capítulo 4:

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Senjuro cenaba con su padre y hermano, aunque no quisieran o no tuvieran tiempo, siempre tenian que cenar juntos una vez por semana, una promesa que se hizo tradición en la familia desde que su madre falleció por cáncer.

Aunque ambos vivieran en el complejo de apartamentos de la universidad, tenian que acercarse tiempo para pasar tiempo juntos como familia y Shinjuro Rengoku se tomaba muy enserio las promesas que le había hecho a su difunta compañera antes de morir.

Shinjuro y Ruka habían sido compañeros y desde el momento en que sus ojos se miraron ambos supieron que se pertenecían uno al otro, desde entonces sus sueños y aspiraciones fueron juntas de la mano en su camino juntos.

Senjuro siempre quiso eso, una relación tan llena de pasión y amor como la de sus padres, siempre siendo aceptados por los demás y sin prejuicios, pero siempre supo que desde que su casta lo revelo como omega, no cualquier omega, un omega hombre, eso nunca podría ser posible, por eso Senjuro se conformó con pensar en encontrar a un buen alfa que lo quisiera y a la mierda con todo lo demás, el caso era que encontró a su compañero, lo que siempre quiso, no lo podía tener.

Senjuro se dispuso a subir las escaleras, después de verificar a su padre, el alfa a veces tomaba uno o dos cervezas en la cena, terminando medio borracho frente al televisor, eran sus hijos los que se encargaban de acomodarlo y ver que todo estuviera bien con él su padre.

Sonrió al verlo profundamente dormido, su inconfundible cerveza en la mano y su programa favorito en la tv, suspirando Senjuro apago el televisor y coloco una manta fresca y suave sobre su padre dormido en su reclinable favorito, desde que su madre murió Shinjuro se había inclinado hacia la bebida, nunca al punto de llegar borracho a casa después de trabajo y arruinar sus vidas, pero si comenzaba a preocuparse.

Satisfecho con su cometido, Senjuro se dispuso a subir a su habitación a descansar, ya en el pasillo, casi justo delante de su puerta Kyojuro lo intercepto, como buen hermano mayor y sobreprotector, le advirtió.

— Se que te estás en una supuesta presunta relación con Tanjiro — eso tomo por sorpresa a Senjuro, él pensó, todos habían pensado erróneamente, que su secreto estaría a salvo por lo menos hasta graduarse, fueron ingenuos, algún día la verdad los alcanzaría.

Kyojuro debió ver el pánico y las preguntas sin respuesta en sus muy asustados ojos de ciervo faroleado porque bufo molesto.

— Encontré a Mitsuri en los vestidores besándose con su omega, adivina mi sorpresa cuando me explico el complot que habían armado ustedes cuatro, imagínate aún más cuando me dijo que mi mejor amigo, el que pensé era mi amigo, se estaba follando a mi hermano pequeño — los ojos dorados de su hermano ardían en rabia e indignación, a Senjuro no le quedo de otra más que bajar la cabeza avergonzado.

— Lo quiero — murmuro bajito, casi para el mismo, por supuesto Kyojuro escucho, como no iba a escuchar, era de su hermano pequeño del que hablaban, el hermano pequeño que prometió a su madre cuidar.

Kyojuro suspiro y se acercó estrechando a su pequeño hermano entre sus brazos.

— Lo sabes ¿No? — Senjuro asintió, lo sabía, el padre de Tanjiro nunca lo aceptaría, ni a él, ni su relación, su objetivo principal era y siempre seria, llevar a su hijo al estrellato y con Senjuro en medio obstaculizándolo, terminaría destruyéndolo.

Se abrazaron mutuamente, el consuelo y el apoyo desbordándose, Kyojuro era un hermano como ningún otro, siempre apoyándolo y asegurándose que estuviera a salvo.

Senjuro suspiro lleno de satisfacción, olía a su hermano, a su pequeña manada y eso lo hacía sentir seguro y en paz.

El omega se retiró y beso castamente la mejilla de su adorado hermano, antes de volverse a inclinar y susurrar en su oído.

Double Full⌠TanjiSen⌡Donde viven las historias. Descúbrelo ahora