento mucho, lo siento, lo siento. De verdad que lo siento; no quería que pasara, de verdad que no —seguí hablando a un trozo de papel. ¿Por qué no? Era una de las pocas maneras que tenía para desahogarme.

Al cabo de unos minutos, tiré la carta a un lado y me senté, observando el cielo estrellado. Sin darme cuenta, me encontraba en calma.
Me gusta estar en calma; es un momento en el que mi cuerpo y mi mente desconectan de todo, donde me olvido de lo que pasó y de todos los pensamientos dolorosos que me acechan.

Fleur
Eran alrededor de las 4:30 cuando miré el reloj, y aún estaba estudiando. No quería llegar tarde, pero la verdad es que no estaba entendiendo nada, así que decidí tomar un descanso.

Desde mi escritorio podía ver muchas estrellas por el ventanal, y de repente, sin motivo aparente, comencé a ver que las estrellas formaban unos ojos, una mirada que solo vi una vez, pero fue suficiente para no olvidarla.

Como si mi mano tuviera vida propia, cogí una hoja en blanco y comencé a intentar retratar esa mirada. Digo "intentar" porque las miradas son únicas; no se pueden igualar en papel. Pueden ser dibujadas, pero nunca se puede captar su esencia.

Eso me solía decir mi padre.

Él era un aficionado al arte, pero lo que más me gustaba era que sus pinturas eran mucho más que eso; transmitían sensaciones, sentimientos e incluso recuerdos.

Mientras dibujaba, encendí mi playlist de música. La música me hace desconectar un poco de todo. Cuando comenzó la melodía, supe enseguida de cuál se trataba: "Love Me Like You Do" de Ellie Goulding.

Justo en la parte del estribillo que decía:
"Touch me like you do"
"Ta-ta-ta touch me like you do".

Me acordé de la sensación que sentí con su toque, pero no sabía por qué estaba haciendo todo esto. Era solo un extraño que no volvería a ver en mi vida. ¿Verdad?

Tal vez había tenido un crush instantáneo en él.
Me solía pasar a menudo: ver a un chico guapo y no olvidarme de él en semanas. Puede que sea raro, pero cada uno tiene sus rarezas, ¿no?

Al terminar el dibujo, insatisfecha, lo dejé y volví a estudiar.

Cuando terminé, bajé a ver cómo iba mamá.

Estaba en el salón, haciendo cuentas, supuse. Se le veía bastante triste y estresada; lo que tenía al lado parecían facturas.

Me sentí fatal por ella, por mí y por nuestra situación.

En parte, esas facturas eran culpa mía por estar dos meses hospitalizada.

¿Por qué a las otras personas se les hacía fácil superar la muerte de sus seres queridos?

Conocí a una chica en el hospital que había perdido a sus dos padres, y ella estaba bien; aprendió a vivir con ese dolor.
¿Por qué yo no puedo?

Han pasado casi tres meses y el simple hecho de pensarlo ya me hace tiritar de impotencia. Me duele saber que no lo volveré a ver, me duele saber que nunca le dije que me aceptaron en la institución de mis sueños.

Duele saber que nunca volveré a sentir la calidez de su abrazo, la familiaridad de una charla con él, el apoyo que me ofrecía, el amor incondicional que me daba todos los días.

Simplemente duele saberlo.

Donald
Al día siguiente, desperté con la mente aún confusa por los eventos de los últimos días. La imagen de Fleur seguía acechando mis pensamientos, y no podía evitar preguntarme qué habría sido de ella. La idea de no volver a verla me inquietaba.

Hola mis amoressss pues este es un nuevo cAp también medio sad PERO PERO en el siguiente ya empieza lo bueno jejejej ;)

Gracias por leer os amo kisses for y'll

Almas Gemelas [En corrección]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora