Capítulo 10:

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El niño chillo feliz y corrió hacia la playa, era obediente, no se acercó lo suficiente al agua como para alarmar a ninguno de los dos.

— ¿Cómo se llama? — se atrevió a preguntar.

Senjuro suspiro como su doliera escucharlo.

— Sumihiko —Senjuro sonrió al niño, muy emocionado volvió a correr hacia su padre omega cargando algo en su diminuta mano, dijo algo, algo tan bajo que no logro escuchar, después de depositar una concha de mar en la mano de su papá lo observo con suma curiosidad, señalándolo con convicción.

—¿Papá? — susurro bajito, tuvo que sonreír, sin lugar a dudas la sangra llamaba, Senjuro jadeo estupefacto.

Senjuro jamás pensó que encontraría a Tanjiro en ese lugar precisamente, albergaba muchos recuerdos juntos, el hecho de haber pasado el celo del omega había sido significativo por lo menos para Senjuro, el hecho de que Tanjiro volviera debía significar algo o eso quería pensar su tonto corazón esperanzado.

Tanjiro se veía diferente, un diferente bien, sexy y llamativo, lo había visto en las portadas y en entrevista en televisión, pero nunca en carne y hueso y vaya que superaba a la ficción, se veía más ancho, los músculos más desarrollados y flexibles, su cabello pelirrojo ligeramente más largo, las puntas acariciaban sus mejillas, la marca de nacimiento en su frente parecía más grande también, aun mantenía sus orejas perforadas, había sido un instintivo suyo en la universidad y por lo visto también ahora, sus rasgos más duros, como si la vida solo le hubiera dado solo amarguras y desaires y la sabiduría de la edad reflejada en sus orbes rojizos.

Su hijo, Sumihiko merecía conocer a su padre alfa, el pequeño niño ya había preguntado inocentemente por él, la escuela les abría los ojos y por supuesto los demás verían la falta del padre dominante, Senjuro pretendió o quiso disfrazar un poco la verdad diciéndole que su padre alfa tenía un trabajo importante que no podía dejar atrás y le era imposible verlos, por lo menos eso le dio algo de tiempo para pensar o llegarle a revelar la verdad.

Cuando Muzan había llegado a la puerta de su casa amenazando en llevarse al niño cuando fuera oportuno, que Tanjiro lo sabía todo y que no quería saber nada de el hasta que lo necesitara, fue un golpe, nunca llego a pensar que Tanjiro le haría una cosa tan desastrosa y ahora mirándolo genuinamente sorprendido por descubrir a su hijo, le hacía pensar en que otras cosas más Muzan los había engañado y manipulado.

Por esa reacción tan entrañable mirando los ojos del alfa brillar al mirar a Sumihiko correr y divertirse en la playa le hacía pensar que ese alfa no era tan malo, quizás lo suyo no resultaría, nunca, jamás, pero Tanjiro siempre estaría ahí para su cachorro, no podía pedir más.

Era tarde cuando Sumihiko por fin cayo rendido dormido en los brazos del alfa, era verdad lo que decían, la sangre llamaba, Sumihiko siempre supo que Tanjiro era su padre alfa.

Senjuro observo a Tanjiro desde la cocina, se veía tan guapo, tan guapo como lo recordaba y no podía evitar mojarse por su alfa, eso lo confirmaba aun lo amaba y comenzaba a pensar que moriría amándolo.

Con las mejillas levemente ruborizadas le entrego la taza de café, solo esperaba que no oliera su excitación, no quería que se burlara del maldito maricón que seguía enamorado estúpidamente de él.

Tanjiro observo su humeante taza, suspirando entrecortadamente, el ambiente tenso nadie pronunciaba palabra.

— Em — comenzó Senjuro tratando de por lo menos tener una amistosa relación con el alfa.

— ¿Cómo esta tu prometida? — Senjuro se quemó con el café por dar un trago demasiado grande, las palabras dolieron cuando salieron "prometida"

Tanjiro lo observo por una fracción de segundo, en su brillo había tristeza.

Double Full⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora