Moon Knight II

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"Para siempre a su lado me parece muy poco tiempo" Jake Lockley~

JoselineGutierrez6

Estabas en la cocina terminando de preparar la cena cuando Jake llegó del trabajo.

Abrió la puerta sin decir nada y la cerró, lo cual te llamó la atención ya que siempre anunciaba su llegada.

Se quitó los guantes, la boina, la chaqueta y caminó al frigorífico para sacar una cerveza, y después sentarse en una de las banquetas que habían junto a el mesón de la cocina.

–¿Todo bien, papi?–Te acercaste a él, limpiándote las manos con un trapo, para después dejarlo a un lado y posar tus manos en sus hombros por atrás, abrazándolo por la espalda.

Jake dejó la cerveza a un lado y besó tu brazo, acariciándolos con ternura.

–Perdóneme mi reina, solo fue un día agotador de mierda, nada más. Pero ya con verla se hace mil veces mejor.–Te dijo con una sonrisa, besando tus labios.

Te acercó a él y te sentó en sus piernas, dejando besos en tú cuello y sujetándote con sus manos.

–¿Le cuento algo, mami?

–Lo que tu quieras.–Le dijiste con una sonrisa, quitando el pelo que se le fue a la cara.

–Hoy estaba llevando un pasajero y andaba sin mis guantes puestos, y vio mi anillo de matrimonio.–Te explicó tomando tú mano izquierda en la misma izquierda suya, observándola con detenimiento.–Y el muy pendejo dijo que estar con alguien para siempre era mucho. Pero en mi opinión,"para siempre a su lado me parece muy poco tiempo".–Besó tu mano y luego levantó la cabeza para verte a los ojos.

–¿Para siempre te parece muy poco tiempo?–Soltaste una pequeña risita, acariciando su mano izquierda y la otra en su mejilla, haciendo lo mismo.

–Verga, pues si. Me encantaría pasar todo el día pegado a usted, pero no puedo porque tenemos que trabajar y hacer otras cosas.

–¿Y qué pasa si nuestro matrimonio no dura para siempre?–Le preguntaste acariciando su cabeza y acomodando su cabello para que no se fuera a su rostro.

–Ay mi dama, no diga esas cosas. Tengo fe en que vamos a durar hasta que seamos viejos juntos. Con nuestros hijos ya grandes y muchos nietos a los que malcriar. Así que no me chingue con esas mamadas de "si nuestro matrimonio no funciona". Porque va a tener que funcionar. Si no, le hago un amarre y fin del asunto.–Te abrazó con más fuerza, pegándote aún más a él.

Su respuesta te hizo reír, a la vez que lo abrazabas por el cuello con ambos brazos y besabas su frente.

–Yo también quiero que dure para siempre.–Le aseguraste con una sonrisa, para después besar sus labios con pasión.